Humillación significa denigración y El Mercurio atribuye a esta palabra una connotación especial, aquella donde perder por una gran diferencia implica sentirse humillado, lo cual no es una realidad en sí misma hasta que se la acepta.
El Mercurio de hoy titula «Ahí quedó Brasil: en el suelo, golpeado y humillado». ¿Saben por qué?, porque es la exaltación de la realidad que les interesa reproducir. Esto es un festín del cual muchos, algunos ingenuamente, están degustando, yo me avergüenzo y me espanto.
Pero cómo no festejar si los poderes interesados en controlar la opinión pública logran tener a casi todo el orbe, aceptando implícita y explícitamente que la competencia entre unos y otros es un valor superior, enaltecido e incuestionable; que las diferencias culturales y las visiones distintas pueden irse a la mierda porque mientras más desigual y abrumador sea el resultado del duelo entre los que compiten, mayor es el castigo y la sensación de satisfacción, y por los motivos más imbéciles, que se reproducen como parásitos en los medios de comunicación y en las redes sociales, como por ejemplo «por venganza».
Es justo ahí donde más gana el «establishment», pues surge el «bullyng» en cientos de miles de pelotazos en la cara y como es habitual, hacia el más débil, al que recibe los latigazos de los egos ajenos, por más que suplique un respiro. Jesús quizá se sorprendería de saber qué tantos son los libres del pecado humano, los intocables, perfectos, los habilitados moralmente para lanzar la primera piedra, esos que, aparentemente, no están expuestos al fracaso, a caer, ¿siquiera al cambio?
Humillación significa denigración y El Mercurio atribuye a esta palabra una connotación especial, aquella donde perder por una gran diferencia implica sentirse humillado, lo cual no es una realidad en sí misma hasta que se la acepta. No obstante, podrían haber tomado la opción de representar a quienes nos compadecemos y sentimos bondad por nuestros queridos hermanos brasileños. O simplemente, podría destacar la capacidad, trabajo y el esfuerzo del justo vencedor en un partido de fútbol… ¿Acaso no bastaba con un titular como «Los brasileños sufren histórica derrota frente a un rival espléndido…?
No me conmociona el espectáculo, pero sí y una vez más, cómo son tantos los que se las tragan y disfrutan aligerando el peso de la auto imagen de su falso ego.
Noah
Mov. Acción Conciente
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