La mañana de este lunes trajo, junto con el frío invernal, un nuevo episodio en la larga teleserie de la UDI y el empresariado. Esa barrera de contención a los cambios, hermanada en un amor insano entre el partido de Guzmán y el holding de empresas Penta, tuvo que comparecer ante la Justicia como pocas veces en la historia de Chile. Jovino Novoa, el padre generoso de la casta corrupta, que se encargaba de repartir los recursos entre sus hijos ideológicos, se fue de sopetón a una clínica privada, al parecer bajo los efectos de una conveniente indigestión. Mientras trata de olvidarse de la mala pasada de sus esfínteres, la derecha en pleno intenta desmarcarse (al menos comunicacionalmente) de su figura. Pero no tiene caso: los rostros de la UDI podrán ser diversos, pero la negativa rotunda a todas las transformaciones los une y los homogeniza. Sus prioridades apuntan a mantener el status quo que les ha asegurado el financiamiento de por vida, algo diametralemente opuesto a la voluntad de la ciudadanía chilena.
Mientras en tribunales se siguen acumulando boletas e indigestiones, la ciudadanía movilizada sigue esperando y luchando por una nueva sociedad. Y seguirá haciéndolo.
Como movimiento social esperamos una condena ejemplificadora de parte de la Justicia. Pero luego de la absolución de los empresarios del Caso Farmacias, tenemos motivos para dudar que los políticos de Penta sean enviados siquiera a clases de ética. En ese sentido les aseguramos desde ya: pase lo que pase, los jóvenes y trabajadores movilizados no permitiremos que la bancada de la corrupción se apodere de la agenda pública, intepretando ilegitímamente la desazón y la desconfianza como una negativa a los cambios en Chile. ¡No volverán nunca al poder, téngalo claro! ¡No legislarán nuestra reforma educacional! La verdadera Reforma no vendrá ni de los corruptos, ni de los empresarios, ni de los tecnócratas, sino que nacerá de los estudiantes, los profesores y los asistentes de la educación. La falta de incorporación de estos actores a la construcción de los proyectos, y la falta de profundidad de los mismos, explica el bajo apoyo popular, y no la negativa a los cambios, como quiere hacer creer la derecha desvergonzada.
Mientras en tribunales se siguen acumulando boletas e indigestiones, la ciudadanía movilizada sigue esperando y luchando por una nueva sociedad. Y seguirá haciéndolo. Queremos lograr un cambio duradero y profundo que termine con la herencia dictatorial que aún pena por todo nuestro sistema educativo. Así como por el sistema de transportes, laboral, de salud, previsional, etc. La lucha es la misma, es la lucha por terminar con el negociado de todos esos privilegiados como Jovino, que de sólo imaginarse que tienen que levantarse temprano para ir a responder por sus actos, parten de urgencia a una clínica privada. ¡Por esa lucha saldremos a las calles las veces que sea necesario, defendiendo los intereses de ese Chile que Penta no financia!
Comentarios
26 de junio
Me gusta lo que dices—» La verdadera Reforma no vendrá ni de los corruptos, ni de los empresarios, ni de los tecnócratas, sino que nacerá de los estudiantes, los profesores y los asistentes de la educación.»—porque es la voluntad popular en manos de los que se atreven.
+1
28 de junio
Gracias por participar, compañero