Quiero pensar en que esta vez, seamos nosotros los que manipulemos a una clase gastada, raída y decadente. Que sepamos incluir a los otros, a los que el binominal pone al filo de la guillotina.
Año clave para la política chilena. O de verdad renovamos el estilo, o a los que la ejercen.
Un año en que inauguramos el voto voluntario para el caso de Presidente, Senadores, Diputados y Cores.
Más o menos informados, cada uno deberá hacer su aporte desde el espectro del voto que usamos, o del veto que le damos.
Les quiero hablar de alguien a quien llegue a querer mucho, que está en el otro lado. De los que están en vitrina.
La conocí a todo glamour. La elegancia, el charme, la belleza innegable, un imán. Pero le sumaba a eso una energía, un carisma fuera de lo común. Y le sumaba además, la sencillez, la calidez, la cercanía.
Sumamos amistad, confraternidad en una cruzada. El resultado, a estas alturas poco importa. Importa que las peleas hay que darlas. Y en la suma y resta deben quedar las cosas trascendentes nada más.
Romina Fernández, abogada, es hoy flamante candidata a Diputada por RN en el Distrito J-34 en la VI Región. Chépica, La Estrella, Santa Cruz, Pichilemu, Litueche, etc. La veo, y es la misma, alegre, trabajadora como ella sola. Chispeante, alegre. Un torbellino de energía.
Pienso en ella y digo: yo la conocí. Y por lo mismo, pienso en ella, como la punta de lanza de una generación nueva, con una nueva manera de hacer política.
Cierto que para estar en la política deben coexistir el cariño por el servicio público y la ambición personal. No podemos ser ciegos a eso. Hacer apologías de santurronería hoy no sirve. Eso ya se demostró que no asegura buenos servidores públicos. Necesitamos gente con energía renovada. No los que apoltronamos nosotros mismos en el Congreso.
Ya pasamos la vergüenza de tener en el Senado, y a cargo de él a Guido Girardi, del que todos sabemos su prontuario. Ahora de tener a un personaje que se solaza con haber autorizado el intento de homicidio de un Presidente de la República (por que lo era cuando se atentó contra Augusto Pinochet), sentado, legislando.
Esas vergüenzas las quiero en el pasado. Hagámoslo todo nuevo. Yo quiero pensar que en este juego sucio al que nos obliga a veces un binominal, pienso ya gastado, mi amiga Romina sabrá sortear y salir triunfadora.
No soy de la lisonja gratis ni mentirosa. Mi amiga tiene lo que se necesita. Le deseo lo mejor. Le deseo lo mejor a este Chile al que los políticos de hoy obligan a dividirse entre pro y contra de una historial, real, pero de hace 43 años, no 40.
Quiero pensar en que esta vez, seamos nosotros los que manipulemos a una clase gastada, raída y decadente. Que sepamos incluir a los otros, a los que el binominal pone al filo de la guillotina.
Quiero un Chile con esos de a los que les costó mucho más llegar a representarnos. Esos, espero, valorarán aún más, el sacrificio de llegar allá, y por lo mismo no querran caer en la ignominia en la que caen los políticos de hoy, y con justa razón.
Quiero ver en el Congreso esa chupalla, notoria, trabajadora, feliz y luchadora, consecuente.
Romina, por que te conocí, te quiero ver ahí.
Comentarios
18 de octubre
Gracias Mauricio tras liderar varias batallas juntos me emociono al leer tus palabras y estamos ciertos que la Cámara de Diputados debe ser renovada. Mi distrito es el 35, que contempla las provincias de Colchagua y Cardenal Caro. Y mi lista y número es la J34. Saludos y AL CONGRESO CON CHUPALLA
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