Seguramente los procesos que nos faltan nos dicen que no, pero debemos empezar. Desde la sociedad civil ya estamos dando señales importantes de lo que queremos, estamos empezando a entender que nuestro bienestar es superior al bienestar de los grandes grupos económicos que sólo están preocupados de enriquecerse más y pasan a llevar a las personas y a nuestro ecosistema.
Es maravilloso ver cuántas personas en este país están generando emprendimientos, desde lo simple y muy creativo, pero ¿está nuestro país preparado para ser emprendedor e innovador en la política? Aparentemente las ganas existen, pero la realidad es otra, y seguramente las próximas elecciones nuevamente lo ratificarán.
Las chilenas y chilenos nuevamente votarán por los candidatos más tradicionales y que no necesariamente puedan generar las expectativas que nuestro país merece. Seguramente los sociólogos y antropólogos podrán definir de mejor manera este fenómeno de país que nos muestra un descontento generalizado con la autoridad. Pero la intención de voto, o el mismo voto, será para los mismos políticos de siempre. Entonces nos debemos hacer la pregunta ¿qué estamos esperando para valorar lo que realmente nos importa y nos beneficia como personas o grupo familiar o comunidad? Las estadísticas del gobierno de Sebastián Piñera son mejores que todos los últimos gobiernos de la Concertación, pero su gobierno está muy mal evaluado, ¿la sensación será porque no nos sentimos beneficiados o simplemente porque los opositores se han empeñado en destacar lo negativo?
La gran mayoría de los chilenos votará por Michele Bachelet, candidata de la “Nueva Mayoría”, nombre bastante especial cuando uno ve a los mismos políticos en ese conglomerado y con las mismas ideas de siempre, con un Programa de Gobierno preparado a última hora y con una campaña comunicacional de la candidata que es más bien expectante que protagonista. Por otra parte los demás conglomerados tratan, desde sus ideas, innovar en temas que a todos nos deben preocupar, generando una mezcla muy interesante que, seguramente al unirla, podría entregar una propuesta muy progresiva para nuestro país. Pero allí nos debemos hacer una nueva pregunta ¿estamos preparados para los grandes cambios?
Seguramente los procesos que nos faltan nos dicen que no, pero debemos empezar. Desde la sociedad civil ya estamos dando señales importantes de lo que queremos, estamos empezando a entender que nuestro bienestar es superior al bienestar de los grandes grupos económicos que sólo están preocupados de enriquecerse más y pasan a llevar a las personas y a nuestro ecosistema. Hoy nos estamos preocupando más de nuestra persona y de los nuestros, de la esencia como personas, del auto cuidado y del cuidado de los demás, no queremos hacer marchas por los enfermos, sino que queremos hacer marchas por la felicidad, no queremos transgénicos , sino que queremos una alimentación saludable, no queremos más sedentarismo, porque queremos hacer deporte, no más noticias populistas, sólo queremos noticias positivas, demandamos una educación de nivel para formar niñas y niños diversos, en fin, hoy optamos por disfrutar de las cosas simples de la vida.
Las nuevas generaciones son las que harán los grandes cambios y nosotros somos quienes debemos entregarles un mundo sano, consciente de las reales necesidades de las personas. Alguno de los candidatos tendrá claro esto?
Comentarios