Sebastián Piñera por años sintió orgullo por haberse opuesto a aquella dictadura que parte importante de su sector apoyaba formando parte de esta. Por mucho tiempo llevó esto como una medalla, la que lucía con el pecho inflado y sin ningún problema para pronunciar palabras como democracia y libertad, esas mismas que en muchos de quienes formaron parte de su gobierno, y quieren que se postule nuevamente para ocupar La Moneda, aún suenan falsas por el sólo hecho de haber aplaudido las atrocidades uniformadas.
Pudimos constatar que por mucho que Sebastián haya condenado las muertes y las torturas de la dictadura que fundó el sistema en el que él se enriqueció, lo concreto es que hay una visión que él comparte con la propaganda que el régimen instaló y perpetuó en muchos lugares de Chile hasta el día de hoy.
Algo que Piñera había logrado capitalizar, era intentar representar a otra derecha, a una menos autoritaria y que había estado en contra de Pinochet votando que NO en el Plebiscito de octubre de 1988. Tanto así, que no tuvo ningún problema en llamar “cómplices pasivos” a quienes en un pasado habían sido importantes miembros del pinochetismo, y que en ese entonces que lo rodeaban y formaban parte de la coalición que lo respaldaba.
Hasta ahí todo parecía correcto. Si es que uno miraba superficialmente a Piñera podía comulgar con esos gestos en contra de la dictadura, sin embargo, si es que uno mira profundamente el discurso del ex mandatario, a lo mejor esas afirmaciones se irán desmoronando.
Sebastián Piñera es tal vez uno de los principales representantes ideológicos del trabajo hecho por la dictadura de Pinochet. Su fortuna no se entiende sin el autoritarismo militar y el mercado desenfrenado de aquellos años, y su idea de que ser empresario puede también ser un factor político importante es claramente uno de las grandes herencias de esa combinación ambigua entre la política y el poder económico que nos heredó esta institucionalidad hecha en los cuarteles y en las oficinas de los Chicago Boys.
Por eso es que por más que se refiera a su oposición a Pinochet, es que Piñera no piensa muy diferente a su régimen en términos filosóficos. Es cuestión de escuchar la conferencia de prensa en que salió a defenderse tras los cuestionamientos a sus negociados mientras era presidente. En esa oportunidad no sólo lo vimos enfadado y con el ceño fruncido, sino que también lo pudimos observar enarbolando un discurso que creíamos olvidado. Un discurso que la derecha ha tratado de decir que ya está en el pasado, pero que en la declaración de quien es la principal carta presidencial de Chile Vamos, y probablemente la definitiva, apareció fuerte y robusto, y me refiero al del anticomunismo, sumado al de que quien ejerce la política nunca ha trabajado.
Eso fue lo que vimos aquel día. Pudimos constatar que por mucho que Sebastián haya condenado las muertes y las torturas de la dictadura que fundó el sistema en el que él se enriqueció, lo concreto es que hay una visión que él comparte con la propaganda que el régimen instaló y perpetuó en muchos lugares de Chile hasta el día de hoy. Ya que, aunque haya llorado las muertes de comunistas y personas de izquierda bajo la mano de hierro de los militares, lo concreto es la argumentación que usó para responder a un sector de este país, particularmente a los comunistas, era la misma con la que se exterminó a miles de chilenos.
Comentarios
02 de marzo
Esta desesperación por la proyección de Piñera empieza a crear actitudes irracionales. Si quiere restar votos a Piñera proponga algo usted, porque reprochar al rival por su pasado es reconocer que usted no tiene un propuesta mejor para el futuro, porque si la tuviese no haria lo que hace, sumando y restando se resta usted mas votos con esto. Sobre todo en el caso de Piñera que siempre se ha fortalecido despue de que lo vapulean. ¿Cree que Bachelet hubiese ganado con un 70% simplemente por basurear a sus rivales por el pasado?, ella ganó por sus propuestas, que eran erradas como bien lo anticipó Piñera y ahora eso lo entiende todo Chile. Lo que ocurre es que aunque tenga la presidencia, las dos camara y los municipios si la propuesta es mala no hay nada que hacer.
Pero apunto a que Bachelet ganó por lo que propuso, no por lo que atacó a sus rivales, o no habria ganado. ¿ Y como una persona tan inteligente como usted no se le ocurrió todo esto cuando hizo el articulo ? Tome a bien mi consejo mi consejo: que no escriba con odio Francisco, verá que se sentirá mejor haciendolo y logrará mejor resultado para la que sea su causa.
Saludos co
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02 de marzo
No entiendo el propósito del artículo. Parece provenir del temor que las personas de extrema izquierda olviden lo único que recuerdan. Esta si es una señal inequívoca del avance del presidenciable.
Mis respetos
05 de marzo
«Sebastián Piñera es tal vez uno de los principales representantes ideológicos del trabajo hecho por la dictadura de Pinochet.» Bajo la misma lógica el autor del comentario sabrá que representa espléndidamente el buen trabajo hecho por la benemérita Junta Militar en pos de la libertad en nuestro país, no sólo la económica, sino que mucho más importante, la de expresión de la que goza y hace uso el comentarista sin mayor autorreflexión.
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