Hace unos días atrás, hablaba yo sobre lo que defendía José Piñera en relación con las Administradoras de Fondos de Pensiones en Chile. Queda claro que es un problema de estructura económica, que tiene que ver con la forma y objetivo en que fueron establecidas las piezas del sistema económico en nuestro país, impulsando desde su origen la idea de autonomía del comportamiento y control del mercado por parte de un solo sector de la sociedad que, por cierto, es la minoría más poderosa en Chile.
Hoy la verdad sale a la luz cuando miramos las declaraciones del sector político de este país, representado por los honorables Presidentes, tanto de la cámara del Senado -Ricardo Lagos Weber- como de la cámara de Diputados -Óscar Andrade-, quienes señalan como gran avance los cuatros proyectos de ley que se tramitarán en ambas instancias: 1) El proyecto de AFP estatal, 2) el marco regulatorio de las AFP, 3) el pilar colectivo solidario y 4) medidas que puedan regir el mercado laboral en lo previsional. De esta manera nos damos cuenta -algunos- de que la discusión fue arreglada por debajo la mesa.Queda claro, que es un problema de estructura económica, tiene que ver con la forma y objetivo en que fueron establecidas las piezas del sistema económico en nuestro país, impulsando desde su origen la idea de autonomía del comportamiento y control del mercado, por parte de un solo sector de la sociedad, que por cierto, es la minoría más poderosa en Chile.
Tal cual como sucederá con la Reforma Constitucional, con la que nos trataron de hacer creer en la participación ciudadana como eje troncal y que al final del camino solo será un cambio renovado de maquillaje (como las modelos top de pasarelas). Estos proyectos de ley tienen como objetivo detener y adormecer a las más de un millón de personas que marcharon reclamando la eliminación de las AFPs en Chile. Aquí no hay intención de proteger a los trabajadores, sino que existe únicamente el objetivo de seguir sosteniendo la tesis de que el actual Sistema de Administración de Fondos de Pensiones no debe ser afectado ni dañado por algún cambio profundo, ya que la complejidad es bastante profunda desde el punto de vista económico: se pensará la eliminación del actual sistema pero ¿quién -o quienes- sostendría -o sostendrían- el funcionamiento del mercado chileno?
Analicemos: 1) Proyecto de AFP estatal. Es un proyecto estúpido desde el punto de vista del funcionamiento del mercado actual, puesto que si se levanta una AFP estatal, esta deberá responder al comportamiento normal y habitual de las actuales administradoras, sin perjudicar la libre competencia. Esto significa que una administradora estatal solo sería más de lo mismo y peor, puesto que el Estado debe garantizar a los inversionistas la no intervención autoritaria por parte del él. En la práctica esto es, por ejemplo: el Estado no puede cooptar el mercado en desmedro de los privados. Entonces, ¿qué pasaría si todos los chilenos se cambian a la AFP estatal? ¿Esta será diferente a las actuales administradoras? Claramente no lo puede ser. Entonces, ¿cuál es la idea de una AFP estatal? Generar un acto populista de contención que permita matar la discusión, por lo menos, durante unos 5 a 10 años más.
2) El marco regulatorio de las AFP. Pregunta, ¿por qué se discutirá en el marco regulatorio si el problema esta en el origen, fundamento, ideología y objetivo con el cual fueron creadas las AFPs? Esto es simple -y lo respondió José Piñera-: «No hay que romper este modelo porque esto va a dañar a la gente pobre, esto va a dañar especialmente a los más vulnerables”. Los economistas saben perfectamente lo que significaron estas palabras dichas por el ex ministro de la dictadura de Pinochet. Así también lo entendieron los políticos de este país, por tanto prefirieron tomar la idea de lo “perfectible” de la discusión. Así usted y yo, quienes no manejamos los fundamentos con los cuales realmente se lleva a cabo esta discusión, deberíamos creer que es lo mejor para Chile y su gente. Pero, preocúpese: este sistema no es perfectible, al contrario: Chile necesita un cambio de sistema que tenga otro objetivo, fundamento, origen e ideología, que respete y reconozca los esfuerzos de nuestros trabajadores durante su vida laboral que, por cierto, es bastante alta.
3) Debo ser claro, el pilar colectivo solidario hoy en día solo beneficia a las actuales Administradoras de Fondos de Pensiones por dos razones: a) las libera de la responsabilidad de las bajas pensiones, esto quiere decir que usted y yo solventaremos este fondo, b) les inyecta de alguna manera más recursos que, a largo plazo, habrán multiplicado después de haber capitalizado sus ganancias.
4) Medidas que puedan regir el mercado laboral en lo provisional. Es una estupidez pensar que presionando al sector privado a través de medidas paliativas que no tienen relación directa con el tema de fondo, se podrá resolver la problemática. Aquí lo que necesitamos es generar un empuje real en el aumento de sueldo a un mínimo de $400.000 mensuales, puesto que el problema del mercado laboral es la mala retribución salarial que tienen los trabajadores por su fuerza de trabajo que, por cierto, es el verdadero motor del crecimiento económico (pues ellos producen y compran).
Estas cuatro medidas aparecen como carta triunfante y se presentan como eso. Pero la verdad de esto es que, en realidad, aquí hay un acuerdo que permite operar tras la figura política. Las manos fuertes de este país están presionando para que la figura de lo «perfectible” reine, no así los cambios profundos que se necesitan. Los políticos de este país están entregados a la suerte de la economía y de quienes la manejan. Nunca será bueno cambiar el sistema de ahorro previsional, porque «esto va a dañar a la gente pobre, esto va a dañar especialmente a los más vulnerables” (José Piñera). Frente a estas amenazas y a la complejidad que significa resolver con pantalones el problema del sistema de ahorro de los trabajadores de este país, los políticos se rindieron a los verdaderos gobernantes, a “las manos fuertes” de este país quienes, por cierto, pagan de alguna manera u otra sus sueldos; solo mire cuántos políticos tienen relaciones con AFPs y/o empresarios y empresas influyentes de este país. Juzgue usted mismo.
Comentarios
06 de septiembre
Claramente no es conveniente para nadie dilapidar los fondos de pensiones existentes, pero si se pueden introducir cambios significativos en este tema, que permitiría mejorar el sistema y las pensiones:
1) Ley que limite los sueldos mas altos a 15 veces el sueldo mas bajo en cualquier institución pública o privada, salvo las PYMES.
2) Ley que permita la creación de AFP´s sin fines de lucro y dejar que los cotizantes (el mercado …) decida.
3) Ley que obligue a cotizar sobre el 10% que hoy pagan los empleados, 5% a los empresarios y 5% al Estado.
4) Ley que permita recuperar solo para los cotizantes, empresas rentables, cuyo crecimiento está asegurado, que sean manejadas por un fideicomiso profesional, que no reducirán su valor por la crisis asiática, europea u otra como las de Agua Potable, Carreteras consecionadas, etc. y toda la rentabilidad se reparta en montos iguales para todos los cotizantes y vayan a las cuentas individuales.
5) Ley que permita financiar una vivienda sin interés con los fondos acumulados.
6) Ley que termine con las discriminaciones y todos usen el mismo y único sistema.
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