¿Cuándo saldrán los católicos de buena fe a defender su iglesia de los usurpadores que en nombre del celestísimo se alejan de la doctrina?
Desde el cielo de la nave central de la iglesia de El Almendral, un ojo mira hacia abajo desde el medio de un triángulo. Manos de artistas decoraron el templo en el que la comunidad cristiana fiel alaba al santísimo. Sendas columnas sostienen su altitud que la encumbra al cielo. Si las miras desde lejos al entrar, parecen de mármol, pero cuando te acercas te das cuenta que son mérito del artista, pues es sólo utilería.
Hermosa se ve la escala en espiral del palco. Tiene aplicaciones de mármoles de distinto colores. Eso no es verdad: si te acercas y la tocas, es pintura que emula nuevamente al noble mármol.
En las paredes laterales, las imágenes sacrosantas que tanta paz proveen en nombre del redentor, parecen tener una profundidad y un relieve cuidadamente trabajado. Es solo una imagen, no es verdad. Las sombras de la textura fueron pinceladas del artista: la muralla es plana.
Me gusta entrar a los templos, aun cuando no soy católica, sobre todo al de El Almendral que cobija del sol después de caminar desde el cementerio a esperar la micro que me devuelve al centro de San Felipe.
¿Qué hay de cierto dentro del templo? ¿Qué es verdad? ¿La noble mirada de un Cristo de yeso? ¿La palabra mántrica del sacerdote?
El lujo arribista de aquel que pretende demostrar algo que no es, se parece poco a la humildad pregonada por el hijo del carpintero.
¿Sabía usted que menos del 5% de los estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Chile son del quintil 1 en el 2012 (no conozco la cifra actual)?¿Sabía usted que en la Universidad del Bío Bío, la mayor parte de los estudiantes son del quintil 1, o sea «hijos de carpinteros»?¿Sabía usted que la Facultad de Educación de la UC está atrás del edificio Angelini?¿Sabe usted que a la mano derecha del Cristo de la entrada del Campus San Joaquín está el edificio Luksic?¿Sabía usted que los imperios económicos de los Luksic y los Angelini se han hecho ricos a costa de la pobreza de nuestro país?
Jesús, ese del madero, dijo que dejaran que los niños se acercaran a él. ¿Qué oído torcido puede entender que aquello era un llamado para abusar de los inocentes? Mientras Ezzati es envestido como cardenal, en Chile Karadima sigue haciendo misa en nombre del niño que nació en Belén.
No soy católica, pero siento que la Iglesia de La Legua o la de La Victoria se parecen mucho más a la humildad y sencillez que nos acercan a gloria del padre que ellos dicen que existe.
No soy católica pero apoyo el trabajo de los curas valientes que arriesgan el pellejo para hacer oír la voz de los que sufren, de los desposeídos, de los «invisibles» del sistema, pues creo que en ellos vive el Cristo que sufre.
Se habla harto, se hace poco. ¿Cuándo saldrán los católicos de buena fe a defender su iglesia de los usurpadores que en nombre del celestísimo se alejan de la doctrina?
Dios, no sé si existes, pero si existes, perdónalos porque no saben lo que hacen.
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