¿Qué nos enseña “El caso Berlusconi”?
En Italia, cuatro meses después de la caída de Silvio Berlusconi, se ha producido la de su principal aliado, Umberto Bossi, líder de la autonomista Lega Nord (Liga Norte).
Tanto Berlusconi como Bossi cayeron por la corrupción del mismo sistema que crearon. El líder de la Liga que abogaba por una mayor autonomía para las regiones de la rivera del Po para arrancar y liberarse “de la Roma ladrona”, que sindicaba con el dedo a la clase política “mafiosa y corrupta”, había creado un sistema que le permitía a su familia y cercanos hacerse de parte de los fondos públicos asignados a su partido.
Bossi, un populista proveniente de la extrema izquierda que evolucionará hasta una derecha xenófoba, fue víctima del mismo Berlusconismo que ayudó a cimentar.
El Berlusconismo, como lo ha indicado el filósofo Maurizio Viroli, es un sistema político sin precedentes en las democracias contemporáneas desarrolladas. Quizás su antecedente se encuentre en los gobiernos de los Medicis en Florencia. La “Famiglia”gracias a su poder logró instaurar un régimen que sin ser una dictadura era una tiranía velada a favor de sus intereses. De igual forma lo logró Il Cavaliere. “Don Silvio” apoyado no sólo en su fortuna sino que además en un imperio comunicacional gigantesco, logró llenar el vacío político que significó el término del ciclo de gobiernos de coalición entre democratacristianos, socialistas y liberales, los cuales dieron estabilidad política a la Península en la post-guerra.
Por lo excepcional del Berlusconismo es un caso que amerita su consideración. ¿Qué permitió su generación? El desmoronamiento de los partidos tradicionales italianos, el clientelismo político, una población ampliamente impresionable por los medios de comunicación, un hombre que supo aprovechar su carisma, poder económico, comunicacional, no sólo para conquistar a las masas, sino que además para corromper al cuerpo político general de la nación. Pudo crear lo más parecido posible a un sistema no-democrático manteniendo la democracia formal.
Se dio cuenta de que tenía los medios para someter a una sociedad civil debilitada y un cuerpo político desprestigiado. Berlusconi transmitió en su momento la seguridad y estabilidad que faltaba. Bossi, la denuncia moralizadora y la propuesta vendedora a las masas de trabajadores del norte-italiano.
El “Caso Berlusconi” debe ser una voz de alerta para las democracias, incluida la nuestra, del efecto que se puede seguir del decaimiento de las instituciones, del desprestigio de la política, de la perdida de la responsabilidad cívica de los ciudadanos y de considerar trivial la acumulación de poder político, económico y comunicacional en pocas manos.
Las democracias, para mantenerse en el tiempo y hacer honor a su nombre, necesitan de una población que no se conforme con ser un simple consumidor-elector sino una persona interesada por lo público. Por eso, la educación cívica no debe ser considerada un mero “relleno curricular”. El ya citado Viroli ha indicado la relevancia de la capacidad comunicacional para ejercer la participación. Quien no entiende lo que lee o escucha y no es capaz de expresar una idea con mediana claridad y lógica, malamente puede juzgar la razonabilidad de los discursos políticos que buscan seducirlo.
Además se requiere asegurar una dispersión mínima del poder político y social vía instituciones. De igual forma, toda sociedad debe poseer un sustrato moral último al cual poder apelar. En el caso de Italia, la Iglesia estaba demasiado entusiasmada con la mantención de los ex comunistas fuera del poder como para cumplir con ese papel. Fue el mundo de la cultura y muy principalmente sus magistrados los que le permitieron salvarse de Berlusconi.
Esto último no indica la muerte inmediata del Berlusconismo. Mientras no se produzca una regeneración de las causas que le vieron nacer, seguirá vigente aunque sea languideciendo.
Es un caso que no debemos olvidar.
Comentarios
12 de abril
¡Como no se va a desprestigiar la politica y los politicos!, los últimos dos millones de pesos para los senadores los defienden todos, quieren más dinero, al fin la gente se cansa, siente que se aprovechan , se siente robada, Por supuesto despúes vienen los Berlusconi y los Chavez a arreglar el cuento. Fidel Espinoza ha demostrado una valentía increible, espero que entre todos no se lo coman.
0