A sólo días de unas elecciones cruciales, el gobierno de la Nueva Mayoría deberá mirarse al espejo y tomar una decisión fundamental: reconocer la precarización laboral de los trabajadores estatales que sus gobiernos han profundizado; o hacer oídos sordos, ojos ciegos y boca callada ante un nuevo atropello laboral. Esto, ya que ese día los trabajadores a honorarios del Estado han convocado una movilización nacional, con el fin de ser reconocidos como funcionarios públicos.
Tal situación parece incomprensible, puesto que la lógica dicta que una persona que cumple horarios, viste prendas con logos institucionales, cumple tareas y comparte oficinas dentro de la institución en particular, debería ser considerado como trabajador de la misma. Esto es sólo una arista de la creciente hiper-precarización que sufren los trabajadores a honorarios, donde no sólo no se les reconoce como trabajadores, sino que también están indefensos ante situaciones de acoso laboral, no tienen derecho a bonos o beneficios y no se les paga salud ni cotizaciones previsionales. Cabe recordar que, según el SII, más de la mitad de los trabajadores del Gobierno Central y municipalidades son honorarios, llegando en algunos ministerios a representar el tres de cada cuatro trabajadores (Valdebenito, 2017).
Imagínese no sólo no ser reconocido como trabajador por su empleador, sino que, además, se le obliga a usted a cumplir con obligaciones que le corresponden a él. Así, usted se enfrenta a la posibilidad de no recibir un tercio de su sueldo líquido, por hacer un trabajo que no es reconocido ni valorado justamente, mientras esos ingresos son traspasados a las infames AFPs. Ahora pregúntese, ¿estaría tranquilo o indignado?
Junto a esto, la movilización responde a una arista muy sensible y transversal a todos los trabajadores de Chile: el sueldo líquido. La mitad de los trabajadores públicos tienen un sueldo líquido de $580.000 mensuales (según ESI, 2015), pero producto de la puesta en vigencia de la ley 20.255, los trabajadores a honorarios serán obligados a cotizar como independientes en las AFPs, lo que podría disminuir su sueldo líquido entre un 30% a un 35%.
Así, le invito a ser empático con lo que está ocurriendo: imagínese no sólo no ser reconocido como trabajador por su empleador, sino que, además, se le obliga a usted a cumplir con obligaciones que le corresponden a él. Así, usted se enfrenta a la posibilidad de no recibir un tercio de su sueldo líquido, por hacer un trabajo que no es reconocido ni valorado justamente, mientras esos ingresos son traspasados a las infames AFPs. Ahora pregúntese, ¿estaría tranquilo o indignado?
Sin embargo, aún hay tiempo para resarcir errores. El gobierno central aún puede enviar una ley corta que evite esta situación y así, quizás, recuperar la consecuencia con los valores que dice querer mantener en un nuevo gobierno.
Comentarios
07 de diciembre
La precarización de todos los trabajadores del país a sido una constante, desde que supuestamente regresamos a la seudo democracia, que nunca estuvieron dispuestos a cambiar, tanto desde el congreso como desde el gobierno aun teniendo los quorun necesarios para hacerlo, y ahora se encuentran en la encrusijada de como le decimos a estos trabajadores, que confíen nuevamente en ellos, que ahora si que haremos los cambios. Mientras mantengan la constitución de Pinochet nada cambiara porque no hay voluntad política para hacerlo. Conozco a muchas personas que trabajan a honorarios y son los desechables del sistema.
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07 de diciembre
Lo interesante de esta persona que quiere seguir esquilmando las arcas fiscales es que a esta fecha NO cotiza en AFP. De hecho, de seguir así tampoco haría la cotización “solidaria” que tanto le gusta que otros paguen.
Y si no cotiza, no es de extrañar q que llegue a los 65 años y solo tenga derecho a pensión asistencial. De lo cual culpará a las AFP, y sin haber puesto nunca un peso en cotizaciones, exigirá que los demás chilenos lo financien. Lindo
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07 de diciembre
Juanito cuando uno no conoce la realidad del otro es mejor no quedar como tonto. Estoy jubilado con $ 130.000 cotice desde 1970 teniendo 15 años; también fui encarcelado y torturado y fíjate que ni siquiera tengo la pension Valech, asi es no he esquilmado a nadie pudiendo hacerlo porque mantengo mi dignidad intacta y no me arrepiento de nada.
10 de diciembre
Señor Burgos
Quien le movió la jaula? Yo no discuto con usted, sino con el articulista.
Buen día
09 de febrero
Además de los trabajadores a honorarios del Estado que, pese a la negación de derechos laborales básicos, estarán obligados a cotizar en las AFP existen otros sectores que viven bajo una precariedad aún mayor por carecer de la visibilidad con la que cuentan los trabajadores fiscales.
En primer lugar, una cantidad importante, pero invisible, de trabajadores que laboran en el sector privado y que reciben remuneraciones que debería regirse por el Código del Trabajo, dada su relación de dependencia y subordinación con el empleador, que lo hacen bajo la modalidad de boletas de honorarios. Al Estado, lejos de haber tomado medidas para eliminar estas malas prácticas de los empleadores, ha preferido preocuparse de allegar más fondos a las AFPs, sin que los trabajadores vean mejorados en un ápice sus condiciones laborales.
Un caso aparte es el de los trabajadores verdaderamente independientes que venden sus servicios profesionales asociados a la creación artística, como los músicos, los cantantes y los escritores entre otros, y que reciben una renta por sus derechos autorales, la que puede ser vitalicia e incluso heredable. Ellos pueden en muchos casos llegar a percibir una renta que excede por lejos las que puede ofrecerles el sistema de pensiones actual. Sin embargo, nuevamente el Estado prefiere mirar la conveniencia de las AFP y obligar a estos trabajadores a cotizar en un sistema que solo se apropiará de una parte importante de sus ingresos a cambio de poco o nada.
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