El debate de izquierda y el desarrollo de las iniciativas progresistas debe ir siempre de la mano con el entendimiento de las condiciones sociales y políticas del país, y eso quienes el 2011 encabezaron la Confech lo entendieron en su totalidad. Ya que la manera en que centraron el debate, hizo más visibles las necesidades de educativas de Chile. Hoy eso no pasa. Al contrario, el izquierdismo infantilizado del que tanto nos han advertido grandes teóricos del socialismo está en acción en dicho organismo y lo está nublando al borde de llevarlo a la caricatura.
La noticia de esta semana tiene que ver con la reforma a la educación que anunció Michelle Bachelet. El proyecto, según dijo la mandataria, pone fin a la selección, al lucro y establece la educación gratis.
Algunos han dicho que es lo que se necesita, otros que es muy poco y, desde la vereda de enfrente, como es de esperar, que es demasiado.
No hay término medio en las apreciaciones del proyecto. Todos quieren aventurarse para decir que están o no de acuerdo con este, pero lo han hecho de manera antojadiza y muchas veces preconcebida.
La Confech ha sido tal vez la primera en manifestarse en contra, y en expresar su postura crítica hacia cualquier propuesta, incluso antes de que se conociera lo que hoy ya está concreto en un papel.
Sin ir más lejos este fin de semana manifestó su oposición frente a lo que impulsaría el gobierno, llamando a una marcha el 21 de mayo para así mostrar su presencia, su ojo punzante por sobre cada acto que la Nueva Mayoría pretenda llevar a cabo.
Por un lado esto es bueno, ya que es importante tener a los movimientos sociales vivos, participantes y opinantes, sin embargo también puede devenir en algo antojadizo, si es que no se tiene muy claro qué es lo que se está peleando y si es que no se entiende la posición que se debe tener en la sociedad como movimiento estudiantil. Es decir, si es que no se tiene conciencia política del contexto en el que se intenta desarrollar una idea.
Esta nueva dirigencia-o al menos una parte, debido a que se dice que hay cierta fragmentación- carece de esa conciencia. Habla, levanta el puño y dice cosas plausibles para toda persona que dice ser progresista, pero no escucha. Habla de “los diferentes actores de la sociedad”, pero no los toma en cuenta al enarbolar un discurso bonito, aceptable, pero muy poco inteligente.
El debate de izquierda y el desarrollo de las iniciativas progresistas deben ir siempre de la mano con el entendimiento de las condiciones sociales y políticas del país, y eso quienes el 2011 encabezaron la Confech lo entendieron en su totalidad. Ya que la manera en que centraron el debate, hizo más visibles las necesidades de educativas de Chile.
Hoy eso no pasa. Al contrario, el izquierdismo infantilizado del que tanto nos han advertido grandes teóricos del socialismo está en acción en dicho organismo y lo está nublando al borde de llevarlo a la caricatura.
Mucha frase bella y cero entendimiento de cómo podemos llegar a terminar de una vez por todas con el sistema impuesto en dictadura, es lo que se ve luego de sus grandes asambleas. Ya que han convertido el problema fundamental de la educación, en un eslogan contra una administración y una mandataria más que en una idea seria.
La sensatez y el conocimiento de lo que realmente debe hacerse en un país sometido al neoliberalismo desde hace cuarenta años, se fue junto con Jackson, Vallejo e incluso Boric, para así dar paso a un cierto espíritu “revolucionario” que realmente da pie a un resultado reaccionario.
Porque el infantilismo conduce de una u otra manera a que todo siga igual, y a que nada progrese hacia un futuro. Por lo tanto lleva inconscientemente a mantener lo establecido por una hegemonía de pensamiento.
Es por eso que sería bastante importante que se replantearan los modos de acción y la visión que esperan transmitir a la ciudadanía, ya que hoy, aunque sientan lo contrario, parecen estar más cerca de lo establecido que en el de la crítica concienzuda y concreta. Ya que no hay concreción, sino pataleos y-repito- puños en alto que no sirven de mucho para una verdadera izquierda. Para una de juguete sirven bastante.
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Foto: @belleandrafa / Licencia CC
Comentarios
20 de mayo
Que manera de escribir tanto sin decir nada.
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