Tenemos entonces un país exitoso en el combate a la pobreza, pero la brecha entre ricos y pobres parece ser la misma que hace 24 años, esto significa que el crecimiento económico no se distribuye equitativamente entre todos nosotros.
Hace pocos días atrás la OCDE presentó su último informe sobre distribución del ingreso, donde uno de los principales indicadores de desigualdad es el índice de Gini (valor 0 para países con perfecta igualdad y 1 para perfecta desigualdad), el cual indica que nuestro país experimenta una caída en el índice de 0.511 a 0.503 entre los años 2006 y 2011, disminución consistente con nuestros datos oficiales de encuesta CASEN. Sin embargo, en los últimos 24 años el indicador ha experimentado alzas y caídas marginales nunca superiores a 0.03 puntos anuales, lo que significa una desigualdad de ingresos constante.
Para una mayor movilidad social es necesaria una distribución de ingresos equitativa, como sucede en Noruega, Dinamarca y Finlandia – países OCDE – donde su índice de Gini en el año 2011 no supera el 0.261. En el otro extremo encontramos países como México, Turquía, Estados Unidos y, liderando el ranking de los países con la peor distribución de la OCDE, Chile.
Sin embargo, el informe de la OCDE también confirma hechos: una importante reducción del porcentaje de hogares que viven con ingresos menores a la línea de pobreza en Chile desde 1990 a la fecha. A principios de los 90’ al retorno de la democracia, cuatro de cada diez chilenos vivía en la pobreza (38.6%); en el año 2011 este porcentaje ha bajado cerca de 25 puntos porcentuales. ¿A qué se debió?, a un fuerte impulso de las políticas sociales con aumento en gasto social, con programas focalizados que afectan a lo largo del ciclo vital de las personas más vulnerables.
Tenemos, entonces, un país exitoso en el combate a la pobreza, pero la brecha entre ricos y pobres parece ser la misma que hace 24 años, esto significa que el crecimiento económico no se distribuye equitativamente entre todos nosotros. Este hecho no sólo se ha manifestado en el creciente malestar social que hemos visto explotar estos años, a través de demandas ciudadanas en las áreas de educación, salud, pensiones, vivienda, protección social, también este gobierno se encuentra implementando una serie de medidas, donde nuestra cartera lidera el debate de cómo medir la pobreza en Chile. Sobre este último punto se ha cuestionado que la manera de calcularla no haya considerado de mejor forma los cambios en los niveles de vida y necesidades de la sociedad chilena, al volver al debate, requerirá una actualización de la línea de pobreza por ingresos, pues existen otras dimensiones que afectan a la población y que van más allá de los ingresos disponibles.
Esta situación presenta a Chile dos realidades y desafíos. El primero, que debemos combatir la desigualdad de ingresos, a través de políticas sociales, educativas, de salud y distribución del poder. Para ello, se hace imprescindible una reforma tributaria que garantice que quienes perciben más ingresos paguen más impuestos, lo que permitirá ayudar a quienes tienen menos. El segundo, es comprender que la pobreza es un fenómeno dinámico y complejo, cuya concepción no es inmutable en el tiempo, los cambios en los niveles de vida del país y en las necesidades que estos imponen a los hogares hacen necesarias nuevas maneras de comprender y medir pobreza y vulnerabilidad. El éxito en esta tarea nos permitirá en un futuro cercano no sólo conocer mejor la situación de pobreza en el país, sino que mejorar las políticas sociales focales, con bienestar social, buen vivir y buena calidad de vida, que lo merecemos todos.
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Comentarios
17 de julio
Que bueno saber que el país si a avanzado, que la democracia si o si es mejor, queramos o no lo mejor para la distribución de las lucas es atravez de impuestos, sí o si a la reforma tributaria que estamos claros no es la mejor o no nos asegura que tan bien va a distribuir pero de a poco crear el consenso del país que todos queremos
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17 de julio
Falso, eso es mito de gente ignorante.. Nunca el estado de Chile había tenido tanta riqueza para atender necesidades sociales como con el sistema neoliberal. Nunca habia existido un presupuesto para salud, educación etc.. etc.. como ahora, Todo eso se consiguió bajando impuestos, no subiéndolos. La politica de aumentar impuestos para repartir riqueza sólo ha funcionado en paises que son extremadamente ricos, en lugares cuando hay muchos ricos para ayudar a pocos pobres, solo funciona bajo esa condición. Lo que Ud. dice es falso.
