Sabat ganó finalmente por 30 votos, sin validarse frente a los vecinos, y habiendo perdido toda credibilidad al subirse muy tarde al carro de una victoria orquestada entre gallos y medianoche. Dada la estrechez indudable, transparencia total sería llamar a votar de nuevo, ¿no? ¿Habrá cojones?
Antes de la elección municipal pocos dudaban de la repetida de plato de Pedro Sabat. Sintomático fue que la Concertación centrara sus esfuerzos en sacar de Providencia al último resorte del pinochetismo duro y en hacer collera en Santiago. Tras la debacle de los pronósticos, Zalaquett -caballerosamente- admitió su derrota y buenas noches los pastores. Labbé, de modo siempre grosero, machista a ultranza y cada vez más parecido al innombrable, también–por lo menos- admitió que había triunfado la “serpiente” Josefina. Y Sabat, no menos digno que Zalaquett, hizo lo propio esa noche. Noche revuelta en que pescadores de todos los partidos y colores salieron a buscar papeletas fantasmas. Es que había participado muy poca gente, punto clave que sembró la incertidumbre primero y estrechó luego los resultados hasta darlos vuelta en lugares como Ñuñoa. ¿Ñuñoa? Antes de la elección, sólo a algunos vecinos nos importaba que se fuera Sabat. Habiéndome informado de los candidatos iba a votar nulo, pero medité esa misma mañana y antes de entrar al Estadio Nacional me decidí por Maya Fernández. Sin ninguna esperanza. Como el grueso de esos centenares que dieron vuelta una elección que se había dado por perdida.
Para la rápida derecha los números no calzaban y Carlos Larraín, siempre muy liviano de sangre, lanzó la cifra de las papeletas que no habían sido contabilizadas y que Sabat ganaba por 30 votos. El germen de la presión política al Tribunal se expandió y rápidamente se sembró la duda sobre el triunfo de Maya Fernández. Los viejitos del Tricel dijeron que iban a contar los votos de nuevo. ¡De nuevo! Se terminaba así de ir al carajo el sistema de votaciones en Ñuñoa. Los mismos que habían declarado nula la mesa de Larraín ahora la iban a contar de nuevo junto con otras decenas de mesas. Como para darle validez, credibilidad y transparencia pública al proceso que ya estaba por las cuerdas.
Y Larraín tenía razón. Sabat ganó finalmente por 30 votos, sin validarse frente a los vecinos, y habiendo perdido toda credibilidad al subirse muy tarde al carro de una victoria orquestada entre gallos y medianoche. Dada la estrechez indudable, transparencia total sería llamar a votar de nuevo, ¿no? ¿Habrá cojones?
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Comentarios
15 de noviembre
¿Y cuál fue el problema entonces?, ¿que se hayan recontado los votos de las mesas discrepantes por errores en el conteo y que tribunal haya validado votos incorrectamente anulados?
saludos
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16 de noviembre
Aqui el problema no es que se hayan validado votos incorrectamente anulados, sino que hay discrepancia en la cantidad de votos.
La mesa 3 de varones del Estadio Nacional es el meollo del asunto: segun el acta se constataron 94 firmas, 94 talones y 94 votos emitidos. Sin embargo, el conteo de los vocales arrojó un total de 3 votos a Matías Mlynarz (IND), 20 a Maya Fernández (PS), 0 a Juan Carlos Gálvez (PH)y 49 a Pedro Sabat (RN), además de un voto nulo y dos blancos, totalizando 75 sufragios, o sea, 19 votos menos del total ingresado. El problema es que luego, cuando se reconto, el resultado arrojó 4 votos para Mlynarz, 28 para Fernández, 2 para Gálvez y 61 para Sabat además de cero votos nulos y blancos, totalizando 95 sufragios que distan de los 75 contados por los vocales el día de las elecciones.
¿Ahora entiende? Sabat alego que los vocales sacaron votos de la urna para favorecer a Fernandez (lo que no fue cierto, Sabat ganaba en esa mesa) . Al recontarse los votos, habia mas para Sabat… pero no concuerdan con la cantidad que tendria que haber, o sea, LA MISMA que en la urna de concejales. La mesa 3 tiene que quedar invalida, porque esta viciada.
15 de noviembre
Pienso que lo mas transparente hubiese sido realizar nuevamente las votacioes en ñ uñoa, a mi juicio lo encuentro de lo mas chanta que ahora sea el ganador Ñuñork nos fuimos a la B post desde ñuñork!
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16 de noviembre
Tuve la estúpida esperanza que Sabat se mantuviera digno en su posición y siguiera respetando los resultados «oficiales», pero definitivamente su posición la perdió y lo hizo caer en el piletazo. Luego todo lo mismo de siempre (para aquellos que no logran entender el asunto de los «Poderes Fácticos» y que creen que es solo un invento del comunismo y sus aliados), los dueños de todas las verdades dictando «premonitoriamente» resultados; cuadrando el círculo (en el caso de la M3V, así sucedió literalmente) y celebrando victorias que aunque no sean ilegales, no dan mucho para celebrar. Después de otro fiasco de quienes debían dar seguridad y transparencia a las elecciones, los del gobierno de excelencia, todo podía suceder: cuadrar el círculo, igualar 100 con 130, aparecer votos en basureros, en Marte o poblar pueblos de 60 habitantes con 1000. Después de todo las estadísticas habitacionales se cuadran como al círculo…. mientras las macros sean algo mas sinceras (que son la nos permiten contar y cuadrar lo que realmente ganan)… !Viva nuestra «extraña y financieramente sana DEMOCRACIA!
+1
17 de noviembre
¿Viejitos del tricel? ¿Sabes tu que existe una ley antidiscriminación y que ese mote que has usado para calificar a los miembros del tribunal te convierte en un discriminador?
Para cerrar, me hubiera gustado saber si de haber ganado Maya Fdez. por la misma diferencia de votos que Sabat y bajo las mismas condiciones habrías escrito la misma columna.
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17 de noviembre
el problema es que quien pidio la revision en unas mesas especificas fue el alcalde todavia en en ejercicio, alegando que los vocales habian sacado votos que le favorecian. Pero es que en vez de encontrarnos con menos votos, hay mas votos de los que deberia haber, el que pudo meter votos en la urna era el alcalde en ejercicio, y el que finalmente fue nuevamente electo mediante esos votos de mas en las mesas en que el mismo solicito un recuento de votos fue el alcalde electo.
Si Fernandez hubiera ganado con la turbiedad con la que se ha proclamado ganador Sabat, seria el mismo problema: hubo irregularidades graves en Ñuñoa. Si ud no lo entiende, es porque le importa mas quien gano, no el como.
La cuestion es: ¿tiene legitimidad y realmente tiene apoyo popular de los ciudadanos de su comuna un alcalde electo de ese modo? Eso es lo que se pregunta el columnista, es lo que nos preguntamos los votantes de Ñuñoa, y es lo que se pregunta la ciudadania.
17 de noviembre
una transparencia muy turbia
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