Una cifra que manejamos en la Corporación La Esperanza (centro de rehabilitación) es que el 90% de las personas que ingresan a rehabilitarse por problemas graves de adicciones de drogas, comenzaron con la marihuana.
Iban de Rementaría, en una columna publicada en este medio de comunicación, efectúa una aseveración que comparto, dos que me parecen cuestionables y creo que no responde una pregunta que creo trascendental revelar. La primera –me sumo totalmente–: “Es preocupante que la única referencia sobre drogas de la Presidenta de la República en su Discurso a la Nación haya sido: ‘Para tener éxito en la lucha contra las drogas debemos mejorar nuestras estrategias. Durante el primer semestre del 2015 elaboraremos y lanzaremos el Plan Nacional contra el Narcotráfico, que nos permita enfrentar de manera integral y con mayor eficacia este problema».
La segunda afirmación que realizó De Rementaría es que en Chile “no tenemos un problema significativo de consumo de drogas”. ¿Será cierto? Pienso que es cuestionable tal aseveración. Somos uno de los países con mayor consumo de drogas en la región. Así lo reafirman los estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC-ONU) que nos ubican entre los primeros países de América Latina en consumo de alcohol, marihuana, cocaína y anfetamina.
Las cifras en nuestro país también son claras. Me centraré en los menores de edad, que según diversos estudios son el sector de la población más afectado por el consumo de drogas. Si comparamos el año 1995 con el 2011 se puede constatar que el mayor incremento en el consumo de marihuana se produjo en octavo básico, con un aumento de 250%, y en primero medio con 130%. Además podemos observar que, en las drogas más duras, la cocaína tuvo un crecimiento de 244% y la pasta base, en primero medio, de 250%. Estos números entregados por el SENDA hablan por sí solos.
Una tercera frase de De Rementería que deseo comentar es ésta: “Los expertos consideran que esta sustancia –marihuana– no es la puerta de entrada a ninguna otra droga más dura”.
Existen numerosos estudios que evidencian la hipótesis de la “puerta de entrada” –me ahorraré muchos por problemas de espacio–. Entre los más destacados, están Van Ours, Bretteville-Jensen, Melberg & Jones y Swift. Pero estudios y encuestas encontraremos para ambos lados, similar a la variedad de sabores de helados que existen en el mercado, para todos los gustos, hasta para los más regodeones. Sin embargo, una cifra que se maneja en el centro de rehabilitación Corporación La Esperanza, es que el 90% de las personas que ingresan a rehabilitarse por problemas graves de adicciones de drogas, comenzaron con la marihuana.
¿Las drogas son un síntoma o una causa? En Chile estamos viendo las drogas como una causa y no como lo que es, un síntoma. Sí, estamos viviendo en una sociedad fracturada, que pide a gritos cohesión social. Para el sociólogo Emile Durkheim las transformaciones sociales excesivamente rápidas causan daños en los códigos compartidos y afectan el enraizamiento del tejido social, produciendo debilitamiento en la cohesión social. Por eso es importante acabar con las razones necesarias para que exista esta fractura, y las amenazas que se ven en Chile son desigualdad social, las migraciones, una incipiente cultura del exitismo, el auge del individualismo y consumismo. Otra amenaza que no puedo dejar pasar, es que en algún momento nuestras autoridades no tuvieron ningún conflicto en mandar a los más pobres a vivir lo más lejos posible, en vivienda de pocos metros que se convirtieron en verdaderos guetos, que concentran los mayores índices de precariedad social, afectando nuevamente el tejido social y transformándose a la vez en un escenario perfecto para el narcotráfico y el aumento de la violencia.
Para concluir, creo que es importante atender las necesidades de las sociedades que están sufriendo una desintegración social –me sumo al llamado que hace De Rementería para conformar una mesa de trabajo de los distintos sectores involucrados en el asunto de las drogas– antes que lleguemos a un punto de no retorno, en el cual las capacidades de tomar medidas eficaces se tornen insuficientes.
Comentarios
03 de junio
Adhiero a este articulo.
Es cuestion de darse una vuelta por las calles para darse cuenta que en Chile el que consume marihuana fuma cigarrillos, y bebe alcohol. En Chile las personas consumen tres drogas habitualmente. Pero decir eso es discriminar, es meterse con la libertad personal y blablabla.
Creo que todos los pro-marihuana deberian darse una vuelta por la Corporacion o por un siquiatrico y ver in situ lo que hace esa droga.
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03 de junio
Los que piden despenalización de la marihuana no saben que están a un paso de terminar su vida en un cuarto oscuro picandose drogas duras a la vena,.
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04 de junio
donde queda la libertad de elegir nuestros propios deseos, creencias y/o libertad de expreción???
Por la despenalización no es necesario que todos los que usen marihuana terminen como dices tu en un cuarto oscuro picándose drogas duras a la vena….
yo creo y pienso que en una efectiva educación en cuanto a las drogas y hacer que todos los consumidores se hagan cargo y y responsables de su propio consumo y ademas que sean capases de ver la realidad de lo que están haciendo claramente tomaran conciencia del uso efectivo.
El ser humano es y debe ser capas de reconocer y elegir todo lo que desee y hacerse cargo de sus opciones de vida siempre. Ya en el ámbito consumo de drogas debemos reconocer que es un síntoma y conducta adquirida y difícilmente se pueda suprimir o eliminar esta, pero si se puede lograr reducir al máximo en cuanto al consumo y/o a los daños que esta pueda generar con el tiempo.
04 de junio
¿Ricardo, te han dicho que eres muy prejuicioso?
«Existen numerosos estudios que evidencian la hipótesis de la “puerta de entrada”
Usted se refiere a una ley o quizás un principio y lamentablemente son sólo hipótesis.
Le recomiendo escuchar y/o leer a Noam Chomsky respecto a la Marihuana. Esté realiza un profundo análisis histórico, sociológico y político.
Quizás le ayude un poco a entender el revuelo que causó una miserable planta y disminuir sus tajantes y prejuiciosas opiniones.