Siguiendo la tendencia de las percepciones que dicen habrá más abstención electoral en esta segunda contienda por Alcaldes y Concejales con voto voluntario e inscripción automática, se intentará desde esa vereda buscar alternativas que parezcan razonables para elegir dentro del universo de candidatos y candidatas que al contrario de los probables votantes, han aumentado en número respecto del 2012.
Resulta claro que los partidos políticos tradicionales no están destacando en convocar masivamente al chileno o chilena común, ya que la reciente elección primaria de Junio de este año, convocó sólo al 5% de los inscritos en el padrón habilitado para sufragar, según comentó el columnista de este medio, Luis González Bravo en su artículo publicado el 22 de Junio.Este fenómeno de elegir por cuenta propia entre varios interesados e interesadas en postularse a un cargo de elección popular ha surgido como respuesta al hecho demoledor que tanto la “Nueva Mayoría” como “Chile Vamos” siguen ganando desde el retorno a la democracia hasta hoy.
Al mismo tiempo, vale la pena mencionar que por el lado no institucional, pero con demostrado compromiso, se realizaron primarias ciudadanas autogestionadas donde eligieron los sectores descontentos con los candidatos más probablemente elegibles de los dos bloques todavía predominantes, aquél o aquella candidata alternativa. Esto por ejemplo sucedió en Valparaíso donde resultó favorecido Jorge Sharp, con un total de 1703 votos, de un total de 5253. (Según lo informado en el sitio web).
Este fenómeno de elegir por cuenta propia entre varios interesados e interesadas en postularse a un cargo de elección popular ha surgido como respuesta al hecho demoledor que tanto la “Nueva Mayoría” como “Chile Vamos” siguen ganando desde el retorno a la democracia hasta hoy.
A pesar de la mayoritaria abstención electoral no se conocen cuestionamientos significativos de legitimidad. Por lo tanto no resulta perjudicial que vote poca gente, si el resultado va a validarse de todas maneras.
Dice el historiador Gabriel Salazar en entrevista de “El Dínamo” publicada el 13 de Septiembre recién pasado, que la línea que debe seguirse es la de movimientos sociales organizados mediante asambleas que sean capaces de resolver problemas, ya que las sólo marchas estudiantiles lideradas por dirigentes no han prosperado en instalar posiciones políticas fuertes. Remite también a las marchas para eliminar las AFP, pero sólo como ejemplo de que el malestar está vivo.
Más cualquiera puede preguntarse, ¿Qué sucedería si una causa o lucha que aglutina ciudadanos y ciudadanas descontentas logra traspasar la barrera del reclamo airado en la calle para, como dice Salazar, articularse en reuniones autónomas que tomen acuerdos vinculantes, claros, bien registrados en actas y eso alimente el espíritu democrático interno de la organización al punto de que junto con la causa que los convoca, decidan elegir un representante para que sea candidato o candidata a una elección popular?
Una primera respuesta podría ser que, entendiendo que la articulación entre organizaciones y ciudadanía descontenta exige un trabajo fino y responsable y que habría diferentes niveles de coordinación en cada caso; Suponiendo un hecho tal que se haya inscrito un solo candidato (a) alternativo frente a los dos más fuertes de los conglomerados oficiales en la papeleta, en un marco de alta abstención electoral (68% año 2012) podría al menos si no gana, generar una acumulación de votos significativa para el juego político desde ahí en adelante.
Otra respuesta posible es que no resulte ser ese candidato o candidata el perdedor, sino el ganador. Aunque menos probable si se considera que los electores que concurrirán el próximo 23 de Octubre serán sin duda los votos duros de cada uno de los dos sectores hasta ahora mayoritarios, está el espacio para lograr el efecto motivador que se esperaba obtener con los políticos electos en su cargo, pero esta vez, con los desafiantes.
Al menos tienen tres ventajas:
- No son de los partidos que han estado en el poder o cerca de él y por lo tanto no se les puede meter en el “mismo saco” de las irregularidades.
- Al haber más ciudadanos que nunca indiferentes a esos dos conglomerados, aumenta la posibilidad de que esos desencantados opten esta vez por los alternativos y/o independientes.
- Cuando baja la participación electoral los candidatos y candidatas son elegibles con menos votos. Luego se incrementan así las chances para ganar aquellos y aquellas que estando fuera de la “Nueva Mayoría” y del “Chile Vamos”, nunca han ganado.
Tarea de los electores será entonces, revisar muy bien la lista de candidatos y candidatas en su comuna y evaluar juiciosamente quiénes mejor les representarán en los gobiernos locales de los próximos cuatro años.
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