Chao Cajita Feliz

Después de un largo trámite legislativo, la ley 20.606 sobre composición de alimentos y su publicidad fue publicada en el Diario Oficial con fecha 6 de julio de 2012, estableciendo que el Ministerio de Salud(MINSAL) debe reglamentar cuáles alimentos se definen como no saludables a contar de un año de su fecha de publicación. Estos no podrán ser vendidos al interior de colegios y ofrecidos o entregados a título gratuito a menores de 14 años de edad, así como tampoco podrán ser publicitados o podrán utilizar medios que aprovechen la credulidad de los menores.

Hay incisos dentro de la misma ley que no necesitan reglamento y son de aplicación inmediata: artículo 6 inciso tercero que establece que “la venta de alimentos especialmente destinados a menores no podrá efectuarse mediante ganchos comerciales no relacionados con la promoción propia del producto, tales como regalos, concursos, juegos u otro elemento de atracción infantil”.

Numerosos académicos de la Universidad de Chile y organizaciones de la sociedad civil (Conadecus, Liga Ciudadana de Consumidores, Alianza Global contra la Obesidad, Asociación de Padres y Apoderados, Ferias Libres de Chile) han formado un observatorio ciudadano para monitorear el cumplimiento de la ley. Estas organizaciones han encontrado que numerosas empresas siguen entregando juguetes asociados a la compra de alimentos altos en grasas, sal y azúcar, es decir, no saludables. A pesar de que Chile es uno de los países a nivel mundial con una de las mayores cifras de obesidad infantil (24% niños de primero básico), que condiciona otras enfermedades, nos encontramos con que desgraciadamente existe una diferencia en la interpretación de la ley por parte de las mismas autoridades del Minsal. Esto retrasa y dificulta la fiscalización por parte de las Seremis de Salud. Mientras el Subsecretario de Salud explica en los medios de comunicación que la ley aplica en un año, el Sr. Ministro de Salud explica que en este punto la ley aplica, pero que no cuenta con suficientes fiscalizadores. 

¿Por qué las empresas son tan reacias a retirar juguetes y promociones destinadas a niños? Porque estas corresponden a técnicas de mercadeo altamente efectivas que aseguran el consumo regular, compras repetidas y lealtad a la marca que utilizan la ingenuidad y credulidad propia de la inmadurez de los niños. Estas técnicas operan entre otras, a través de la entrega de juguetes para coleccionar, juegos y envases con  figuras de colores fuertes y atractivos de algunas de las películas para niños que se exhiben en cines. Estas promociones asociadas a alimentos suelen ir acompañadas de comerciales en televisión, radios, insertos en diarios y revistas, utilizando además, tecnologías no siempre accesibles al control de los padres tales como sitios Web, e-mail, mensajes de texto.

¿Qué podemos hacer para que la autoridad sanitaria cumpla con su deber? Ya que el Ministerio de Salud, a través de las Seremis respectivas, no cuenta con suficientes fiscalizadores, los ciudadanos de Chile debemos cumplir esta función fiscalizadora porque la leyes se hacen para ser cumplidas y porque necesitamos proteger a nuestros niños de la intervención emocional que las empresas de alimentos desarrollan para mejorar sus ventas entregando regalos y juguetitos. 

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* Doctora Cecilia Castillo L, nutrióloga infantil, asesora Liga Ciudadana de Consumidores

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Foto: msabcmom / Licencia CC