Hace años, mi maestro en la patología y medicina oral me dijo que los seres humanos somos como las superficies celulares “unas membranas selectivas”. Sin procesar demasiado la frase, que por ese entonces me hizo sentido, hoy podría agregar a esa expresión una nueva dimensión, considerando que -si los seres vivos somos una membrana permeable- eso nos para ante el universo como una estructura que delimita un sistema no aislado.
Entiendo la vinculación indisoluble, es que la praxis un buen investigador y profesional prestador de servicios médicos debería ser dirigido por el conocimiento (basado en la evidencia y en la experiencia), por la compasión (como impulso para aliviar el sufrimiento), la asertividad (capacidad de ponerse en el lugar del otro) y la interacción.
El individuo es una estructura. Cualquier estructura es una constelación espacio-tiempo que ocupa un lugar único en su entorno, una superficie. La superficie es la primera conquista que se da con nuestra existencia, que comienza en la implantación. Y es esta conquista la que divide el espacio-tiempo en dos: una interna, cerrada, que le pertenece al individuo y el exterior o medio ambiente. La superficie nos asegura el suministro de energía y la comunicación. Desde un punto de vista termodinámico sería un sistema abierto, lo que vincula la reflexión a las membranas selectivas de mi maestro.
El entorno puede ser un sistema también. Las estructuras pueden interactuar con el entorno y crear una nueva estructura a un nivel de orden superior, que es como siempre hemos estudiado la fisiología o la biología en general. Las estructuras interactivas que crean una superficie constituyen además un sistema.
Armemos un sistema. Nuestros latidos cardíacos al correr, los vasos contienen la sangre, la sangre fluye a través de los vasos del corazón, los eritrocitos son transportados con el torrente sanguíneo. Nosotros corriendo somos el ambiente del corazón, el corazón el ambiente de los vasos intracardíacos, el vaso sanguíneo el ambiente de la sangre y esta última de los eritrocitos. Cada espacio interior puede ser considerado como un ambiente interior, que en consecuencia podría actuar de manera similar al ambiente que rodea todo el sistema.
Es precisamente en el punto anterior que nace mi creciente incomodidad cuando líneas de investigación y servicios médicos tratan de separar completamente la persona de la enfermedad. Entiendo la vinculación indisoluble, es que la praxis un buen investigador y profesional prestador de servicios médicos debería ser dirigido por el conocimiento (basado en la evidencia y en la experiencia), por la compasión (como impulso para aliviar el sufrimiento), la asertividad (capacidad de ponerse en el lugar del otro) y la interacción. En la prestación de servicios, le seguirán la calidad del tratamiento con favorables respuestas a: ¿Se da el tratamiento adecuado?; ¿Se está administrando bien el tratamiento?; ¿El paciente está siendo tratado?. Queremos modificar el fondo, afectando favorablemente el máximo de sistemas posibles.
Partiendo desde la base, un sistema se caracteriza por sus estructuras internas, su función superficial y su vecindad. La interacción con un sistema vecino se llama evento. Y un evento puede alterar un sistema, crear nuevos sistemas o inducir la decadencia del mismo.
Creo que estamos en camino de esta comprensión. Una de las ramas de las ciencias biomédicas que aporta en este viaje es la epigenética. Ésta consiste en el estudio de las modificaciones en la expresión de genes que no obedecen a una alteración de la secuencia del ADN y que son heredables. Fuentes de modificaciones importantes de los genes son los factores ambientales, que pueden afectar a uno o varios genes con diversas funciones.
Comentarios
01 de abril
ti, ti, ti, tt, ,t …
mm
m
-1
05 de abril
El autor confunde «asertividad» con «empatía», y aun así, a mi juicio sigue equivocándose, ya que la empatía no se ajusta al contenido del texto.
0
07 de abril
Julio, lo primero es cierto. El mismo día en mi sitio puedes encontrar una versión sin el error que relatas y con un remate diferente: http://www.cesarrivera.cl/los-seres-humanos-como-membranas-permeables/
Con lo segundo no concuerdo.
Un cordial saludo,
César.