Es la intención de quien escribe, contribuir en forma participativa a construir socialmente Salud, pensando como algunos expertos que la Medicina y la Salud, constituyen la expresión mas alta y digna de lo que deber ser la Política.
En este sentido queremos aportar a que Chile sea: «Un país, profundamente democrático, que supere las oligarquías y castas políticas, y que incorpore a la Sociedad Civil y la Ciudadanía en general al ejercicio del poder, a través de una Democracia que combine la democracia representativa y la democracia directa, disminuyendo el excesivo poder de la clase política. En suma además, un país inclusivo, descentralizado que privilegie a la clase productiva más que a la mercantil y que supere la dependencia de grupos de poder económico extranjeros. (Visión del país que planteamos en el Encuentro Local, en que participé en el proceso Constituyente).«La Medicina (y la Salud) es Ciencia Social, y la Política no es otra cosa que Medicina a gran escala»
En el marco de lo anteriormente expresado, quisiera partir estas reflexiones, que se basan en los antecedentes y dichos de variados autores historiadores y otros cientistas sociales además de planteamientos propios, hurgando en los orígenes de la Política y más adelante en los orígenes de la Salud.
Veamos, en la Grecia antigua se llamaba Oikos al Hogar. En el Hogar vivían grupos grandes de personas (decenas), grupos de subsistencia que compartían un mismo sitio donde alimentarse.
Una solidaridad básica recorría el hogar. Pero también se practicaba la «producción» en los cultivos, en la ganadería, en la provisión. En palabras actuales, el hogar era la protección de la comunidad inmediata (hoy la familia) y la economía (hoy la empresa).
Cuando la actividad económica fue tan dinámica que rompió con la hacienda domestica, nació la empresa económica, entendida como actividad desprendida del hogar.(Alberto Mayol. «No al Lucro» 2012).
En suma, en Grecia el hogar precedió a la Política, pero se hizo insostenible. Debía existir una dimensión de construcción de acuerdos, en este sentido los griegos, para coordinarse, se juntaron en las plazas o, en definitiva, las hicieron. Y luego construyeron la polis, la Política.
O sea, podríamos decir que las plazas se originaron con el objetivo central de poder desarrollar la política por parte de la comunidad, y esto a través de asambleas, que posteriormente conocemos como cabildos. Más adelante pensaron cómo iban a llevar a los que nacían desde el hogar a la Política (veremos que esto fué en definitiva la educación).
Lentamente se aprende a valorar el aporte de la política. Descubren los griegos que hay algo que es común a todos, que hay la «cosa pública», asuntos que invariablemente atañen a muchos y que legítimamente todos deben estar al tanto.
Los griegos, en este contexto, entendieron que no tenía sentido que cada generación aprendiese de nuevo, a partir de diversas experiencias, la noción de lo público.
Por ello resultaba imprescindible la existencia de un modo para incorporar a los niños en la polis, de forma tal que resultara natural integrarse con las normas, con la actividad económica, con los valores y con los criterios de decisión política. Fué entonces cuando los griegos inventaron la educación.
Desde entonces la educación es un viaje, un trayecto, siempre el mismo, es el camino que conduce desde el hogar y los lleva a la política, a la ciudad, a la sociedad. Una y otra vez, por miles de años, la educación ha hecho lo mismo: toma un niño en el hogar y tras muchos avatares, tras complejos aprendizajes, tras los fracasos y los éxitos, lo termina entregando en la Polis.
Las expresiones anteriores, tomadas del Sociólogo Alberto Mayol, me han parecido brillantes en la definición de lo que realmente debiera ser la Política con mayúsculas. Como asimismo respecto al orígen de la educación.
Más adelante, podremos relacionar todo lo anterior con lo que hoy entendemos por salud, para lo cual deberemos hacer un periplo por su historia, de modo de decir junto al Dr.Rudolf Virchow médico alemán del siglo 19, que la Salud y la Medicina son en definitiva la Política llevada a su más alta expresión.
Rudolf Virchow lo expresó en la siguiente forma:
«La Medicina (y la Salud) es Ciencia Social, y la Política no es otra cosa que Medicina a gran escala»
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