En el mes de marzo del año en curso, me enviaron un proyecto de ley que tiene por objetivo permitir a las farmacias y almacenes farmacéuticos de hospitales y consultorios vender medicamentos directamente al público.
En un comienzo observé con cierto desprecio el proyecto de ley por ser demasiado intervencionista, supuse que sería innecesario que el Estado constituya empresas de venta de fármacos, porque esa labor la podrían desarrollar correctamente los privados, bajo el presupuesto de que hubiese mayor fiscalización y se establecieran sanciones pecuniarias y administrativas adecuadas contra la colusión, que es particularmente grave, por afectar la salud de las personas.
El principio de subsidiariedad consiste en que el Estado debe ejecutar aquellas actividades orientadas o dirigidas al bien común -en este caso empresa- cuando advierte que los particulares no pueden realizarla o no lo hacen en forma adecuada.
Pues bien, ¿cumplen las farmacias sus funciones en forma adecuada?, ¿la colusión es motivo suficiente para que el Estado intervenga creando sus propias farmacias? Y en el caso en que lo hiciese, ¿cuáles serían los parámetros y fines con los que debería regularse?
No pretendo dar respuesta a todas esas preguntas, sólo mirar un poco hacia atrás y entregar algunas apreciaciones generales sobre el asunto.
Algunos Antecedentes
La primera guerra de los precios se desata en 1992, entre Farmacias Ahumada y Cruz verde. Esto dura hasta que la situación se vuelve insostenible en términos económicos para ambas empresas. La caída en las utilidades las obliga a coludirse por primera vez, esto lo prueba el fallo de la Comisión Resolutiva Antimonopolios, que en ese entonces era -mutatis mutandi- el actual Tribunal de la libre competencia -TDLC-.
2. La 2° guerra de 2006
La historia se repite entre las cadenas farmacéuticas, baja en los precios, esta vez acompañada de un fuerte gasto publicitario hacen caer las utilidades de las compañías hasta que nuevamente deciden coludirse. Esta vez no pasará tan desapercibido. Las empresas son acusadas de actuar como mafia y se realizan actos de protesta en varias ciudades del país en repudio a las prácticas de las farmacéuticas.
En 2007, la Central nacional de abastecimiento -Cenabast- denunció que sus precios en comparación con los de las farmacias presentaban diferencias de hasta un 3.000%.
3. Canela
Es una práctica que se conoció en 2009, y que consiste en incentivar a los empleados de las farmacias a inducir a los clientes a realizar compras de medicamentos más caros, hacer un uso irracional de él, o intentar vender medicamentos que el cliente no necesita. Esto debemos ponerlo dentro de un contexto para poder comprender también la situación de los empleados, que tenían sueldos bases inferiores a los $25.000 (veinticinco mil pesos, menos de 50 USD), y construían su sueldo con las comisiones que les dejaba la “canela”.
4. Los trabajadores.
Las empresas Fasa y Cruz Verde han sido sancionadas por despidos ilegales, prácticas anti sindicales y otras violaciones a los derechos de los trabajadores.
Intervención del Estado
Con los antecedentes que se mencionan, todo parece indicar que se hace necesaria la intervención del Estado. Los particulares no pudieron desempeñar una labor “que podría ser privada” en forma adecuada, produciendo daño a la salud de las personas. Si bien Fasa anunció un plan de compensaciones a sus clientes por este hecho, la compensación no se equipara a las ganancias obtenidas “sólo por concepto de colusión”, lo cual a mi juicio refleja una actitud sistemática e incorregible de estos actores del mercado.
Una farmacia estatal
¿Es necesario que el Estado cree empresas públicas para solucionar este asunto?
Que el Estado posea empresas no debiese ser su fin principal, por la función que este debe desempeñar en la sociedad. Por lo demás el Estado puede poner las reglas del juego, perseguir y aumentar las responsabilidades civiles, administrativas e incluso penales, ese es casi siempre el camino más adecuado. Sin perjuicio de lo anterior, éstas empresas han puesto especial empeño en infringir las normas, y como dije anteriormente parece ser una actividad incorregible de las mismas.
¿Como puede afectar la creación de una farmacia Estatal al mercado?
La colusión está precedida -en este caso- de una guerra de precios, es decir disminuir dramáticamente los precios, en algunos casos las disminuciones eran inferiores al costo -dumping-, quienes más se ven afectados son las farmacias pequeñas, que no se coluden y que no pueden soportar por periodos tan largos estas guerras de precios.
En éste escenario parece no ser tan necesaria la creación de una farmacia estatal, en este plano lo que se necesitan son medidas administrativas, civiles y penales para desarticular estos pactos.
Luego, cuando comienza la colusión y el alza sostenida de precios comienza a perjudicar a las personas ahí parece ser más indicada la intervención de una farmacia estatal, pero como no sabemos cuando se coluden o no, entonces una de las soluciones podría ser la farmacias estatales.
Los principales argumentos a favor son: en primer lugar, una farmacia estatal actuaría como un agente equilibrante en el mercado. Además llega donde no es posible que los privados lleguen, las localidades más lejanas, aisladas, o peligrosas, esos sectores donde el mercado no quiere llegar, y en tercer lugar porque presentaría precios razonables y permanentes a los consumidores, independiente de las colusiones del mercado.
Si bien la creación de farmacias estatales puede traer inconvenientes, el bien que se intenta proteger es tan importante – la salud de las personas – que a mi juicio hace necesaria la intervención del Estado en la forma de farmacia pública, sin dejar de considerar las demás acciones que puede realizar el propio Estado.
Documento Anexo: proyecto de ley:
PROYECTO DE LEY FARMACIA PUBLICA
Comentarios
06 de abril
A todas luces los comportamientos de las tres cadenas de farmacias son Oligopólicos y descritos aquí con un grado de perfecciona admirable, digno de los clásicos libros de Economía.- La guerra de precios y luego las colusiones son similares al caso de las cadenas Macy y otros de estudio.-Pero cuales son las estrategias de intervención en un mercado de competencia imperfecta?:1.- Los impuestos sobre los monopolios no hace mas que promover las conductas monopólicas,2.- -los controles de precios son medidas solo reparten ineficacia,-3.- la estatizacion de los medicamentos es decir farmacias y cadenas de distribución son una medida contraria al mercado y difícilmente podría aprobarse en el parlamento, 4.–las políticas antimonopolios son ineficaces que vemos hoy día la colusion de las mismas cadenas mantienen altos los precios de los medicamentos -5.-El fomento de la competencia, según los especialistas este es el mejor camino para disminuir la concentración y la colusion ,con la incorporación de medicamentos extranjeros y el fomento a al entrada de nuevas compañías destribuidoras. Si hubiera real voluntad política de los Gobiernos, para una necesidad tan urgente de la población, las medidas ya se habrían adoptado.-
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12 de febrero
Saludos Juan, mi nombre es David Navea Moya y me presento como un estudiante de derecho de la PUCV, en este momento me encuentro investigando acerca de la posibilidad de crear «farmacias estatales» en nuestro país y me he encontrado con algunos portales de internet que aseguran existe- o existía- un proyecto ( moción) del año 2011 del senador Gómez sobre un tema similar. No obstante no logró encontrar tal proyecto y suponiendo que tu contabas con él a partir de tu publicación te agradecería si me lo pudieras hacer llegar o informarme de su ubicación.
De antemano muchas gracias.
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