Ahora la revolución también puede hacerse en pijamas. Las redes sociales cambiaron tan rápido a la sociedad que ni siquiera nos dimos cuenta.
Es la más revolucionaria herramienta de comunicación, información, y participación de nuestra historia, y una oportunidad para nuestras desprestigiadas democracias. Pero por sobre todo, una obligación para quienes pretendemos estar en la vanguardia de los nuevos procesos.
Si evaluamos la participación política de los ciudadanos con su presencia “física” en lugares tradicionales donde la gente llevaba sus opiniones, como sedes partidarias, juntas de vecinos u otros similares, es posible concluir que en nuestra democracia la gente no tiene mucho interés en participar, como hoy piensa la mayoría. Pero, si esa misma evaluación la hacemos conforme a los niveles de interacción de los ciudadanos con sus opiniones en la red, claramente podríamos decir que la ciudadanía si participa democráticamente; simplemente lo hace de otra manera.
Aunque sea impopular decirlo, las sedes, nos guste o no, más temprano que tarde serán sólo parte de una nostálgica postal (posiblemente una postal electrónica).
Internet cambió todo. La información en la red circula libremente. Ya no son los que ganan las guerras, ni la iglesia, ni el poder de turno el que escribe la historia; somos todos los ciudadanos, con lugares como Wikipedia, los que construimos verdades. El resumen del conocimiento de toda la historia de la humanidad, al acceso de cualquiera. Lo que el genio Jimmy Wales denomina la democratización de la información.
Cuando mi abuela Marta veía a algún político “chanta” en televisión, me decia "yo si lo viera le diria…" y se desquitaba insultándolo al televisor. Hoy, si mi abuela quisiera, al mismo político le podría decir las cosas, incluso insultar vía Twitter, y él lo vería, y también lo vería toda su red. Lo mismo corre para alguna idea o sugerencia. Es, sin duda, la mayor revolución en la comunicación desde que tenemos razón como especie.
Por eso es fundamental la política desde internet. Es el lugar donde se pueden sumar muchas personas a una participación masiva.
Sólo algunas posibilidades, a modo de ejemplo: al igual que en Wikipedia, tomar determinaciones de los documentos políticos, con la participación REAL de los militantes. Realizar seminarios donde todos puedan participar desde su casa, no sólo escuchando, sino además opinando. Información que circule rápidamente, no vía medios de prensa manipulados, sino que directamente. La tan ansiada democratización de las decisiones. Movimientos y acciones de militantes con mayor facilidad y sencillez para adherir, donde lo que valen son las ideas. Para qué hablar de la interacción de ideas, proyectos y amistades con otras personas que tienen las mismas ideas en otras partes del mundo, construyendo proyectos realmente globales.
El cambio ameritará mayor inteligencia y creatividad por parte de la clase política. La “canasta familiar” (víveres) que algunos entregan para ganar “afecto” en tiempo de campañas, acá no sirve. A los ciudadanos de internet se les convence con ideas, que triunfaran siempre que sean capaces de convencer, que estén conectadas con las personas, y que además sean transmitidas de una manera creíble y moderna. Acá no vale ser hijo de alguien famoso, tener mucho dinero, y esas cosas; lo que importan son las ideas.
En las redes sociales no se reconoce jerarquía: se reconoce autoridad.
Algunos dicen que el “persona a persona” es irremplazable. Opino lo mismo. Por eso creo que construir desde internet es fundamental, justamente por que da la real posibilidad de construir “cara a cara”.
Cuando he comentado que “La política” debemos realizarla desde internet y sus medios sociales, otros políticos más viejos que yo, pero también algunos jóvenes con miedo a lo que no conocen o temen no poder dominar, me han dicho enojados que “La gente pobre no se mete los medios sociales de internet”, y esto es así, ciertamente. Pero es un error derivar de la premisa “la gente mayoritariamente no accede a estos medios” la conclusión de descartarlos como herramienta.El camino es luchar para que todos, pobres y ricos, jóvenes y viejos, tengan acceso garantizado a la tecnología de las comunicaciones.
