Tengo vívidos algunos recuerdos del final del Gobierno de Salvador Allende y casi todos los posteriores, durante la dictadura. La sensación que me que quedó de esa época es miedo, un miedo permanente, algo que se convirtió en parte de mí. Que se metió en mis huesos.
Hoy , cuando muchas personas dicen que estamos viviendo lo mismo, les digo: no. Hoy no hay ese odio, y las movilizaciones actuales son mas sociales que políticas, son transversales a todas las tendencias. Partieron con el despertar de los jóvenes que dejaron de "no estar ni ahi" y decidieron luchar por un mejor futuro y se fueron adhiriendo todas las personas y movimientos que no se sienten representados, o cuyos derechos no han sido respetados, ni oídas sus necesidades y dejados de lado, como la clase media.
Me molesta el tono odioso y prepotente que están usando la derecha y el Gobierno para denostar y nombrar a las personas que están participando de estos movimientos. Tengo una hija universitaria, católica, fuertemente ligada a los movimientos de ayuda social, que sacrifica sus vacaciones para ayudar donde se necesite, que pasó frio e incomodidades este invierno reconstruyendo una sede social en un pueblito perdido del sur, esos donde los políticos y los funcionarios de gobieno jamás ponen un pie porque son muy chicos y no vale la pena.
Ellla ahora está en paro, y ha ido a las marchas. Y no voy a permitir que sea tratada de "inútil subversiva", ni de "comunacha" ni ningún otro término grosero o peyorativo. Está en paro porque entre los valores que practica está la solidaridad; eso significa apoyar a los que lo necesitan, más allá de que ella no tenga las mismas necesidades. Significa que es consecuente y sensible frente a las necesidades del país. Significa que es una persona comprometida con el futuro, y son personas como ella las que van a cambiarlo y hacerlo un mejor lugar. Las que se mueven, las que creen que se puede y actúan sin violencia, pero con convicción y seguridad.
Me siento orgullosa de mi hija, como se deben sentir miles de padres que saben que sus hijos están cambiando la historia de éste país, para que sea más justo, mas equitativo, para que no haya una voz que no sea escuchada.
Aquí no hay blancos y negros. Hay miles de jóvenes pintando nuestra patria de colores, abriendo puertas y ventanas para que el aire fresco renueve y limpie. ¡Qué orgullosa estoy de mi hija!
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Foto: Kena Lorenzini
Comentarios
16 de agosto
Me identificas Taanto Kena. Muchas Gracias. Tb tengo un inútil sibersivo que me llena de orgullo y me recuerda la desidia de la que fuimos cómplices 20 años.
Es de esperar que las grandes alamedas se abran…
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17 de diciembre
ME SIENTO orgullosa de mi nietesita unos amiquitos estaba esperando la guagua para ir a la escuela viendo que el padre de la amiguita y la amiga tenia frio le dise cobigesen en mi hogarf que esta calientito y esperemo la guagua ella no miro que era orientales
solo vio que tenian frio y los quiso protejelo me dijo mami eso esta
bien por que Dios mo le acrada que los deje en el frio y los ojitos
se le en pañaron yo lee pido a nuestro creador que siempre lee
mantega ese corazoncito puro a mi nieta querida.
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23 de julio
hermosa carta felicitaciones
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04 de mayo
Tu hija tiene tres problemas, es inútil, es subversiva y lo peor de todo es que es chilena
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02 de septiembre
Y vos te creés muy útil e inteligente contestando eso, pobrecito