La Democracia Cristiana no quiere ni puede irse de la Nueva Mayoría, lo que busca es un reposicionamiento en la misma. En específico, las facciones conservadoras de la DC se la juegan por ello. Saben lo que necesariamente deben realizar, y el camino propio no es la ruta, tampoco la “alianza” con otros partidos. Por lo menos en estas elecciones y en unas cuantas más.
En este sentido, la figura del Partido Comunista es funcional a tales propósitos y seguirá siéndolo. Los mensajes están dirigidos hacia el Partido Socialista de Chile en cuanto socio histórico de la Coalición de Gobierno, del ayer y del hoy. Indefectiblemente, el mensaje también se envía al candidato de la coalición que se logre después de una primaria ‘prioritariamente’.Para ser justos, todos los partidos de la Nueva Mayoría se van encontrar (se encuentran) en un escenario muy diferente para enfrentar las próximas elecciones parlamentarias y presidenciales.
Pero el mensaje también está dirigido a la misma militancia de la DC, sobre todo a sus mandatarios públicos (Congresistas, Consejeros Regionales, Alcaldes y Concejales) y mandatarios intrapartido (aparato), a propósito de la fuerza electoral que son en términos efectivos. Ello, es un dato, que desde el más puro realismo político, se debe hacer sentir en términos efectivos. Sienten, sobre todo un número importante de militantes mandatarios ¿conservadores? que tal cuestión no se vio refrendada desde el logro del programa de la Nueva Mayoría hasta la ejecución del gobierno (se tensiona la identidad DC, indican). De todos modos, mensaje más o mensaje menos, la DC, en sus facciones internas y como partido, debe considerar que el tono y la definición política deben estar en clave de cambio social y político ¿intenso?, incluso desde la prudencia, ya que los dinamismos que impone el sistema social y político así lo exigen. Caso contrario, ni gobernabilidad ni gobernanza serán las acciones políticas futuras que se conocerán.
Para ser justos, todos los partidos de la Nueva Mayoría se van encontrar (se encuentran) en un escenario muy diferente para enfrentar las próximas elecciones parlamentarias y presidenciales. No hay una Michelle Bachelet, por lo tanto el nivel de diálogo que logren, será o debiese ser más intenso y dinámico que el que se logró con el programa de la Nueva Mayoría… Michelle, campeaba, prescindía de los partidos. Lo anterior, sin perjuicio de la desafección ciudadana de los mismos.
Ahora los partidos tendrán otro rol y por defecto, otra función. Ello obliga mandar mensajes internos y externos. La DC o alguna de sus facciones, ya comprendió aquello (es parte del recetario). Una primera función, será el logro de una base programática, la cual, ineludiblemente estará tensionada por la lograda y gestionada durante este gobierno, que sin perjuicio de todas sus sombras, ha logrado ensanchar fronteras políticas y de derechos que no sólo no son indesmontables democráticamente, sino que obligan a diseñar uno más asertivo y mejor logrado en la ingeniería de detalle (hasta donde sea posible). La DC o parte de sus facciones ya lo comprendió, por lo tanto Burgos, Ignacio Walker, Andrés Zaldívar, Gutenberg Martínez, entre otros, actúan y hablan en consecuencia.
Lo anterior, sin perjuicio de los resultados de las elecciones municipales, las que preliminarmente debiesen ser favorables a la Nueva Mayoría, coloca otra pregunta interesante ¿cómo se desplegarán los otros partidos de las Nueva Mayoría en este nuevo escenario, donde la DC ya notificó como seguirá avanzando? … también notifican el MAS de Alejandro Navarro y la Izquierda Ciudadana de Sergio Aguiló. ¿Y el Partido socialista, cómo lo hará?
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