He observado de lejos este asunto del fallo del Tribunal Constitucional acerca del uso de las tablas de factores de riesgo en las Isapres. Hace años decidí que nunca ingresaría a una Isapre, principalmente por las cosas que he visto en el sistema. Como el caso de uno de mis tíos, que entró cuando tenía 23 dulces años a una Isapre y que, a lo más, la uso en el oftalmólogo y un resfrío al año, al cumplir los 50 años inmediatamente vio subir el costo de su plan al doble.
O cuando las Isapres te vendían planes sin útero (creo que ya no existen afortunadamente) y me sentía violentada; o cuando hablo con personas con enfermedades preexistentes y que me dicen que “no pueden” cambiarse, porque otra Isapre no las “recibe”. No son situaciones poco frecuentes.
Yo, por mi parte, con mi 7% a Fonasa (que no me subirá unilateralmente), siento que colaboro con la salud en Chile, con la que es mujer como yo, con el que es adulto mayor, con el que tiene enfermedades preexistentes. Y digo con la “salud” y no la “salud publica” porque luego de la crisis mucha gente se tuvo que salir de su Isapre y entonces todos los centros médicos y clínicas en Chile aceptan Fonasa, entonces allá también van a parar nuestros dineros.
Si lo que se esperaba con este fallo era tratar de nivelar el asunto, para que los más jóvenes subvencionen los planes a los mas viejos, parece que no se cumplió. Al parecer les seguirán subiendo a los mas jóvenes, a los mas viejos, a las mujeres, a todos igual, porque ahora hay que esperar una “ley” que realmente regule el sistema. Quizás en varios años se llegue a un sistema privado más justo.
Mientras tanto, los profesionales o personas con rentas medias podrían cambiarse a FONASA y así cooperar con el sistema de salud chileno…de seguro con toda esa plata lo mejoramos. ¿Qué le parece?
—————————————————————
Comentarios
31 de julio
Andrea, la idea la encuentro excelente, yo tengo 56 años y partí igual que su tío, mi señora anda por la misma y «cautiva», tengo un pariente de 62 años que fue funcionario internacional por casi toda su vida, ganando mucha plata y con acceso a el mejor nivel de salud que una persona puede otener, «world class», ahora llegó a chile, después de cumplir su ciclo laboral, por que a los 50 años ya era demasiado viejo para las empresas que lo emplearon y aterrizó en la dura realidad, se cambió a fonasa a los 58 años y oh sorpresa, cuando cumplió los 60 lo mandaron a llamar de su consultorio, le hicieron los «dientes de nuevo», le hicieron todos los chequeos habidos y por haber y lo mantienen muy monitoreado, son algunos beneficios del Auge que nose conocen por la cidadanía, yo me cambio y estoy de acuerdo con usted deberían cambiarse todos.
Ahora el otro lado de la medalla:
Fonasa tiere aranceles decentes para los prestadores no como algunas isapres que pagan valores de bonos que no dan ganas de recibirlos, yo no soy médico, pero conozco a muchos que no reciben bonos de isapres pero si de fonasa.
0