Por estos días la pregunta ha estado instalada en las redes sociales. Algunos, los más, van por Josefa Errázuriz aunque la critiquen por las últimas medidas adoptadas. Mientras los menos, los más nostálgicos del orden y el autoritarismo, van por Labbé.
Él fue el mandamás de Providencia por años y años. Fue parte de lo que podríamos llamar la libre circulación de los militares sospechosos en democracia, luego de diecisiete años de su dictadura. Habló bastante, levantó la voz y erigió un discurso que logró hacer vibrar a quienes extrañaban el timbre fuerte e iletrado del dictador luego de su salida del poder. Aunque, como sabemos, no haya salido totalmente de éste.
Ella, en cambio, fue la voz de un progresismo de clase media alta económica que estaba atorada con el hecho de tener a un dictadorcillo con pasado de militar. Lo encontraban más bien pasado de moda que terrible. Era mejor reemplazarlo por una Errázuriz que quisiera decir todo pero al mismo tiempo no dijera nada. Una mujer que hablara de diversidad, pluralismo y democracia sin ejercerla.
Es claro, es mucho mejor que tener a un instructor de torturadores paseando frente a la opinión pública y hablando con autoridad, sin duda alguna. Pero la pregunta es si Josefa de verdad representó ese cambio real que dejó atrás las pachotadas del reducto ideológico de Labbé en la comuna. O sea, si las groseras formas y fondos del Coronel pudieron ser reemplazadas por la cara gentil de la Pepa.
A mí parecer no. Al contrario, la ideologizada mirada del orden de quien había sido escolta de Pinochet, fue sustituida por otra visión casi tan ideológica: la de no cambiar nada. De no hacer nada el respecto salvo sonreír y mirar a la cámara con una cara mucho más amigable que la del último bastión dictatorial. Claro, algunos me dirán que no es poco y claro que no lo es, pero tampoco es suficiente.
No es my popular comparar a los dos personajes, porque lo cierto es que uno está siendo procesado por delitos de lesa humanidad y la otra simplemente ha seguido manejando un lugar poblado y visitado como siguiera siendo un feudo
Entre Labbé y Errázuriz las diferencias son de caracteres, de estilos de vida -ella nunca apoyó a la dictadura según tengo entendido, y menos fue parte de la tortura-pero no de la forma en que se ha manejado una comuna tan importante como Providencia. Si bien el primero, como buen discípulo del tirano, decía que hablaba en nombre de los vecinos, Josefa piensa igual que un pequeño grupo de ellos y ve a la comuna como una zona estrictamente residencial y conservadora. En donde el “bien común” es ese mismo que decía querer el ex militar al tomar decisiones arbitrarias como el desalojo de colegios.
Tal vez no es my popular comparar a los dos personajes, porque lo cierto es que uno está siendo procesado por delitos de lesa humanidad y la otra simplemente ha seguido manejando un lugar poblado y visitado como siguiera siendo un feudo. Nada más. Pero lo claro es que los dos ponen realmente al orden por sobre el movimiento. A la “momia” idea de “lo que quieren los vecinos” por sobre lo que realmente necesitan.
Claramente es preferible tenerla a ella que a él. Pero también hay que poner los hechos en su dimensión, entender que con Pepa no llegó la real cultura, ni la real democracia vecinal. Sólo llegó otra cara más agradable, menos violenta, pero que sigue satisfaciendo a los mismos. Con un tonito más progres eso sí. Siempre los tonitos más progres sirven para seguir haciendo lo mismo que se hizo antes, pero sin que la gente se dé cuenta. Es más simple que realmente llevar a cabo un programa progresista.
Por lo tanto, tal vez preguntarse cuál es mejor es una pérdida de tiempo. Ambos tienen perspectivas morales personales muy diferentes entre sí y eso favorece a Errázuriz. La pregunta es si un lugar de las características como la comuna en cuestión debe seguir teniendo a personas que, de manera distinta, defienden lo mismo: un grupito.
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Foto: El Dínamo
Comentarios
21 de octubre
Es necesario hablar de los últimos acontecimientos de estos días que involucran a la UDI; es importante hacerlo porque nos clarifica bastante el panorama. Esos hechos nos dicen que su financista destila corrupción por donde se le mire, nos reafirman que su cura y referente espiritual es un pedófilo y que su ex alcalde estrella es un genocida que en cuanto tal siempre despreció la vida. Es decir, esta forma de actuar nos muestra que esa tienda política no es ni independiente ni mucho menos democrática.
