Marcelo Díaz da una media vuelta a la salida de su área, le queda larga, le sobra, vivazmente un delantero alemán roba la pelota sobrada, con un certero pase elude al portero C. Bravo, a nuestro Claudio en su estéril intento de detener lo inevitable, un delantero nunca falla, gol de Alemania. El resultado se mantiene durante los siguientes 90 minutos o más, Chile pierde ante Alemania en la final de la copa confederaciones. Dos horas después comienza el cierre de mesas en Chile a más de 17 mil kms de distancia de tan amarga desazón, acá se escribe otra historia, una igual de amarga y peor, triunfante alza la victoria un candidato que representa la oscuridad y el menosprecio del capitalismo ejercido sobre la gente común, esa mal llamada gente común que representa al 90% de Chile y que es el motor impulsor de una economía de mercado que lejos de beneficiarnos nos perjudica, engrandeciendo siempre a los mismos grupos reducidos y elitistas y sepultando a la inmensa masa de este país.
«La selección Chilena perdió la final de la copa confederaciones, la misma selección que tantas alegrías nos entrega, la que juntó familias, la que prendió parrillas, la que destapó cervezas y la que nos hizo llorar de alegría.»
Llega un punto al analizar las primarias en el que te preguntas dónde están los valores civiles que deberían representarnos como ciudadanos, dónde están los valores personales de justicia, equidad y buena convivencia cuando ves que el gran ganador de estas primarias es la representación viva de todos los anti valores que definimos como sociedad, y aunque esto fue solo la primera batalla, los números son elocuentes, Sebastián Piñera gana las primarias de su sector con 827.347 votos vs Beatriz Sánchez quien gana las primarias de su sector con unos 221.448 votos, y sí, sí se lo que opinarán sobre estos números, que muchos que los que votaron por Ossandón en realidad no representan a esa coalición, aún así, sumando los votos de ambos los números siguen siendo sólidos.
Mi crítica no es contra el Frente Amplio obviamente, ni contra Beatriz Sánchez ni Alberto Mayol, mi crítica va sobre este país, sobre el rol que cumplimos como sociedad ¿Cuántas veces hemos hecho justicia social al detener a un ladrón en las calles? ¿En que fallamos cuando bajo el mismo criterio elegimos al mismo, solo que con terno y corbata como posible presidente de un país, de nuestro país? El señor Piñera, solo en concepto de empresas zombies evadió impuestos por unos $4 mil millones, claro está, lo hizo de forma legal, flexibilizando las leyes a su antojo, porque cuando tienes plata puedes hacer eso, sino me creen pregúntenle a Martincito ¿cuanto daño le genera eso al país? ¿Al mismo país que él dice amar y querer representar?
Pienso que se le ha hecho ya mucho daño a la conciencia colectiva de una nación entera, hemos fallado, nuestros padres y abuelos fallaron antes de nosotros, hemos llegado a esto tras años de obviar la intelectualidad y buscar como motor de desarrollo a la economía, al capitalismo y a este sistema neoliberal que hoy nos domina; no a la cultura, no al pensar, no a la filosofía ni al arte, esos -tristemente- nunca han sido motores, ni siquiera partes del engranaje de crecimiento país.
No le dé tantas vueltas, si usted al igual que yo iba por Mayol, estudie entregarle su apoyo incondicional a Beatriz Sánchez, deje que las nuevas ideas fluyan y que la política añeja quede en el pasado donde debe estar, no se desgaste pensando en tonteras que quizá a la larga poco importen. Ahora los poderes a vencer están claros y son sólidos pues representan a la élite, la misma que nos domina, pero tengo fe, fe en que llegó el momento donde se volverá a rayar la historia de este país de forma positiva.
La selección Chilena perdió la final de la copa confederaciones, la misma selección que tantas alegrías nos entrega, la que juntó familias, la que prendió parrillas, la que destapó cervezas y la que nos hizo llorar de alegría. El fútbol es así, emociones a flor de piel; sin embargo ganó Sebastián Piñera en su coalición de forma contundente, así que realmente y con todas sus letras y alegorías, perdió Chile…
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