Muchos nos preguntamos ¿qué están haciendo para revertir la señal que dieron las chilenas y chilenos con una alta abstinencia en las elecciones pasadas? ¿Por qué existe tanto rechazo en eliminar el sistema Binominal? Definitivamente la política no quiere cambiar.
Las elecciones presidenciales están a la vuelta de la esquina, sin embargo hoy, sin haber realizado las primarias, la tendencia nos dice que Michele Bachelet será la candidata de la oposición y aparentemente Golborne será el candidato de la derecha.
Si hacemos un análisis simple, de ciudadanos comunes y corrientes, podemos decir que la situación es lamentable, porque los deseos de recuperar el poder de la izquierda y la continuidad de la derecha superan la lógica que nos dice que para elegir un candidato a Presidente debemos valorar los principios, las ideas y las propuestas de cada uno de ellos y que éstas vayan en sintonía con lo que nuestro país necesita para avanzar y no elegir a alguien por su popularidad.
Hoy muchos políticos sólo predican que están haciendo los cambios, pero en el fondo están reticentes a generar los cambios reales que la política necesita y que permitirá que podamos volver a creer y confiar en ella y en especial en ellos. Muchos nos preguntamos ¿qué están haciendo para revertir la señal que dieron las chilenas y chilenos con una alta abstinencia en las elecciones pasadas? ¿Por qué existe tanto rechazo en eliminar el sistema Binominal? Definitivamente la política no quiere cambiar.
Somos Sociedad Civil, ¿tenemos el deber de exigir los cambios? Antes de eso tenemos el desafío de generar los cambios, entonces qué hacemos para que nos escuchen, parece que por el momento será votar bien y apoyar a los candidatos que quieran generar los cambios, después organizarnos mejor y trabajar por hacer un Chile mejor.
¿Usted qué opina?
Comentarios
21 de abril
Claro, el votar por quienes deseen desarrollar los cambios es lo que le queda a la ciudadanía, sin embargo, con ello también, comportándose el voto como una arma de doble filo, el votar también elige a la mayoría de quienes no desean hacer los cambios y, por otro lado, legitima el sistema político una vez más, dejando todos los cabos sueltos a la voluntad de atarlos por parte de quienes sean elegidos.
Si son pocos los elegidos que desean los cambios, tal vez no se alcancen las mayorías necesarias requeridas para llevar a efecto esos cambios, lo que implica que las cosas es posible que sigan su camino de la mano de la tortuga…
Para mí, la gente pide demasiada cosa. La potencial Presidenta ya ha hecho oído de algunas de ellas, sin embargo, yo pediría sólo una cosa:
Una Cámara Ciudadana Digital donde institucioanlizar sistemas de debates que permitan al colectivo «ciudadanía-instituciones del Estado y sus representantes» poder elaborar metodologías de implementación de los acuerdos que se logren en ese sistema de debate institucional, porque, sin suexistencia, la ciudadanía se debe hacer escuchar con marchas y eso parece absolutamente prehistórico en la era digital, además de ser tremendamente ineficiente como sistema que permita alcanzar objetivos…
Si el planteamiento de la ciudadanía fuera: queremos una Cámara Ciudadana Digital, otro sería el país que podríamos lograr, haciendo los análisis adecuados de forma correcta, considerando la información necesaria y adecuada para tomar las decisiones que la patria requiere, estableciendo las prioridades que mejor pudiéramos identificar.
Con una herramienta como la Cámara Ciudadana podríamos resolver la mayoría de nuestros problemas, abordando todas y cada una de las materias que son de interés de la ciudadanía, permitiendo esta herramienta mantener registros de cada propuesta o tema de debate, de forma que, incrementando el avance del tratamiento del análisis del tema, cada vez se estará más cerca de lograr implementar una solución…
Para mí eso es una metodología que permite realmente poner sobre la mesa los temas y a la institucionalidad de la República estar al servicio de lo que anhela la ciudadanía, cosa que en resumen significa crear un mecanismo democrático de debate en el que se pueden hacer muchas cosas, tales como elegir a nuevos representantes del pueblo…
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