Que Camilo Escalona sea la carta para la XI región no es algo de lo que debamos sorprendernos. Imposible olvidar cuando la derecha barajó a Vasco Moulian ¡Vasco Moulian!, o ese fracaso electoral que se llamaba Max Larraín. Por otra parte no todo afuerino es sinónimo de fracaso, Patricio Walker es senador desde el 2010. A él sus juntas le sirvieron. Bastó visitar un par de familias para “tantearse” y repletar con su propaganda las calles para anular a cualquier otro candidato. Finalmente consiguió su triunfo. Una estrategia DC conocida, ya la había probado con éxito Adolfo Zaldívar.
Ahora el PS quiere probar con Escalona, el expresidente del partido, el exsenador de Los Lagos, el hombre quien casi esperó a Bachelet en la losa del aeropuerto Arturo Merino Benítez su llegada desde Nueva York, pero que no consiguió puesto alguno en su segundo gobierno. Un afuerino que ahora se tantea entre calle Condell y calle Victoria, si es que le dicen donde quedan esas calles.
Seamos sinceros, el turista Escalona no responde a las necesidades de la región menos poblada del país. Tal vez cree que viene como un santiaguino salvador ¡Qué insulto más grande para la gente de Aysén! Otro insulto más ¿Acaso el propio partido cree que no existe algún socialista de la zona capaz de competir? La lógica parece ser: “Oigan, en Aysén no hay nadie que pueda, mandemos a Camilo”, triste. Triste para tantas personas de Coyhaique, de Aysén, Chacabuco, Mañihuales, Chile Chico, etc ¡Pero más triste aún para aquellos socialistas ayseninos que justifican su postulación por las redes sociales argumentando que por su experiencia puede ser candidato de cualquier parte! Camilo Escalona responden a la lógica de partido, operarán bajo la orden de los compañeros y no a la orden de la gente de Aysén.
Es muy probable que próximamente lo veamos haciendo turismo político. Ahora puede que veamos más fotos, con algún huemul en el camino a Cerro Castillo, quizás nos topemos con el en el Café de Mayo, Café Konken o Te Quiero Café, de seguro que alguno de sus compañeros le habrán dicho que ahí es donde se toma café. Puede que lo veamos a orillas del Baker, puede que lo veamos también comiendo cordero al palo con lugareños que no le cerrarán las puertas, porque en general la gente de Aysén es buena y es muy raro que le cierren la puerta a alguien.
Es difícil no preguntarse: ¿En serio nos representará un turista?
Es difícil también no preguntarse: ¿Sabrá cuál es el día en que el Café Oriente tiene picarones? ¿Tendrán noción alguna de cuantos son los colegios que hay en Coyhaique? Cuando camine por las calles de la capital regional y vean a esos perros vagos deambulando sin rumbo ¿Sabrán el a quién escoltaban esos perros? ¿Tendrá idea alguna que allá el 12 de octubre no es solo el día en que Colón llegó a América? ¿Sabrá siquiera quién era el Tío? ¿Habrá ido alguna vez a Murta? ¿Sabrá dónde queda? ¿Sabrá hacia donde mirar para saber si mañana lloverá? ¿Le habrán contado que camino a Aysén hay un moai? ¿Habrá visto un huemul? De leer estas líneas ¿Usarán Google para averiguar las respuestas de estas preguntas?
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