Mandela luchó por algo no muy diferente por lo que luchan los mapuche en Chile: la dignidad. Todo lo que el Estado de Chile le ha negado históricamente a nuestros pueblos originarios. Pero eso no se dice, porque cuando muere un mapuche en manos de carabineros no sale Obama a lamentar su muerte, ni menos se los tilda de pacifistas, sino de terroristas por querer hacer algo no muy diferente a lo que hizo Mandela.
La muerte de Nelson Mandela, uno de los líderes más connotados de nuestro planeta, no dejó indiferente a nadie. Menos a nuestra clase política. Al contrario, el Presidente Sebastián Piñera, para no quedar atrás de las declaraciones mundiales frente a la noticia, decidió salir pocos minutos después de sabida la información a mostrar su aprecio por la figura del difunto mandatario de Sudáfrica.
En sus declaraciones, don Sebastián, habló de la importancia del político, de su legado y de su posición en la historia. Hasta ahí todo bien. Tiene razón. Nelson Mandela es una muestra concreta de la lucha y la entrega por una causa: terminar con la discriminación de la raza negra en su país. Combatió, tomó las armas y fue preso por pelear por su gente sin importar el costo. Incluso estuvo al borde de la muerte en muchas ocasiones con tal de reivindicar la dignidad de un pueblo. Es cierto. Lo extraño es ver quienes lo dicen, ya que son los mismos que luego no tienen problema alguno en aplicar la Ley Antiterrorista en nuestras tierras si es necesario.
Parece que desde lejos todo se ve mejor. Las figuras -como “Madiba»- que son miradas con distancia, se convierten en símbolos que muchas veces son descafeinados con tal de instrumentalizar su mensaje y borrar el peso de éste. Sin ir más lejos, en Sudáfrica, Mandela luchó por algo no muy diferente por lo que luchan los mapuche en Chile: la dignidad. Todo lo que el Estado de Chile le ha negado históricamente a nuestros pueblos originarios. Pero eso no se dice, porque cuando muere un mapuche en manos de carabineros no sale Obama a lamentar su muerte, ni menos se los tilda de pacifistas, sino de terroristas por querer hacer algo no muy diferente a lo que hizo Mandela.
La instrumentalización de figuras distantes -pero cercanas a la vez- es la manera en que se intentan desviar los mensajes y no subrayar el hecho por el que muchos de estas figuras del mundo han peleado por años. Se los sitúa como seres pacíficos sin coraje alguno, para así aminorar la injusticia de la que fueron sujeto durante su lucha. Se los señala como seres sin resentimiento alguno, para así demostrar, y dar como mensaje subliminal, que el resentimiento no conduce a nada, por muy despiadados que hayan sido contigo y con tus derechos. En el fondo, el objetivo es despolitizar a estos emblemas del combate por una sociedad más justa, para así dejarnos en claro que el hecho por el que sufrieron y vivieron, es algo que ya no existe, o que por lo menos acá en Chile no se da.
Por mientras, en la Araucanía siguen muriendo dirigentes, siguen siendo apodados de terroristas y se les sigue juzgando con testigos de dudosa credibilidad. Pero eso es otro cuento según quienes hoy lloran a Mandela. Lo de los mapuche no es lucha, sino vandalismo, destrozo, crimen y crueldad. Nada más y fin de la discusión.
Por lo mismo hay que saber quién fue realmente el personaje en cuestión. Entender el motivo de su eterna contienda en contra de la discriminación y las matanzas ejercidas por los grupos de poder. Hay que saber la razón por la que estuvo preso, y las ideas que motivaban a quienes le quitaron la libertad. Y entender que los motivos esgrimidos por el sudafricano eran parecidos a los que defienden quienes siguen muriendo en el sur de nuestro país: respeto y reconocimiento.
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Foto: tedeytan / Licencia CC
Comentarios
07 de diciembre
No recuerdo que los sudafricanos instalaran una lucha violenta para que les regalaran tierras ni recuerdo haber visto en Chile locomoción colectiva aparte para decendientes de maupuches. Me parece que esta medio confundido.
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07 de diciembre
Si bien es cierto lo que dices sobre la propuesta de la lucha armada de Mandela desde el CNA en su periodo pre-cárcel erras profundamente en dejar hasta ahí el legado y la importancia de su lucha. Personalmente creo que el valor de Mandela no esta en su propuesta base, la no discriminación y convivencia pacífica, si no en el cambio que le dio a su lucha contra ella incluso en un contexto carcelario hasta hacer de ella, como otros grandes revolucionarios de la historia, un lucha pacífica y de reconciliación buscando acuerdo y sacando de en medio el prejuicio del negro bárbaro y el blanco tirano, logró que ambos miraran lo humano del otro. Esa es la lucha que inició en la cárcel y concreto en los 90. Destacar su etapa armada sí es una instrumentalización que además de simple parece intencionada.
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