Un día como hoy hace 22 años el país comenzó a transitar hacia un nuevo regimen político basado en el respeto a las libertades y que buscaba asumir los grandes desafíos en materia de equidad social y participación democrática.
Soy de los que creen que la Concertación del No fue exitosa por la generosidad y gran capacidad de entendimiento de los actores políticos, así como de la firme voluntad ciudadana de mirar hacia el futuro y asumir los errores del quiebre democrático del ’73. Hubo golpe de estado, es cierto, pero el NO ganó asumiendo que el quiebre tenía culpas compartidas.
Esa Concertación tuvo una motivación: propuso un cambio en paz. Hizo política pensando en Chile y no en sus partidos.
Muchos de los anhelos de hace 22 años están satisfechos, otros a medio camino y hay varios que consideramos que aún están con pocos avances. La Concertación del NO puede estar satisfechas en muchas materias (ampliación de oportunidades, combate a la pobreza, apertura de mercados, entre muchos otros) y evidentemente no tanto en otras relevantes como atacar la enorme desigualdad en materia de educación y salud.
En el acto de hoy en Valparaíso, realizado por los 4 partidos que quedan en la Concertación del NO, se cumplió con un deber póstumo: decir lo que no se dijo en la última etapa de la coalición. Creo que las palabras de Carolina Tohá a nombre de los presidentes de la Concertación son un discurso fúnebre, una suerte de epílogo de la coalición que gobernó el país.
Las palabras enunciadas por una de las mejores herederas de la Concertación pueden ser leídas como una suerte de testamento, palabras escritas al borde del final de una historia, con la plena sensación de los errores cometidos, pero sin ganas de hablar de ello. El acento del testamento está en repartir lo positivo e irse a la tumba con los secretos.
Para mí la Concertación ya había muerto en la seudo-primaria, por eso el acto de hoy lo veo como el entierro tardío de la coalición. De todas maneras valoro el hecho de que hoy a 22 años del Plebiscito, podamos decimos gracias Concertación. Hasta siempre.
Los compromisos enunciados no poseen la capacidad de fundar una nueva coalición. Las entiendo como afirmaciones genéricas que tienen el potencial de despertar muchas preguntas y, que tal vez, puedan abrir una nueva etapa de conversación sobre el futuro.
Por ello, valoro la disposición al debate. Es una manera de volver a partir.
Hoy de alguna manera se cierra la primera etapa de quienes buscamos que en Chile existan reglas claras para el proceso democrático. Sin embargo, estamos lejos de celebrar.
Primarias Abiertas, ¿de qué tipo?
En lo particular, respecto a las primarias abiertas, sólo hemos escuchado un compromiso asociado a una agenda electoral. Por lo tanto, ahora viene una etapa sustancial, relativa a a definir el mecanismo específico de participación.
Por eso, la nueva pregunta es ¿qué entendemos por primarias abiertas? Obviamente esa pregunta es válida para cada uno de los puntos del "manifiesto", ya que me imagino fue redactada de una manera suficientemente genérica para ser firmada por personas que piensan en forma muy disímil en materias políticas, económicas y medio-ambientales.
Lejos de ser un problema, creo que eso es lo realmente importante. Reconocer un piso común frente al cuál estamos dispuesto a debatir.
Esto recién comienza.
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