Con ocasión de la cena anual que celebra la SOFOFA -organización gremial empresarial- uno de sus miembros, Gonzalo Bofill, presidente de Carozzi, señaló que estaba desilusionado porque ve que el gobierno está empecinado en un proceso que culmine en una nueva Constitución. Proceso que le interesaría a tan solo un 3% de los chilenos ideologizados, en circunstancias en las que habría cuestiones más relevantes de las que preocuparse. Sus palabras parecen expresar muy bien el pensamiento de una oposición que se parapeta tras una Constitución, que estima ha sido fundamental para el desarrollo de este país en estos últimos 30 años. Agrega, que el 76% de los chilenos se siente feliz. Entonces ¿para qué cambiarla?
En estas líneas me centraré en las razones que a mi juicio ameritan un proceso constituyente, un proceso deliberativo, participativo que puede culminar, o no, en una nueva Constitución. No me pronunciaré sobre las bondades ni maldades de la Constitución del 80, sobre la cual podemos tener concordancias y discrepancias, sino sobre su génesis. La Constitución del 80 surgió entre cuatro paredes, por orden de una Junta Militar, como resultado de una comisión presidida por Enrique Ortúzar, con la actuación estelar, en las sombras, de Jaime Guzmán.Lo que aspiramos es tener la posibilidad de tener otra Constitución. Lo que necesitamos con urgencia es dirimir de una vez por todas lo que queremos, y por lo mismo creo que tenemos derecho a poner sobre la mesa la Constitución que queremos.
El resultado es la Constitución que tenemos, una Constitución que nos fue impuesta a punta de bayonetas, en un contexto de guerra fría. Buena o mala, fue impuesta, aprovechando la ausencia absoluta de deliberación y participación, salvo la que pudiere haber existido entre quienes respaldaron la dictadura, algunos con los ojos bien abiertos, en tanto que otros, los cómplices pasivos, cerrando los ojos.
A lo largo de estas décadas esta Constitución, la que tenemos, ha experimentado cambios, algunos de ellos sustantivos; sin embargo, conserva su esencia, su impronta original. Los cambios que la han afectado son los que la derecha ha admitido, aceptado, por lo general, cuando ya no le eran propicias, como es el caso de los senadores vitalicios. Bien sabemos que la derecha, no obstante ser minoría, ha conservado, contra viento y marea, su capacidad de veto dada por la Constitución del 80 a través de los quórums calificados.
La derecha sabe que la actual Constitución ha sido impuesta mediante un plebiscito sin registros electorales, en tiempos oscuros. A más de 25 años de la derrota de la dictadura es hora de tener derecho a elaborar una nueva Constitución. ¿O solo la derecha puede hacerlo?
Lo que aspiramos es tener la posibilidad de tener otra Constitución. Lo que necesitamos con urgencia es dirimir de una vez por todas lo que queremos, y por lo mismo creo que tenemos derecho a poner sobre la mesa la Constitución que queremos. Si a unos les gusta esta, y a otros les gusta otra, lo que corresponde es que decidamos en un proceso electoral, cuál Constitución queremos. ¿Es mucho pedir?
No queremos imponer Constitución alguna, como sí lo hicieron ellos. Solo queremos tener la opción de tener una Constitución que sea fruto de un proceso constituyente deliberativo, participativo, donde los desacuerdos se diriman electoralmente, como corresponde a una verdadera democracia.
Comentarios
23 de octubre
Hola Rodolfo!
Me llama la atención que aún nadie opine, por lo mismo, abriré mostrando nuevas dudas.
Quienes queremos nueva constitución estamos en todos lados, ciertamente hay más en la izquierda, pero no es exclusivo, el tema es ¿cuánto saben y entienden lo que quieren? O ¿quién puede traducir lo que quieren? La altura de miras y el pensamiento cívico es tan bajo hoy, no está en el parlamento y podría decir que tampoco en el judicial, por lo que deja todo en manos de quienes poco saben de ley.
No quiero ser fatalista, se lo que quiero, pero no sé si podré aportar, el discurso está tan polarizado que creo que la constitución debiese ser escrita por marcianos o extranjeros, pero de dónde, tampoco lo sé.
Entonces, puedo reconocer a los obstruccionistas, pero al mismo tiempo desconfío de los progresistas; por lo mismo creo que fue buena idea dejar esto en manos del próximo congreso, lastima que sea sin leyes de probidad… Nuevamente desconfío
Chile necesita una nueva constitución, pero antes, mejores políticos y ciudadanos informados; sino…. Ya sabes lo que pasa y a quién beneficia.
