Pensé en ser diplomático y utilizar un extracto del poema “La culpa es de uno” de Benedetti para representar mi impresión del poder legislativo; luego pensé en inspirarme en “How do you sleep?” de Lennon para poetizar sobre mi desilusión. Pero a final de cuentas, pensé si esto merece tanto esfuerzo.
Como expresé en mi columna anterior, nosotros somos los responsables de la inoperancia del poder legislativo; si vivimos el día a día mostrando cero preocupación por el bienestar de nuestro vecino, total despreocupación por las leyes de convivencia y cada vez menores habilidades de dialogo y aceptación del pensamiento diferente, ¿qué podemos esperar de quienes tan bien nos representan en Valparaíso? Ciertamente existen excepciones loables, lamentablemente, una golondrina no hace la primavera.¿Cómo voy a estar de acuerdo con un cambio al sistema electoral ideado por políticos que validan el modelo político populista de Venezuela y Bolivia o la Dictadura de Pinochet?
Chilenos todos, tenemos que empezar a evaluar mejor quién recibe nuestro voto, porque seguir perdiendo el tiempo denostando al adversario, solo contribuye a que los sinvergüenzas capitalinos emigren hacia regiones en busca del voto desinformado; y lo más triste de esto es que a costa de algunos chilenos viajan desde Arica a la Araucanía presentándose como una florida carta senatorial, dando la espalda a quienes durante años agitaron su bandera.
El problema es grave. Nuestra Presidenta dispuso que será responsabilidad de quienes triunfen en las próximas parlamentarias, redactar una nueva constitución. Gran avance sin lugar a dudas, pero también un tremendo riesgo si observamos la poca seriedad mostrada durante esta última semana, cuando el Congreso debía avanzar en la Ley de Probidad, la elección del Contralor y la designación del próximo Fiscal Nacional.
¿Cómo voy a estar de acuerdo con un cambio al sistema electoral ideado por políticos que validan el modelo político populista de Venezuela y Bolivia o la Dictadura de Pinochet? ¿Cómo puedo sentirme seguro con una indicación tributaria firmada por políticos que roban al fisco con boletas ideológicamente falsas? ¿Cómo voy a confiar en la honorabilidad de un parlamentario que “se olvida” o “sale de viaje” cuando debe votar por las transformaciones sociales que Chile necesita? ¿Cómo puedo permitir que alguien que se idealiza como cristiano popular demócrata, se expresa como señor feudal y no respeta ni las libertades individuales, ni el derecho a amar libremente, establezca lo que es correcto e incorrecto para mí? Sinceramente, el riesgo es muy alto.
Como anhelo que esta columna sea distinta, les pido que dediquen unos segundos a escribir un comentario. Me cansé de derechistas criticando a la izquierda, de ateos criticando a los cristianos, de camaradas chunchos criticando a los indios y de ladrones criticando a estafadores, si vamos a decir las cosas como son, partamos por dejar de ver la paja en el ojo ajeno. Fiel a mí estilo, digo fuerte y claro, ¡yo no apuesto a Piñera! Si en el primer gobierno dejó agonizando a RN, en el segundo nos mata. Independiente de su “gran” manejo económico, tengo una cascada de razones sociales para decir que ni a misa con él.
Sin pactos electorales o alzadas de brazos, pretendo trabajar por la renovación de Renovación Nacional, quiero volver a vernos viviendo bajo el lema “Primero Chile, Segundo Chile y Tercero Chile”, y sueño para que la nueva camada de políticos no dilate tanto la elección de las dos autoridades (fiscal nacional y contralor) encargadas de desaforar al sinvergüenza que engorda con los recursos de todos los Chilenos.
Comentarios
23 de octubre
Fácil! Para higienizar la política debemos eliminar a los sujetos que se acercan a ella sólo por el dinero. Si se disminuyen los salarios y las dietas de los puestos de representación pública sólo se acercarían a ellos personas con vocación de servicio público. Habrían personas que realmente saben lo que deben hacer y no tendrían la necesidad de tanta «asesoría» El estado ahorraría bastante dinero. Pero no es una idea muy popular entre los que se supone deben decidir por nosotros. Para lograr ésto debemos ir a votar y contribuir para que los que no tienen acceso a la información verídica, la tengan y puedan ejercer su derecho de manera informada y no «fanatizada». Compartir y socializar nuestras opiniones. No callar ni auto-censurarse porque nuestra opinión pueda parecer controversial o confrontacional. La democracia se trata de intentar tener muchos puntos de vista, pero los conglomerados partidistas nos han convencido que sólo ellos son la voz autorizada. Cuando la mayoría de nuestra población común opine con fundamentos y argumentos basados en hechos comprobados, podremos tener una política higiénica. Pero nuestras autoridades se han empeñado en que eso no se produzca.
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23 de octubre
Gracias por comentar
Concuerdo en que los sueldos son muy altos, reducirlos y limitar la reelección es tema, pero a mí gusto, pasa por la fiscalización
Si gano poco y me fiscalizan poco, negocio con lobbistas
Si todo lo mío es transparente y si las consecuencias de la fiscalización puede ser carcel… Robar duele más!
Hay que aumentar el riesgo y la velocidad para desaforar.
Lo de la capacidad profesional lo he discutido harto, yo siento que el congreso debiese tener puros abogados… Y el resto asesoramos cuando corresponda, unicameral claro.
Pero bueno.
Sin fuero y más transparente, ningún ladrón se verá interesado, creo, en quedar en vitrina
Pdta: Veo que no te la jugaste…