Hace 100 años teníamos que luchar para que los mineros del salitre, los obreros y campesinos, aprendieran a leer y escribir. Hoy, con la misma fuerza, tenemos que luchar por que se les enseñe a leer digitalmente.
Hace 40 años, el doctor Salvador Allende consideraba indispensable para que un niño creciera bien, que el estado le asegurara medio litro de leche. Hoy, para que ese mismo niño acceda a un mundo de posibilidades sin límites, y crezca desarrollándose de la mejor manera, es deber nuestro luchar por que el estado le garantice el acceso a internet y le eduque digitalmente. Un computador por niño es hoy el equivalente al medio litro de leche de Allende.
Los medios sociales de comunicación seguirán cambiando muy rápido, más de lo que pueden percibir nuestros sentidos.
Tendrá desafíos (internet tiene debates ideologicos fuertes) y tendrá de oponentes a los grupos que como en toda la historia de la humanidad, se opondrán a los cambios tendientes a generar hombres más iguales, libres y fraternos.
Ahí es donde tenemos que estar los nuevos políticos. Los políticos del mañana tenemos el deber de estar en el ahora, encabezando la vanguardia. El resto, como decían en el barrio, es “paja molida”.
Las herramientas no son ni buenas ni malas, sólo depende de cómo las usemos.Las grandes Alamedas por donde pase el hombre libre, pueden estar a unos clics.
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*Daniel Manouchehri tiene 26 años, fue Pdte del Parlamento Juvenil de Chile, Jefe de la campaña Juvenil de Michelle Bachellet, y candidato a diputado el 2009. Puedes seguirlo en www.elpuntareli.blogspot.com, www.twitter.com/dmanoucheri
Comentarios
20 de junio
Daniel, soy usuariosde distintas herramientas de la web social. Creo que, efectivamente, amplían de manera significativa las posibilidades de expresión y participación para las personas (las conectadas). Implican, sin duda, un desafío para las formas tradicionales de hacer política, ya que obliga a la clase política a adentrarse en un medio en el que los ciudadanos tienen, potencialmente, mayor poder.
Pero me parece exagerado decir que «la revolución también puede hacerse en pijamas». Las revoluciones (o los grandes cambios sociales o políticos o culturales o de cualquier tipo) se hacen en la calle, en los parlamentos, en los espacios de trabajo, en los espacios de educación. Y ahora, además, en las redes. Pero no en forma exclusiva en éstas, como sugieres a lo largo de toda tu entrada. Las redes sociales son un medio, que aún tienen que demostrar con hechos buena parte de la verborrea que ha desatado sobre su supuesto efecto democratizante.
Te invito a que pongas un sólo ejemplo en el que en un cambio social o político de envergadura haya ocurrido a raíz del uso intensivo de las redes sociales. No digo que no sea posible, digo que se ha construido en torno al uso social de Internet un mito político que esconde mucha charlatanería. Es decir, la revolución se puede hacer en pijamas, pero te recomiendo ponerte la parka encima, porque en las grandes alamedas -terreno fundamental en el que combaten las ideas- a veces hace frío.
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20 de junio
Dario,
Comparto contigo. Lo de la frase del pijamas, fue una metáfora, sabiendo lo provocativa que podría ser para algunos. Tengo claro que los procesos sociales se realizan desde muchos espacios, y no solo desde uno exclusivo. Internet tiene los defectos que tiene cualquier organización donde esta el hombre, es solo una herramienta (la mas completa para las comunicaciones a mi entender).
Quizás me equivoque, y escriba en un tiempo mi rectificación ( en general no tengo miedo a decir «me equivoque») son ideas, «mis verdades» del momento, que como toda verdad, son solo «semi verdades».
De todas maneras, tengo mi parka para el frio lista para salir a la calle, sin miedo a decir a los miles que ven la red, lo que pasa en ella… Se puede mascar chicle y caminar a la vez.
20 de junio
Saludos Dario, y que gane chile mañana