La cremación es una práctica ancestral que consiste en deshacer un cuerpo humano muerto, quemándolo en un sitio denominado crematorio. El origen se remonta al antiguo Egipto, donde era común untar el rostro de los fallecidos con cremas.
Se cerró el año 2014. ¿Qué nos queda en la retina política? Quizás la metáfora aludida nos permita decantar una idea central, el corazón del año 2014.Las angustias y zozobras de los que han sufrido los impactos del llamado “modelo”, sus asimetrías y abismos sociales siguen siendo los ciudadanos, quienes alternan los discursos interiores y exteriores “a la española”. Esto es, un malestar profundo a una modernización altamente segregadora.
Aunque el presente nunca es fácil de abandonar, uno podría señalar por una parte, un año marcado por las fuertes tensiones y pugnas entre quienes apoyan el cambio y otros que reivindican la continuidad del “modelo”. Por otro lado, está la discusión sobre los matices en torno a la gradualidad y velocidad de las reformas en curso.
En nuestra bitácora, la sociedad chilena transitó durante mucho tiempo por una economía globalizada, la llamada economía social de mercado y un individualismo exacerbado, casi extremo. Indiscutiblemente, por años esto funcionó. Sin embargo, se ha trizado el pacto de silencio entre la lógica especulativa-financiera y la pasividad de quienes estaban llamados a fiscalizarla. Los ejemplos abundan.
Es evidente y empíricamente demostrable la ruptura producida entre nuestras instituciones y la ciudadanía. Más aún, cuando los individuos cambian su percepción del mundo, la mirada de su propia vida cotidiana a una velocidad mayor y antes que las instituciones. Y lo harán sucesivamente.
Así entonces, nuestro Estado -aún pequeño- debió entender que no era menor ni periférico tener en cuenta los intereses y demandas de la población y los propios consumidores. Por ende, pagó altos costos.
No es sorprendente que los principales columnistas de la semana (ver en R La Tercera H. Soto y sus categorías de “impacientes y sosegados”; y cuerpo D El Mercurio de C. Peña “El año del malentendido”) mantuvieran hasta las últimas horas de este año, sus alegorías a “las medidas a medias”. Pero, estos cantos de sirena no serán eficaces.
Parece que hubiéramos llegado al final de un complejo y a ratos adormecido estado de desarrollo, a un proceso de des-institucionalización reflejo de una suerte de erosión de las categorías sociales y actores que reivindicaban el llamado éxito del “modelo”.
Las angustias y zozobras de los que han sufrido los impactos del llamado “modelo”, sus asimetrías y abismos sociales siguen siendo los ciudadanos, quienes alternan los discursos interiores y exteriores “a la española”. Esto es, un malestar profundo a una modernización altamente segregadora.
Entonces, lo experimentado es más que una simple avería. Es la mutación y movimiento tectónico entre un sistema económico-político y un sistema social que ha generado brechas y desigualdades profundas. Por ende, se requerirán nuevas relaciones entre actores económicos e innovadoras y audaces intervenciones públicas en el nuevo ciclo.
Finalmente, “Crematorio” también es una novela del escritor valenciano Rafael Chirbes, quién aborda la burbuja inmobiliaria, la especulación, la corrupción y la resaca posterior cuando el castillo de naipes en España se desvanece. Libro recomendable para este verano.
Ahh se me olvidaba, feliz año nuevo.
Comentarios
29 de diciembre
Efectivamente el modelo económico e institucional de nuestro país fue o es, el centro del cuestionamiento ciudadano del año que se cierra.
Bien Francisco Olea por tus columnas 2014 ¡¡
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30 de diciembre
Este 2014 será recordado como el año de las protestas contra un modelo económico y político excluyente.
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31 de diciembre
Una tremenda metáfora para entender el año político que se va : «crematorio».
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