Para un sector del país es tan importante que se manifieste y se fomente de alguna forma la imagen ganadora de un candidato que los representa, que utilizan la credibilidad del votante y la manipulación a lo que están acostumbrados a través de porcentajes como un soporte cotidiano, constante y verdadero para influir en la apreciación de la masa y el sufragio, donde las distintas empresas de encuestas encargadas de sondear la opinión pública y sus preferencias electorales, no han escatimado en abultar o minimizar a los contendores que no cumplen con las expectativas de sus intereses partidistas.
Desde un comienzo mediando, en cierta medida, los intereses comunes, las cuasi amistades y un modelo en que han aparecido nuevos personajes e ideas en la palestra pública. Temidas por muchos, es que se hace necesario preguntarse ¿Tenemos que seguir aceptando esta manipulación mediática como lo hicieron en su momento los medios de comunicación escrito para ocultar lo que verdaderamente pasaba en el País?
Estas empresas han sido el nexo perfecto para aquellos que desean mantener el discurso y un pensamiento ideológico al más puro estilo de una pavimentación al poder de una figura emblemática inventada y marqueteada para ese efecto.
En estas elecciones pudimos darnos cuenta que tanto los porcentajes como la infravaloración de X candidato/a no fue suficiente para evitar que la población se manifestara de acuerdo a los cambios que esta sociedad necesita para caminar efectivamente hacia una renovación completa de la actual política y todos sus secuaces.
Los tiempos han cambiado y han llegado para quedarse como dicen por ahí, es tremendamente necesario que estas prácticas maliciosas desaparezcan del acontecer nacional para caminar efectivamente, y dejar en el pasado, este intervencionismo premeditado a lo que estas élites nos tiene acostumbrados.
Como no es menos cierto, que la alteración por mínima que sea, provocó el efecto contrario para desánimo de muchos, corroborando así que este pueblo es mucho más digno e inteligente que las opiniones vertidas en un sector que lo observa como ignorante, flojo o estancado.
Estas empresas han sido el nexo perfecto para aquellos que desean mantener el discurso y un pensamiento ideológico al más puro estilo de una pavimentación al poder de una figura emblemática inventada y marqueteada para ese efecto. Esta tecnología cada vez más al servicio del que quiere informarse a través de medios poco convencionales como lo es el internet, ha demostrado con creces que la población ya no cae en estos subterfugios de creer en lo que “supuestamente” dicen las encuestas; conjugando no solo la envergadura de lo que está en juego, sino que también, la respuesta sin intervención ante las elecciones.
Proclamemos entonces que para este Pueblo, ya no bastan las encuestas, ya no basta hacerse el simpático, ya no basta tener cada vez más restricciones, desigualdades, injusticias, inequidades; Notable ha sido la respuesta inequívoca de esta sociedad que construirá a partir del propio liderazgo el futuro al que quiere aspirar sin intervencionismo y mucho menos la manipulación de unos cuantos que aún hoy, siguen aspirando a mantener el poder invistiendo a toda costa al símbolo de la corrupción.
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