El año 2013 el diputado Gustavo Hasbún salía electo con el 24.15% de los votos de su distrito, siendo segunda mayoría; en este mismo orden el diputado Jorge Ulloa salía electo en el suyo con el 26.64%.
A diferencia de los dos anteriores, el diputado Ignacio Urrutia, gracias al nefasto y derogado sistema binominal, era electo diputado siendo tercera mayoría de su territorio distrital con un 22.29% de los votos, dejando fuera al demócrata cristiano Matta.Los diputados Urrutia, Ulloa y en menor medida Hasbún, han sido férreos defensores de la dictadura, gobierno que a todas luces es inconstitucional y contrario a las leyes, por lo que no tienen ni la calidad moral ni la idoneidad como para presentar una moción de estas características.
¿Qué tienen en común estos tres personeros? A primera vista, podemos decir que pertenecen a la Unión Demócrata Independiente y si vemos las noticias de esta semana, sabemos que son precursores de un proyecto de ley que intenta aplicar sanciones de cárcel y multas a quien “públicamente niegue, enaltezca o minimice los hechos o gobiernos que a lo largo de la historia hayan transgredido la Constitución Política y las leyes”.
En este proyecto de ley, dan como ejemplo el gobierno del Presidente Salvador Allende Gossens, gobierno democráticamente electo que asumió el día 3 de noviembre de 1970 y fue derrocado mediante un golpe militar el día 11 de septiembre de 1973, hecho que acarreó una dictadura que duró 16 años encabezada por Augusto Pinochet Ugarte.
Ante lo anterior quiero hacer un racconto: el dictador muere un 10 de diciembre de 2006, ante este deceso el diputado Ulloa señala a -El Mercurio- que “claramente éste es un partido que reconoce la obra del Gobierno Militar y reconoce a quien lo encabeza y, en ese sentido, para nosotros ha sido muy importante que se reconozca que Augusto Pinochet fue un actor de primera línea, es el hombre que transformó y modernizó Chile”, refiriéndose a la Unión Demócrata Independiente.
Durante el día 3 de diciembre de 2014, un oficio del Ministerio de Defensa comunicaba el retiro del nombre Augusto Pinochet de una de las medallas de la institución, que tenía por objeto reconocer la tradición de la “familia militar”; ante esto, el diputado Jorge Ulloa, señalaba que “no podemos borrar la historia de un plumazo”, continúa, “Augusto Pinochet es la persona más importante del Siglo XX en Chile”.
El día 10 de diciembre de 2014, paradójicamente día de los Derechos Humanos, el diputado Urrutia solicitó honrar con un minuto de silencio por el octavo aniversario de la muerte del dictador; a su vez, el diputado Hasbún pedía tolerancia en este minuto de silencio y el diputado Ulloa se quedaba de pie en el hemiciclo rindiendo dicho homenaje.
Si seguimos recordando, el día 10 de septiembre del 2015, el mismo diputado Urrutia en el marco de una discusión sobre reparación a ex presos políticos, señalaba que se homenajeaban a terroristas en vez de a los verdaderos patriotas, señalando que “Los verdaderos héroes están en Punta Peuco”, centro de detención de militares condenados por violaciones a los derechos humanos.
A su vez el día 26 de septiembre de 2015, el diputado Hasbún, públicamente criticó la decisión del Intendente de la Araucanía Andrés Jouannet de quitar las fotos de los ex intendentes de dicha región que hayan sido nombrados por la dictadura.
Urrutia, Ulloa y en menor medida Hasbún, han sido férreos defensores de la dictadura, gobierno que a todas luces es inconstitucional y contrario a las leyes, por lo que no tienen ni la calidad moral ni la idoneidad como para presentar una moción de estas características.
Esta es solo una demostración más de que la UDI, por mucho que intente ser un partido popular y tenga la intención de mimetizarse con la centro derecha, es un partido que no cambia con el tiempo, ya que sigue dando espacio a personajes como estos, que logran más que enaltecerlo, humillarlo.
Que suerte tienen estos diputados de que las leyes penales no sean retroactivas, a menos que favorezcan al reo, ya que serían condenados por la misma ley que están proponiendo, es decir, han ido de la elección a la ridiculización.
He decidido omitir el honorable de este escrito, ya que me parece lejano al accionar dignatario que se espera de los miembros de la Cámara, y manifiesto mi esperanza y certeza de que este proyecto, con el transcurso de las semanas, no será nada más que una anécdota provocada, una vez más, por la UDI.
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