Por ausencia de la Nueva Mayoría en estas primarias, grave error político que todavía se lamenta, a lo que se suma el voto voluntario es difícil cuantificar las perspectivas de éxito o derrota en el proceso que viene. Lo que está claro es que el próximo candidato a la presidencia de Chile debe cautivar a la ciudadanía de tal manera que concurra masivamente a votar.
Conocidos los resultados de las primarias en que especialmente la derecha hace gala de la votación obtenida de 1.417.000 electores, de un padrón electoral de 13.552.613 potenciales votantes, lograron apenas el 10,4% de la votación, un resultado frágil para quienes ya se sienten ganadores porque las encuestas le otorgan unos puntos más y el débil triunfo en las recientes primarias para enfrentar la presidencial de noviembre.
«Hay que preocuparse de convocar a votar en noviembre a grandes sectores ciudadanos, comunas populares en que hay mucha abstención, e incluso facilitar dicho proceso. La derecha tiene pavor cuando la ciudadanía se moviliza y participa, saben que en ese cuadro están perdidos.»
Si validamos las encuestas para todos sus ejes de consulta, la Mori-Cerc (junio 2017), dice que el 62% de los chilenos votará en la elección del 19 de noviembre, o sea, un total de 8.402.000, por lo tanto, si la derecha quiere ganar necesita 2.868.000 votos más para ganar la elección a fin de año, (51% equivale a 4.285.000). Mientras que el Frente Amplio con sus 317.000 votos (2,3 % del padrón) serán un factor relevante para derrotar a la derecha en los comicios de noviembre.
Chile no es un país de derecha, la historia así lo demuestra; en el periodo anterior fue electo Piñera por un accidente de la Concertación y un mal candidato, rivalidades políticas, turno de la DC y desgaste de la coalición. Desde Alessandri en 1958 que no ocurría semejante fenómeno, hoy mediados por el poder de la prensa y TV, se insiste en un eventual triunfo de Piñera, pero si el Gobierno y sus candidatos oficiales, Guillier y Goic, se empeñan en hacer una buena campaña electoral, el triunfo será nuestro nuevamente. Hay que preocuparse de convocar a votar en noviembre a grandes sectores ciudadanos, comunas populares en que hay mucha abstención, e incluso facilitar dicho proceso. La derecha tiene pavor cuando la ciudadanía se moviliza y participa, saben que en ese cuadro están perdidos.
Si bien en estos momentos se observa un futuro incierto y hace que la ciudadanía indudablemente se encuentre inquieta con todo lo que ha pasado estos últimos años en materia de corrupción, estafas empresariales y el descrédito de tantas instituciones, sin embargo, el más castigado ha sido el sector político en relación a los escándalos de proporciones de los dueños de empresas que se coluden y buscan subterfugios para pagar menos impuestos comprando empresas con deudas.
Pareciera que en el inconsciente colectivo está presente que los empresarios pueden optar a dicho estatus, está en su esencia no respetar las reglas del juego o como dijo un columnista de la plaza, el tema ético no interesa en la derecha. Chile debe recuperar su valor ético como eje central de nuestras acciones, esta transición que estamos viviendo, ha permitido cambiar leyes, hacer reformas estructurales, tomando conciencia y debatiendo descarnadamente en todos los ámbitos sobre esta crisis institucional, no se puede entregar el liderato a quienes representan lo contrario del futuro que aspiramos como sociedad democrática e integradora. La derecha también apeló al miedo en estas primarias con un discurso difuso, de caos, poniendo en el centro de la política solo el crecimiento, que las cosas pueden empeorar, se perderá lo obtenido y más delincuencia, insinuando que ellos son los únicos políticos iluminados capaz de hacer los cambios que espera la ciudadanía, lo que no lograron en su gobierno anterior, aunque paradojalmente existen segmentos ciudadanos más vulnerables que operan aún en esta lógica.
En consecuencia, la gran tarea de hoy, para quienes queremos seguir en la senda del progresismo y avanzar cada vez más a un estado de bienestar o de justicia (Cortina) es abrir las puertas a un diálogo profundo, bajar y explicitar las obras del actual gobierno, dejar el pesimismo que a muchos agobia, decretar que ganará la centro-izquierda y que la instalación de una serie de reformas nos inspire a ver un futuro más auspicioso.
Comentarios
12 de julio
Señor si la derecha logra mayoria por accidentes de la izquierda parece que estamos frente a otro de ellos. El resultado de las primarias sí son un éxito indiscutido para la derecha, incluso mas que las ultimas municipales. Está claro que la izquierda es absolutamente incapaz de gobernar excepto cuando adopta ideas que le son ajenas, se comprueba en el éxito que tuvo Bachelet 1 que no tocó nada frente al fracaso de Bachelet 2 que “reformó” según sus ideas.
Y resultó que la derecha sí anticipó este fracaso con lo que usted llama “campaña del terror”, que es como acusar de lo mismo al meteorólogo que logra anticipar una tormenta. La gente percibe quienes logran anticipar mejor lo que les va a afectar, pueden haber comprado el cuento de las reformas pero la gente ya comprobó que si aún con el tremendo apoyo ciudadano y el congreso a favor no lograron mas que perjudicarlos ¿le van a comprar lo mismo ahora?. La gente sabe que la derecha vende lo que tiene, van a avanzar en mejores los ingresos, aumentar el trabajo, etc… porque ha demostrado que lo sabe hacer, no ofrece lo que no tiene como la izquierda, ahora no hay mas igualdad ni mas justicia, la izquierda no sabe como hacer lo que promete. Esa es la diferencia.
Esta claro que estamos en otro “accidente” de la izquierda.
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