Comprendo plenamente la importancia de la separación de los poderes del Estado, también considero apropiado que ciertos órganos cuenten con autonomía para resolver su gestión, pero seamos claros, a la luz de la decisión del Servicio de Impuestos Internos de “Dejar hasta aquí” la investigación por financiamiento de la política me demuestra que algo muy podrido hay en el sistema.
Comprenderé todo ataque de corte político donde se mencione que soy un facho momio ultrón de derecha que le sonríe al ex presidente Sebastián Piñera, pero aprovechando un eco de semana santa…. Quién tenga un candidato que esté libre de pecado, que me tire la primera piedra.
Hace un par de meses me entraron a robar y, al igual que muchos chilenos, presenté la denuncia y tras una semana esperando que pasara algo, fui a fiscalía donde me enteré que “si no presentaba nuevos antecedentes” mi causa sería archivada. Increpando respetuosamente a una secretaria sin habilidades blandas, le pregunté si era labor mía recabar antecedentes, aprehender al delincuente y procesarlo, al recibir su respuesta standard “lo que pasa es que probablemente los vecinos confían más en usted que en las policías para dar información”, ante dicha argumentación, molesto por la situación, pedí el libro de reclamos y sospechosamente (como diría el Bombo Fica) me pasaron donde un asistente del fiscal quien me hizo elegir entre Carabineros y PDI para continuar la investigación. Lamentablemente ya han pasado 4 meses y dudo que a alguien le preocupe lo que me fue sustraído; por eso indigna que cuando a un honorable le roban algo, en menos de 48 horas lo recupera, demostrando que la capacidad investigativa de las policías no es tema, sino la burocracia e inoperancia del Ministerio Público, quien como me explicaba un amigo abogado, no puede ser cuestionado legalmente en su actuar.
Si extrapolamos esta inoperancia autónoma con lo que acontece a diario en el poder judicial, reconoceremos que quienes interpretan la ley, lo hacen según las competencias específicas y comparativas entre los litigadores de turno, de ahí que podamos explicar como chocar con un árbol en un auto primera edición después sea más grave que atropellar a un bombero en un último modelo. Pero nuevamente, esa es la ley y nadie puede cuestionarla, legalmente.
Enerva tanto la determinación del SII de no presentar acciones legales contra políticos que usaron artilugios legales para profitar con dineros del fisco, es más, saber que su esposas, hijos, primos, hermanos, suegros, secretarias, asesores y amantes se salvaran de pito y paja tras realizar boletas ideológica e inmoralmente falsas denota que la ley favorece solo a quien la escribe.
Es más, tomemos por ejemplo el escándalo en Carabineros, donde hoy se pone en duda el rol de contraloría, quienes desde su autonomía, investigan e investigan para no probar nada, permitiendo que pocos disfruten el dinero de todos, justo en la institución que debe vigilar que no se cometan delitos.
#ConRespeto, el sistema esta chileno está corrupto en su esencia y cada uno de nosotros hace la vista gorda de manera degenerada; si nos escandalizamos con lo que ocurre en las AFP, las Isapres, las farmacias, la industria de papeles higiénicos y los bancos, pasando claro por todos los órganos del estado y cada uno de los servicios públicos, tenemos que empezar a denunciar a ese sujeto que siempre suma dos más dos igual 3.
Comprenderé todo ataque de corte político donde se mencione que soy un facho momio ultrón de derecha que le sonríe al ex presidente Sebastián Piñera, pero aprovechando un eco de semana santa…. Quién tenga un candidato que esté libre de pecado, que me tire la primera piedra.
No basta machar, no basta vomitar ira en las redes sociales, no basta con preocuparse del propio feudo, esta degeneración moral se corrige desde dentro, votando y participando en política, enunciando cada una de las situaciones de las que uno es testigo, por el bien de Chile y por tranquilidad moral.
En fin, siento que vale la pena tener principios y tratar de ser un aporte, más si es dialogando entre chilenos dentro de una lógica suprapartidista, porque la única válida forma de llegar a ser lo que pretendemos, es actuando con rectitud y con visión republicana.
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