Desde hace ya varias semanas vengo viajando todos los días martes al Congreso en Valparaíso, para presenciar las votaciones de la modificación a la Ley 20.000, acordadas por el Gobierno de la Presidenta Bachelet, y que modificarán los criterios de la persecución dura por la Ley de Drogas para quienes por motivos medicinales consumimos cannabis.Me estoy muriendo de a poco, mi tiempo no es el mismo que el de una persona sana. Es por eso que temo no alcanzaré a ver esa ley que tantos y tantas anhelan.
De este difícil peregrinar, sólo el 6 de enero logré ser escuchada y conseguí exponer cómo es la vida de un usuario medicinal de cannabis, los riesgos que nos enfrentamos día a día, ya que actualmente vivimos en la ilegalidad. Los usuarios de cannabis somos detenidos por consumir una droga que lo único que hace es apalear nuestros dolores y vivir lo que nos queda por afrontar, con mayor dignidad y sin dolores.
Yo soy de aquellas que ya no disponen de mucho tiempo en esta vida, y la verdad es que no sé si veré la tan ansiada modificación a la ley 20.000. La lucha ha sido ardua y difícil. Muchas veces sentimos desfallecer, hasta que aparece un rayito de luz.
El martes 10 de marzo pasado, la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados me volvió a escuchar y advertí que esta ley se está demorando más y más. Cada día que pasa es un día menos de ese tiempo que me resta. Me estoy muriendo de a poco, mi tiempo no es el mismo que el de una persona sana. Es por eso que temo no alcanzaré a ver esa ley que tantos y tantas anhelan.
Quiero agradecer a todos, hacer un reconocimiento por el compromiso de la comisión en pleno y también del Ejecutivo, representado por el Doctor Acorssi, donde se acordó respaldarme para en el inicio de mi autocultivo legal de cannabis. Quiero agradecer a los miembros del Parlamento por ese apoyo.
Entender y escuchar el dolor que vivimos a diario no solo yo, sino miles que no pedimos estar enfermos. No somos delincuentes ni traficantes. No queremos vivir en la ilegalidad. Por los miles que necesitamos cannabis, incluyendo aquellos niños con diferentes patologías. Por todos ellos, mis más infinitas gracias.
Gracias a cada uno que está apoyando esta lucha de tantos y tantas, en especial a los observadores de Derechos Humanos representado por el señor Rodolfo Saavedra, quien me ha acompañado cada martes haciendo un registro de cada sesión.
A todos los medios de comunicación que difunden esta lucha, nos dan el incentivo para seguir luchando, porque esta lucha no es sólo mía, es por todos y todas quienes queremos optar por este tratamiento que, sin duda alguna, nos regala un mejor día de vida: SIN DOLORES producto de nuestras enfermedades.
Muchas, muchas gracias.
Comentarios
16 de marzo
Te sigo desde mucho tiempo como me alegro con tu humildad y fuerzas más personal como tu requiere este país .Felicidades como me gustaría un homenaje en vida
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