En estos días leí una noticia de una mujer que acusa que un médico se negó a atenderla dado que amamantaba a su hija de dos años y que incluso la expulsó de la consulta. Aparte de indignarme mucho con lo sucedido y de solidarizar con esa madre; recordé varias situaciones que tuve que vivir cuando yo también amamantaba a mi hija y tenía que acudir al médico con miedo e incertidumbre, sin saber cómo éste iba a reaccionar ante mi decisión de prolongar la lactancia.
Con la noticia recordé, además, a unas amigas y conocidas que también amamantaban a sus hijos en ese entonces. Éramos varias las que participábamos de grupos de fomento a la lactancia, así que nos acompañábamos en ese caminar por la maternidad tan invisible y poco valorado. Era usual encontrarse con algunas madres que amamantaban a sus hijos ya más creciditos ante los ojos de la sociedad y de tantos médicos que poco saben de lactancia. Recordé que algunas de ellas me decían que cuando iban al doctor omitían que amamantaban o derechamente mentían con respecto al tema, pues ya habían tenido experiencias tan terribles que preferían quedarse “calladitas”. Una de ellas me confesó que había salido casi llorando de la consulta de salud por el trato que había recibido. Qué rabia y pena aún me da…
¿Cuál es el problema con la lactancia? Está claro que el desconocimiento es tremendo y vergonzoso. Me atrevo a decir que la mayoría de los profesionales de la salud tienen tan poca formación en este tema y la poca información con que cuenta es tan errada.
Siempre pienso ¿Cuál es el problema con la lactancia? Está claro que el desconocimiento es tremendo y vergonzoso. Me atrevo a decir que la mayoría de los profesionales de la salud tienen tan poca formación en este tema y la poca información con que cuenta es tan errada. Paradojalmente gozan de tanta credibilidad.
“Después de los 6 meses del bebé la leche ya no alimenta, es pura agua”, “La lactancia prolongada es para los países pobres o para las “indias””, “EEUU tiene bajo índice de lactancia y mire cuánto miden” “Se le van a caer los pechos” , fueron algunas de las frases que escuché en mi peregrinar de consultas médicas. Así, tras esta seguidilla de comentarios burdos que no cuentan con ningún respaldo de ningún estudio serio, no queda más que empoderarse y no permitir ningún tipo de reproche absurdo, antojadizo e ignorante.
Por lo tanto, después cuando tenía la mala suerte de enfermarme y yo seguía amamantando, iba lista con mi discurso a favor de la lactancia y del poder decidir respecto a mi cuerpo. Pero claro, si organizaciones como la OMS, Unicef y la Liga de la Leche coinciden en que la lactancia materna es el alimento más perfecto que un bebé- niño puede recibir siempre, que los beneficios que tiene tanto para el hijo como para la madre son inconmensurables, que la leche no pierde propiedades con el tiempo y que la lactancia se puede prolongar hasta que la madre o hijo lo deseen, pues a mayor duración mayor es su beneficio potencial. Dicho sea de paso, la OMS recomienda la lactancia materna hasta los dos años o más.
Pese a todo lo anterior, muchos médicos se excusan cuando no atienden adecuadamente a una mujer que amamanta asegurando que no hay medicamento compatible con la lactancia. De paso, algunos aprovechan de denigrar a esa mujer, de darle información errada y de hacer comentarios discriminatorios y ofensivos.
Lo que más me indigna de todo esto es que muchas veces esa mujer que decidió extender la lactancia y que es acosada por tal razón, es la misma mujer que recibió todo tipo de recriminaciones y comentarios acusatorios en el inicio de la maternidad cuando quiso destetar prematuramente. Hacerte sentir mal porque no quisiste seguir amamantando y hacerte sentir peor porque extendiste la lactancia más de lo “normal”. Una vez más la mujer y su decisión respecto a su cuerpo no es respetado y peor aún es motivo de burla, discriminación y violencia.
Por Ilsen Jara @IlsenJaraQ
Comentarios
31 de julio
Ilsen. Coincido plenamente con lo que planteas. La naturaleza es sabia. Si ésta permite a una madre producir leche para alimentar a su hijo o hija por un tiempo prolongado y esa madre decide hacerlo, ¿quién puede entrometerse? Siendo el mejor alimento en los primeros años de vida, resulta más incomprensible que sea un médico el que se oponga.
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31 de julio
Claro que sí, Carlos. Cariños
01 de agosto
Palos por que bogas y palos por que no!
La lactancia materna es mucho más que alimentación, es un vínculo único ( emocional y físico) y ambos, madre y bebé, deben estar preparados para terminarlo, es un proceso y, a mi juicio, deber ser natural el destete…para algunos será a los tres meses, para otros a los tres años….pero siempre será entre DOS….
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01 de agosto
«El manejo autónomo de la lactancia en cuanto a su modalidad y duración, en cuanto al placer y al contacto que provoca con el mundo interno, permite que la esencia femenina aflore sin tapujos. También es necesario fortalecer el intercambio entre mujeres para constatar de esta manera la abundancia de amor, entrega y perfección que asoma en cada gota de leche.» (Laura Gutman)
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