La UDI, sus dirigentes y militantes son hijos del rigor, del peor autoritarismo, son los herederos ideológicos de quienes justifican la tortura, la desaparición de personas, el exilio y en definitiva el atentado terrorista más atroz que se haya cometido contra nuestro pueblo: el golpe de Estado. Dejemos de hacernos los distraídos, de que no sabemos o que no nos interesa porque este tipo de agrupaciones son totalmente incompatibles con la construcción de un Chile respetuoso de los derechos humanos.
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22 de octubre
Interesante como en esta columna sobre alcaldes, está totalmente ausente el análisis a la gestión municipal realizada por los dos alcaldes. Sólo se habla de su pasado, de su carácter mediático y de su (no) voluntad reformista.
Providencia es, desde hace décadas, una de las mejores comunas para vivir en Santiago, con uno de los más altos índices de satisfacción por parte de sus pobladores, y ni siquiera se menciona. Poco importan sus abundantes y bien tenidas áreas verdes, sus ciclovías, su control sobre los rayados y deterioro urbano, su ordenamiento territorial, su gestión económica, el alto nivel de sus escuelas… nada de eso importa, porque uno fue militar y la otra no ha sido una revolucionaria.
Notable como la ideología puede cegar a alguien al punto de dejar de ver lo que importa (que un alcalde sea buen alcalde) basado en sus odios y prejuicios.
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22 de octubre
En todo caso la misma Josefa al asumir reconoce que «tiene la vara alta» por la excelente gestión del señor Labbe. Labbe ha sido uno de los mejores alcaldes del area metropolitana en toda su historia pero para la ciega odiosidad de los de siempre es mas determinante elegir un cargo por ideologia que por la gestión del cargo.
Josefa hace lo posible por mantenr a las personas decentes dentro de la comuna, este asunto del toque de queda habria provocado una pataleta por atropello inhumano si lo hace Labbe.
Pero tranquilo, a la larga todo cae por su propio peso.
Saludos
22 de octubre
Además de adherir plenamente a lo dicho por Marcela Castro me parece que los «motivos ideológicos» son lo principal en este caso. Es así porque acá lo realmente importante no es la buena o mala gestión de Labbé sino precisamente el hecho de que es un genocida. En un país democrático, respetuoso de los derechos humanos y normal (Chile no lo es) los asesinos van a la cárcel, no andan por la calle gozando de una libertad no merecida; mucho menos son alcaldes, intendentes, diputados, senadores… ni pueden ejercer cualquier otra función pública. Lo que más molesta de la derecha es eso: siempre justifican y relativizan la vida de las personas en función de intereses políticos, ideológicos y económicos. De hecho, al golpe le llaman «pronunciamiento militar», al terrorismo de Estado y a su correspondiente violación masiva de los derechos humanos le dicen «excesos» y a la dictadura la llaman «régimen militar». Una verguenza.
22 de octubre
Si Labbe hubiera sido tan buen alcalde, habria sido reelecto, sin necesidad de hacer fraude como lo hizo Sabat (que a estas alturas sabra muy bien que en la proxima reeleccion no deberia ni aparecerse siquiera por Ñuñoa)
Pero no lo fue. Los vecinos de Providencia no lo quisieron.
Y no lo quisieron porque ¿que estaba haciendo Labbe realmente por su comuna en los ultimos años? Llenarla y rellenarla de edificios, permitiendo una grave y evidente disminucion en la calidad de vida de las personas de la comuna. Aparte claro de las gravisimas irregularidades en los fondos de la comuna (pago de millonarios sobresueldos, mediante la figura del pago de horas extraordinarias, contrato de asesorías sin la debida licitación ni orden de compra, además de gastos en bencina que superan el límite permitido.) Informe del año 2012. Ni siquiera entremos en lo que hay detras de la Corporacion Cultural, porque recien se esta develando la magnitud del problema. Estamos hablando de 13 MIL MILLONES DE PESOS de los que hay cero claridad en que se usaron.
No sacaron a Labbe de la alcaldia por motivos ideologicos. Y no esta Josefa en la alcaldia por motivos ideologicos. Labbe no es mas alcalde porque los vecinos de Providencia se hartaron de la corrupcion, del desastre en que se ha convertido su comuna, de la destruccion de casas para favorecer a constructoras que estan fuera de control. Josefa no necesita ser la gran alcaldesa. Lo que se le pide es que escuche a los vecinos, que ordene el desastre, que revele lo que realmente hacia Labbe en la alcaldia. Y es lo que esta haciendo. Y eso ya es bastante mas que lo que hizo Labbe en mas de 12 años de alcalde.
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