«Uno puede meter las patas, pero no las manos». Esta frase refleja una situación que se ha instalado hace bastante tiempo en Talca y es que el edil Juan Castro y su Administrador Municipal, Juan Carlos Díaz, a ambos los «pilló la máquina» y hace algunas semanas se anunció su formalización por presunto delito de Cohecho en contra de Díaz debido a irregularidades en la comercialización de terrenos con empresas contratistas.
Claramente quien escribe no quedó indiferente a esta situación, no es primera vez que la actual administración de la capital Regional se ha visto envuelta en la polémica, anteriormente en casos de homofobia o uso inapropiado de imagen por parte del mismo Díaz en el programa radial «Junto a ti», espacio de la Municipalidad en Radio Paloma. Este hecho fue denunciado por el Abogado Fernando Leal, aspirante independiente al sillón edilicio de Talca. Sin duda esto -para alguien más reflexivo- no es algo que se justifique y si bien nadie desconoce que la administración Castro ha sido, sin duda una de las más exitosas que ha visto Talca, claramente no se puede justificar lo injustificable como tampoco se debe tapar el sol con un dedo, puesto que constituyen practicas despreciables que no solo deforman el accionar de un edil, sino que además menoscaban aún más la ya nula confianza de las personas hacia el mundo político.Sin duda esto -para alguien más reflexivo- no es algo que se justifique y si bien nadie desconoce que la administración Castro ha sido, sin duda una de las más exitosas que ha visto Talca
Lamentablemente las personas muchas veces no tienen en consideración aquellos elementos y se dejan llevar por lo tangible, cayendo en el juego de estos personajes. «Mientras la ciudad progrese, que tanto importa que roben», frase repetida entre muchos talquinos con quienes entablamos conversaciones, pero claramente el arreglar calles, obras de paisajismo y programas recreativos no pueden justificar bajo ningún punto de vista que miembros de un equipo municipal ocupen fondos de todos nosotros para alzarse y perfilarse como candidatos, pues simplemente con una gestión correcta y sin caer en actos irregulares les bastaría para poder saltar de trampolín en trampolín.
Es muy probable que estas acciones no prosperen y Díaz sea el próximo Alcalde de Talca, pero por muy inútil que sea el llamado, se hace imperativo generar conciencia, pensar con los pies sobre la tierra y detenidamente qué es o cómo queremos que sea nuestra ciudad, así como también hacer el mismo ejercicio pero con nuestras autoridades, ya que estas a diferencia de un producto del retail no vienen con ticket de cambio. Para concluir se hace pertinente hacer una última reflexión, pues no sólo basta con ver ideas, sino que también ver a las personas que tienen esas ideas y que es lo que harán con ellas. Dicho en otras palabras, uno ve caras pero no corazones.
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