23 de julio
Una historia que nos golpea en el estomago, es el tema de la pobreza en Chile. Recuerdo cuando a mis cinco años de vida, veía a niños y adultos con los zapatos rotos en el tren, algunos muy bien lustrados pero; al levantar el pie, se caía el disfraz… Recuerdo los malos olores y esa mirada profunda que sólo aparece cuando el estómago está tratando de estrangular las tripas. La pobreza no es sólo una palabra o un índice porcentual que se define por ingresos o ausencia de ellos, la pobreza es una injusticia más del mal sistema de repartición de los recursos de cada uno de los que habitamos un país, que rebosa en ellos. Vemos los barcos zarpar y atracar, llevando trayendo dinero fresco que se añeja en las arcas de un país de ricos egoístas que no duda en lapidar el futuro después que se han arrastrado pidiendo el voto de los ciudadanos esperanzados en sus promesas. Conozco a tantos que entregan unos cuantos billetes al Hogar de Cristo y con eso calman su conciencia. Una historia que duele porque no duele. No duele ver en el Mapocho a la gente que reclama un lugar digno y a precio justo para vivir. . Es más atractivo preocuparse de las barandas de fierro entrelazadas de candados con promesas que duermen sobre sus cabezas. Vivimos en un país de pobres que se esfuerza por negar la triste realidad. Hemos abandonado la franqueza y perdimos la confianza en nosotros mismos. Nos clasificamos, separamos y etiquetamos para no mezclarnos y cerramos los ojos para no ver a los pobres, cuando en realidad somos todos pobres. Apenas sobrevivimos y subsistimos endeudados y presionados a pagar lo que los ricos nos imponen. Así crece la iniquidad, la desigualdad económica y social en Chile. Además, esta pequeña clase de ricos nos gobierna. Legislan y se protegen entre ellos escribiendo reglas del juego sin que alcancemos a enterarnos, hasta que la practica del delito se hace ley, mientra tanto, se enriquece en base a tal ignorancia o, mejor dicho al privilegio de la información. Es triste pero no es triste. No es triste que ellos, preocupados en que no nos demos cuenta, ignoren el hecho que podrían disfrutar con mayor libertad de sus autos, bienes raíces en el país en que nacieron; no en el extranjero y, lucir su riqueza con naturalidad, sin temor a que les roben y se sientan víctimas de un sistema que han torcido y oscurecido bajo un manto de engaños. En eso hemos avanzado a pasos agigantados. Ahora, el digno señor que subía al tren con sus zapatos rotos y bien lustrados, que sonreía y saludaba con franqueza ya no existe. Ahora, puede que nadie tenga el estomago vacío pero, muchos chilenos no sabemos que hacer con el vacío interior que nos carcome y que nos tiene sumidos en la ansiedad y asuntos superfluos que nos engorda y debilitan, sin poder enfrentar a quienes nos empobrecen con descaro. Es mejor dejarlo así. Así los recursos siguen a los mas ricos y abandona a los mas pobres. La realidad: debemos enfrentarnos a ésta realidad. El desafío: que la cambiemos.
18 de julio
Si definimos como pobres a los que perciben ingresos inferiores al 50% del promedio por habitante, el 80% de los chilenos es realmente POBRE. En el otro extremo, el 5% es RICO y, la famosa clase media (profesionales, comerciantes y empleados de alto nivel) no alcanza a más del 15% de la población. Creo que éste es el índice que hay que medir: cómo evolucionan estos tres grupos: el de ingresos menores al 50% del promedio, el de ingresos superiores al 75% del promedio y los restantes. Esta es la verdadera pobreza de Chile.
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14 de abril
Pero que clase de periodismo es esto!!! la foto corresponde a Peru no a Chile.
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