La construcción ilusoria que pretende distinguir algún tipo de uso de la cannabis basado en la subjetividad del usuario lleva a confusión.
A menos que se esté trabajando desconociendo principios científicos vinculados a los conocimientos sostenidos por Einstein, entre otros, a principios del siglo veinte, donde se establece la presencia de una realidad trascendente a la materia, vida esencial, que debía ser incorporada en la comprensión inteligente y actualizada, epistemológicamente escaneada por el rigor que busca coherencia y consistencia en la verdad científica; o fuera de los principios jurídicos mundiales, y a los que nuestro país está suscrito por y para pertenecer a la comunidad internacional de naciones, cuando se establece como patrimonio fundamental de la humanidad la identidad esencial el espíritu de todos los habitantes del planeta.La cannabis siempre es medicinal: cuando una madre la usa para detener las crisis convulsivas, cuando salva a un paciente con rabia, cuando asiste para trascender el dolor, cuando recrea el contacto con un momento y calma la ansiedad, incluso cuando se usa para evadirse.
Si consideramos este contexto esencializado, toda influencia de la planta sobre la dinámica orgánica de una persona, es una contribución para su salud, especialmente cuando se recibe su efecto «psico-activo», al promover la participación consciente del individuo como estrategia para enriquecer el protagonismo de éste en su vida, vía expansión de la consciencia que genera.
La actualización de la «vida espiritual», abre otro orden de oportunidades, la noción esencial de lo que significa estar vivos se recrea.
Pudiendo aún profundizar para más claridad, en síntesis, la cannabis siempre es medicinal. Porque cura a todo el que la usa de una enfermedad fundamental, que consiste en la desconexión con planos de nuestra vida, trascendentes, que cuando actualizados empoderan, otorgan lucidez y armonía, modificando el escenario de un modo dramáticamente favorable, promoviendo salud, al recuperar ni más ni menos la esencia de la vida en la consciencia cotidiana, como lo natural que es y siempre ha sido.
El uso en todos los casos: cuando una madre la usa para detener las crisis convulsivas, cuando salva a un paciente con rabia, cuando asiste para trascender el dolor, cuando recrea el contacto con un momento y calma la ansiedad, etc.
Siempre es medicina, siempre cura, siempre enriquece, siempre favorece la realización espiritual, incluso hasta cuando la usan para evadirse.
Debemos prosperar en la comprensión de que estamos usando, ésta debe ser evolutiva, y estar atentos para no restarle quilates a las acciones mismas con entendimientos de menor rango que las experiencias en desarrollo.
La lectura de «uso medicinal» está sirviendo para favorecer la discriminación arbitraria de los otros ordenes de uso, que en lo esencial son lo mismo, al remitirnos a la experiencia en lo fundamental, es una distinción ilusoria, que confunde y que insinúa el conflicto entre lo bueno y lo malo, es un poco tendenciosa, una parte queriendo pasar por el todo, es propio de análisis en el modelo que termina prohibiendo.
Cuando menos ésta es nuestra lectura, que es la que para bien y mal conduce nuestras acciones, y que además, siempre ha pretendido ser contribución.
Milton Flores, Médico Psiquiatra.
Director Equipo Triagrama
Comentarios
24 de diciembre
Que manera de darle complejidad a un tema que no reviste tal.
La marihuana tiene propiedades medicinales, SI, al ser un depresor del SNC calma, es el único, NO, pero cada cual ve lo que más le sirve.
La marihuana sirve para pasarlo bien, SI, cuando no eres capaz de entretenerte sin ayuda, alcohol, marihuana, éxtasis, cocaína y todo aquello que estimule la vía de recompensas (sexo, locuras y chocolate) sirve.
Y también, la marihuana es un potente evasor, o sea, te desconecta de los problemas, estilo time out.
El tema sin embargo no es ese, el tema es cuanto sabe al respecto un adolescente cuando empieza a explorarla y, cuán pura es la marihuana a la que se accede.
Porque como una vez me dijo un escolar, «me gustaría ver a alguien con dolor de hueso fumando paragua» (marihuana prensada con neopren)
Como lo he dicho hace tiempo, falta comprensión del contexto cotidiano de este problema y políticas preventivas más empaticas que prohibitivas, pero algo me queda claro, si no se ve el tema a fondo, se va a destapar una caja de Pandora.
(No entre quienes son consumidores responsables, sino entre quienes alguna vez fumaron para lucir mayores y tomaron para sacar pachorra)
Aunque duela, mucho psiquiatra y poco psicólogo en la discusión!
