Pero pese a lo chistoso que llega ser escuchar a estos futuros premios Nóbel de la transparencia compitiendo por el odio popular, no puede sino incomodarme profundamente el hecho de saber que no les importa en lo más mínimo lo que piense la gente.
Que los políticos sean expertos en llevar la máscara más ad hoc según la contingencia y su conveniencia no tiene nada de novedoso. No me extraña ver por ejemplo a la señora Matthei siendo la nueva justiciera de los pobres, que ha bajado de los cielos de Las Condes para ampararlos de la crueldad de las grandes empresas (que controlan sus amigos). Mucho menos que el ministro Hinzpeter, a propósito de la lamentable muerte del carabinero, salga llorando en televisión suplicando que “todo Chile se una” contra la violencia y “terminemos de una vez por todas con aquellos que buscan la destrucción de la paz” y el asesinato en masa de pobres carabineros (entiéndase estudiantes, señoras gritonas, activistas, anarquistas y comunistas…). O que Zalaquett ame a los estudiantes que desaloja o incluso que la izquierda quiera cambiar la educación neoliberal después de haberla incentivado durante todos sus gobiernos.
¿A quién le puede sorprender después de todo si la chantedad es casi la esencia de la política?
Lo que sí nos debe sorprender es que este dándose un clima opuesto, que la ambigüedad natural de todo político esté quedando de lado y que estén surgiendo personajes que no se toman la molestia de acomodar sus palabras a las encuestas y que expresan todo su ser desde la sinceridad más care’ raja posible, individuos con el estilo Von Baer, que ni por respeto a la asertividad comunicacional moderan sus alegatos fascistoides.
Ejemplos insignes como el Coronel Labbé que rotea a medio mundo y que innumerables se han vuelto sus arrebatos y sus “Ena-zos” que dejarían boquiabierto a cualquier relacionador publico. U otros aún más patéticos, que te lanzan al cuco, al demonio y cuanta otra ficción colonial con acento huachaca si llegas a oponerte a sus dictámenes. Para que mencionar al dueño de Cencosud, el diputado Urrutia y cuántos otros que usted podrá ver citados en el The Clinic cualquier día de la semana ganándose el premio a la espontaneidad desubicada.
Pero pese a lo chistoso que llega ser escuchar a estos futuros premios Nóbel de la transparencia compitiendo por el odio popular, no puede sino incomodarme profundamente el hecho de saber que no les importa en lo más mínimo lo que piense la gente.
¿Tan poco ha llegado a pesar nuestra opinión que ni siquiera en época de elecciones están fingiendo cordura? ¿Tan poca influencia tenemos sobre los actuales y futuros mandatarios que no se están tomando ni siquiera la delicadeza de adornarnos la película? ¿No es acaso este un síntoma más de la profunda decadencia que vive el sistema representativo en nuestro país? Debemos estar atentos porque si ahora son los políticos sinceros, ¿qué viene después sino las leyes descaradas? Los militares a la calle, la prohibición de estar en contra del sistema (auspiciada por Chahuan), la pena de muerte por mirar feo a un policía o –dios nos libre- el nombramiento de la designada como presidenta de la Corte Suprema me parecen cada vez más cercanas.
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Foto: Ministerio Secretaría General de Gobierno / Licencia CC
Comentarios
19 de septiembre
Hasta se perdió el que diran, que tanto nuestras abuelas lo repetían
para que tomáramos precauciones por si nos llegaban a escuchar o
algún ademán o una mala palabra que sonara feo que la escucharan. Para que decir del buen vestir, porque si ibas a una oficina o a un banco, hasta corríamos el riesgo de que no se nos atendiera. Parece que el Manual de Carreño tan nombrado en esa
hermosa època, el Dictador lo ordenó quemar. Se perdió la humildad ,el buen vocabulario, la franqueza y la honestidad, para ser suplantadas por el altanerismo, ser pachotero, vulgar hasta para decir dos palabras o expresar una simple idea. La pantalla del televisor pasó a ser el proveedor de vulgaridades y programas porno. o de una pobreza intelectual aberrante con el objeto de poder competir con el rating de los otros basurales audio visuales,
a pesar de que todos los chilenos financiamos TVN para que cumpla con su objetivo :entretener e informar a la ciudadanía. Fue
politizado ,y como todas las cosas que tocan los políticos, fue contaminado con el virus de la ignorancia y la putrefacción ,que ha dañado a nuestra juventud y tambièn a los que todavía decimos que » todo tiempo pasado fue mejor «, pero con la complacencia de estos políticos, lo han dañado todo. Sin ir más lejos en estos día,
un film o video en que se ridiculiza a mahoma, y que en aras de las libertad de expresión «la libre competencia» y la libertad de pensar y creer, ha producido un conflicto religioso-político, en que han muerto muchas persona ,incluyendo un embajador,creando un conflicto político. Esta vez han sido afectados por sus propias ideas de aceptarlo todo como normal y de las libertades .
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19 de septiembre
La «sinceridad» de estos políticos/ as, es un indicador más de la crisis política en la que nos encontramos, ella revela una dinamíca de radicalización y polarización de las posiciones políticas. El movimiento social tiene la palabra.
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20 de septiembre
Tanto el político cínico como el honestamente burdo se amparan en una base común: el elector desinformado, ignorante, desprolijo y perezoso intelectualmente.
Lamentablemente, la solución tampoco es darle la palabra al movimiento social, eso es lo más perezoso, pues en el movimiento social también abundan ese tipo de personajes cínicos o desprolijos.
Lo que hay que hacer es promover un voto informado, una sociedad civil informada, cautelosa de sus propios derechos y libertades, y sobre todo, desconfiada del poder.
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