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23 de octubre
Con su permiso Rodolfo…..Creo como Ud que es fundamental avanzar en los cambios que necesita la población que nos signifique mejorar la calidad de vida de muchos y por consiguiente , superar en parte la herencia de desigualdad y una paupérrima equidad. La Constitución del 80 nos ha significado no solo esta observación, sino que también que los Gobernantes de turno estén con las manos atadas para introducir cualquier cambio en ella por el bien mencionado «veto». La sustitución de la firma realizada por el Ex Presidente Ricardo Lagos en su momento, sentó un precedente en que si actualmente hubiera intención política de llegar a un consenso con la aprobación y participación de la población, podría hacerse bajo una conciencia colectiva y participativa. Hay que tener claro que sigue y seguirá siendo » ilícita, amoral y nula ya que los cambios fueron realizados en Dictadura por Juristas que avalaron aquello pensando y proyectándose a futuro, entregando en bandeja de plata la distribución de los ingresos no importándoles para nada la lucha de clases que tenemos hoy, sin contar con la odiosidad en que nos encontramos. La re-estructuración de los mecanismo de poder son esenciales, como lo son también darse cuenta que es el legado para futuras generaciones. Creo yo que las características políticas de nuestros representantes que van desde los partidos políticos a los que perteneces, a la clase social, a la corrupción comprobada, hace poco probable que sea lo mas idóneo al momento de pensar en tener una AC como refiere Patrick, por lo que se hace indispensable que la representación este dada mas por la población que en definitiva sera la garante de los resultados de dicha reforma, por supuesto que acompañado del conocimiento para realizar el debate y exponer las propuestas.
Un gusto comentar en esta columna que dicho sea de paso, esta muy buena¡¡¡¡
23 de octubre
Leonor.
Todo lo que dices es cierto, negarlo resulta absurdo, pero mi inquietud sigue igual.
Partiendo de que no soy leguleyo, esto podría resumir un poco mi inquietud.
La sociedad chilena ha sido condicionada al Pan y Circo, que sumado al «Duopolio trincherista» (me carga el concepto, pero sirve ahora) realmente es ciega (pero no tonta)
Si a eso le sumamos esta esclavitud encubierta por un mercado mal regulado (adrede) siento que por más necesaria que sea la constitución (en verdad lo creo), se requieren un par de años de educación cívica real.
Televisión, escuelas, etc… Aunque creo que existen chilenos preparados para ser objetivos e imparciales en la entrega de contenidos, dudo que los canallas de siempre se sientan agusto con empoderar a la ciudadanía, por lo que tratarán más de adiestrar.
Quizás por eso sigo en política y me como todo los ataques que recibo por ser «Facho» con una sonrisa. Siento que cuando suceda la purga, nuevas ratas tratarán de hacerse del poder y ahí quienes caminamos moralmente y actuamos velando por dormir tranquilos podremos frenarlos, pero cuesta, porque hay mucho slogan en la izquierda y poca preocupación por sanar al sistema.
Respecto a la derecha, bueno, me quedo con los militantes de RN y ex RNs hoy amplitudinales, pero sin confundirme, el norte es social, No Piñera.
Así que como ves, me gusta la idea, pero no sé cómo poder velar que no le hagan lobby a Chile y terminemos creando una falsa democracia como la actual, que al menos conocemos.
Un abrazo y si, Rodolfo es una persona genial y extremadamente necesaria.
25 de octubre
en matemáticas el orden de los factores no altera el producto, pero cá sí que lo altera, por lo que el orden de tu último párrafo lo invertiría: Chile necesita ciudadanos informados, mejores políticos y nueva constitución …..
razón: con ciudadanos informados tendremos mejores políticos, y con mejores políticos tendremos una constitución como la gente y para la gente!
saludos,
rodolfo
02 de noviembre
En su escrito “…es hora de tener derecho a elaborar una nueva Constitución. ¿O solo la derecha puede hacerlo? “, deja Ud. en evidencia su interés, su preocupación que es la misma de cierto sector político, en su escrito poco importa el bien común o al menos ese no es el objetivo que se persigue, Ud. desea SU constitución, una hecha a la medida de una ideología en particular, a mi me parece que con tanto gasto, propaganda, slogan y grupos de presión actuando, Ud. la tendrá, tendrá SU constitución, además sin quórum calificado que tanto molesta, así, la podrá cambiar cuando quiera, será flexible de acuerdo a los tiempos, y si la cosa va mal porque a veces los países se cansan del yugo de la izquierda, Ud. sabe, escasean algunas cosas, la corrupción se eterniza, se gasta más de lo que se produce, etc, con algunos ajustes entre gatos y medianoche se arregla la cancha. Si yo fuera Ud. estimado, estaría tranquilo.
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02 de noviembre
Estimado!
Parece que no entendió el tenor de la columna … no se trata de tener la Constitución que yo quiera, sino la que el país decida tener. es hora que el país tenga la opción de tener la Constitución que ella decida tener, y no la que decidió la derecha en las sombras coludida con los militares. Si el país decide conservar esta Constitución, en un proceso libre, informado, sin violencias ni odios, no te quepa la más mónima duda que seré el primero en acatarla y someterme a su voluntad.
No te parece razonabkle que de una vez por todas tengamos la opción de definir la Constitución que queremos? cuando no hay acuerdo, en democracia existen los procesos electorales para dirimir; en dictadura existe la imposición de las bayonetas. de eso se trata.
Estás preocupado de los costos. Sin duda, tiene su costo, aparentemente es más barato decidir e imponer entre cuatro paredes, si es que no se contbilizan costos ocultos, sumergidos que encierran las decisiones entre pocos.
No cabe duda que tenemos distintas miradas, visiones de sociedad. Comprendo tu punto de vista, pero no lo comparto.