Espero no ofenderte.
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25 de diciembre
Una afirmación desafortunada como pocas. «La cannabis siempre es medicinal» Un juicio así de superlativo cuesta poco y nada refutar, puesto que basta un solo ejemplo. Y vaya que sobran. Dudo … no, no dudo, tengo la total certeza de que los vagos marihuaneros que se reúnen en una plaza cualquiera para fumar la hediondez esa, tengan alguna necesidad medicinal comprometida en ello.
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25 de diciembre
Infórmate estimado…. Si hay usos medicinales, pero aciertas cuando hablas (inadecuadamente) del uso recreacional.
Ahora bien, en defensa de esos vagos…. preferirías que tomaran o que fumaran pasta base… o mejor, que se inyectaran.
Cuidado con escupir al cielo… sino pregunta en Holanda
27 de diciembre
estoy muy de acuerdo con el doctor flores, y este tema ya debe tener una solución, por las muchas personas que son detenidas y encarceladas por consumir u ocupar la para fines medicinales y esto no lo digo yo, hay mucha documentación sobre el tema. hay ademas algo que es mas importante EL TESTIMONIOS DE FAMILIAS CHILENAS QUE PUEDEN DEMOSTRAR MAS QUE MIL ESTUDIOS LOS BENEFICIOS QUE HAN RECIBIDO DEL CANNABIS . y siempre abran algunos comentarios que solo refleja la ignorancia de algunos… en el diario cotidiano con cuantos consumidores te relacionas sin saberlo??: doctores, abogados, comerciantes, etc, y por su puesto jipys es parte del mundo, y no por consumir cannabis eres delincuente. estoy tranquilo, el tiempo lo dirá. por que ya desde hace mucho tiempo el CANNABIS se ocupa como medicina en ISRAEL, PORTUGAL Y MUCHOS OTROS PAÍSES , o me van a decir que CHILE es el centro de estudios sobre esta materia. asi como antes se gesto la prohibición del cannabis que naco en ESTADOS UNIDOS, nuevamente los copiones chilenos solo tienen que pedir informes a estos países y en especial a estados unidos, para ver que ellos ya están legalizando y dejando de discriminar a los consumidores de cannabis. basta ya de esta persecución estamos en democracia.. creooooo.
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27 de diciembre
Hay un infinito potencial desperdiciado por negligencia de nosotros como especie humana, esperando manifestarse, hay una privación de salud, de bienestar, de libertad y esencialmente de su dignidad, sea un usuario o no.
Basta ponerse la mano en el corazón para comprender que la medicina siempre debe estar a disposición de quien lo necesite y que privarla es un acto de matonaje.
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29 de diciembre
Me parece que cuando el dr. Flores afirma que la experiencia cannabica es siempre saludable o medicinal, está convocándonos a observar la potencialidad del contacto psicocannabico, la potencialidad ineludible que garantiza la respuesta fisiológica del sistema cannabinoide, y su inclusión como medio para acceder a planos esenciales de la existencia humana. En efecto, al activarse el sistema cannabinoide ( todos lo tenemos en nuestros respectivos cerebros) contamos entonces con mayor información a administrar, entramos en contacto con un complejo de potencias fisiológicas generalmente postergadas por la inactivación del mismo sistema. Luego esa cualidad del uso o consumo de cannabis, acontece siempre medicinando o activando al menos potencias de nuestro sistema comunicativo cerebral. Se potencia derechamente y de manera dramática. Luego esa información amplia y cualificada con que contamos una vez ocurrido el efecto psicocannabico, debe ser administrada, ahí viene la confusión que nos explica el dr. Flores, y acusan algunos comentarios antes publicados. Pues esa cualidad adquirida por el sujeto debe ser administrada, es decir confiere una libertad nueva para el mismo, es una potencia subjetiva, cada cuál le dará la comprensión que conlleve su lectura, su cultura.
Ahora cuando el Estado se arrima a la posibilidad de garantizar uso medicinal, marginando otros usos, en efecto se está a priori negando la legitimidad que cualquiera de nos. pueda acceder en libertad y sin antejuicios, tipificando conductas como delictuales sin serlo, a un ejercicio de un derecho que importa e involucra la vida esencial de las personas. Nivel garantizado nacional e internacionalmente por las normas y leyes fundamentales que regulan nuestra convivencia. Tales normas primarias deben ser orientación basal para el resto del sistema u orden jurídico, para el Estado de Derecho, so riesgo de deslegitimización. Se trata del deber ser, para que el ser pueda contar con una libertad total, cuya administración importa sanar.
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