La noticia de la venta de Canal 13 me tomó por sorpresa y a la vez no me extrañó…
Explico. Esta urgencia de la Pontificia Universidad Católica de Chile de hacer caja a la mala situación económica con esta operación hecha tan off the record, con el sigilo más absoluto junto a la iglesia, para que la estación pueda sobrevivir y competir de igual a igual con los demás canales (sin perder el carácter de “canal católico”).
Y por supuesto; monseñor Francisco Javier Errazuriz (léase: viejo zorro) tenía que encontrar aquella persona que se encarnara en el Salvador del ex canal del angelito, que pudiera sacarlo de aquel hoyo financiero de administraciones pasadas y que también comulgara con el catolicismo. Ahí entra el señor Andrónico Luksic (a quien la PUC debe estar prendiendo velas), persona con las agallas y experiencia necesaria para salvar a este trasatlántico.
La intención de los Luksic (dueños de Banco de Chile y Compañía Cervecerías Unidas, CCU) de entrar al negocio de la televisión no es nueva. Hace algún tiempo tuvieron en la mira Chilevisión (canal del Presidente de la Republica, Sebastián Piñera) pero fueron sólo conversaciones.
Si sorprende lo rápido que ocurrió la operación, la maniobra no es extraña, ya que para Canal 13 era necesaria, no sólo por el problema de finanzas, sino por lo desvirtuada que estaba la marca a los ojos del buen pueblo adicto a la TV.
Lo que genera incertidumbre respecto del futuro es cómo se van a congeniar ideas de negocio tan distintas en una mesa. Por un lado, la idea de un canal líder en sintonía y que sepa romper los esquemas de esta televisión monótona y repetitiva, versus, lo ya nombrado anteriormente más el concepto de canal de la Iglesia Católica.
Podrá el señor Luksic ser el hombre de fe que el cardenal cree necesario para que encuentre esa huella de Jesús perdida, pero, fuera de todos sus valores cristianos, él sigue siendo un empresario y como todo buen empresario, si su empresa no le rinde… sus valores quedaran afuera de Ines Matte Urrejola.
Otra interesante sorpresa es lo barato que le salió la estación televisiva a la familia Luksic el 67%. ¿55 millones de dólares? Eso da a entender que no era un hoyo sino un cráter financiero que hizo que la UC vendiera a un pionero en la TV chilena por tan poco (Chilevisión cuesta 130 millones de dólares hoy, como referencia.
Será de Dios creer que este nuevo brazo laico haga rendir las ideas y los equipos de trabajo y no se quede dormido en los laureles, como el otro 33% de esta sociedad.
Por último, y a modo de posdata… llama la atención lo rápida que fue la venta por parte de la Católica fue bastante rápida… ¿o no, señor Presidente?
Comentarios
09 de agosto
Pongamos las cosas en claro, ¿qué podría hacer Luksic que vaya en contra de la política de la ICAR? ¿Empezar a pasar porno por el canal del angelito? no, no podría, hay reglas para eso. ¿Entonces? ¿Hacer que el canal apoye el matrimonio homosexual por ejemplo? difícil, muy difícil. Solo es una maniobra económica sin más.
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11 de agosto
El punto es que en pos del exito, Luksic olvide los compromisos que tiene el 13 con la iglesia y de en su pantalla contenido mas atractivo (mas cine chileno, o la serie documental Un Pais Serio por ejemplo) mas agresor y sin caer en lo chabacano… para eso deja CHV y Mega a la otra vereda.
Saludos