Una noble aspiración de Naciones Unidas para 2030, es lograr el objetivo nº3: “Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades” , para ello hay una serie de metas asociadas, en síntesis:
- Reducción de tasas infantiles y maternales de mortalidad
- Poner fin a las epidemias del SIDA, la tuberculosis, la malaria y las enfermedades tropicales desatendidas y combatir la hepatitis, las enfermedades transmitidas por el agua y otras enfermedades transmisibles.
- Fortalecer la prevención y el tratamiento del abuso de sustancias adictivas, incluido el uso indebido de estupefacientes y el consumo nocivo de alcohol.
- Garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de planificación de la familia, información y educación, y la integración de la salud reproductiva en las estrategias y los programas nacionales
- Reducir a la mitad el número de muertes y lesiones causadas por accidentes de tráfico en el mundo
- Lograr la cobertura sanitaria universal, en particular la protección contra los riesgos financieros, el acceso a servicios de salud esenciales de calidad y el acceso a medicamentos y vacunas seguros, eficaces, asequibles y de calidad para todos.
En lo sucesivo, los diversos gobiernos tendrán que rendir cuenta, respecto al avance en el cumplimiento de indicadores asociados. En la prevención y tratamiento del consumo nocivo de alcohol y drogas, si bien la intervención del Estado es necesaria, la sociedad civil tiene mucha experiencia que aportar al respecto, y en conjunto con el rol de la familia son vértices fundamentales del diamante de bienestar necesario para formular políticas públicas sociales exitosas. «Relativo a la cobertura universal, tengo la esperanza que para el 2030, el autofinanciamiento en sedes de organizaciones comunitarias, para costear tratamientos de enfermedades complejas y/o catastróficas no será promovido alevosamente, por algunos, como libertad de elección»
Respecto a las muertes por accidentes de tráfico, más allá de la sensación generalizada de bienestar y progreso, que ha dado el acceso exponencial y generalizado al primer automóvil, la seguridad al interior de ellos, es crucial. Promoción de la conducción defensiva, tolerancia cero de alcohol al volante, protección para niños y niñas, educación vial, me parece que se han dirigido en la dirección correcta, de acuerdo a lo que se espera de un país en vías de desarrollo.
Relativo a la cobertura universal, tengo la esperanza que para el 2030, el autofinanciamiento en sedes de organizaciones comunitarias, para costear tratamientos de enfermedades complejas y/o catastróficas no será promovido alevosamente, por algunos, como libertad de elección. Una orientación podría estar en fortalecer la salud pública, más médicos especialistas, incrementar el número de patologías GES, un argumento razonable, reside en el 77% de los chilenos y chilenas que somos usuarios (Fonasa, 2016) y asimismo instaurar una cultura de prevención y autocuidado.
Referencias.
Jane Jenson. Social Innovation. Redesigning the welfare diamond.
Fonasa (2016) Balance de gestión integral.
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Chile.
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