En la vida no vamos a tener dos oportunidades de cuidar los ecosistemas y poder producir nuestra propia energía.
La superficie que incluye es el 71% del mundo donde una de las partes se encuentra en los océanos y que una pequeña parte se encuentra en los casquetes polares. Se estima que cada uno de las actividades productivas utiliza el agua como efecto común y debe estar limpia y sana porque esos alimentos son los que llegan a las personas.
En 2010 por intermedio de la Resolución 64/292 de las Naciones Unidas se reconoció el derecho al agua por las personas permitiendo que exista suministro potable, limpio y que su saneamiento esté de acuerdo con los Derechos Humanos. Los Estados llegaron al acuerdo de proporcionar los recursos financieros, a tener capacitación y transferir la adecuada tecnología en vías del desarrollo para tener un flujo adecuado. En 2002 el Comité de Derecho Económicos, Sociales y Culturales adoptó la Observación General N° 15 sobre los Derechos del Agua.
La humanidad vive en el 60% de los núcleos urbanos donde el nivel de ocupación tiene una media de 5 millones de habitantes, esto conlleva la explosión del crecimiento lo que tiene asociados desafíos como el suministros de agua y su saneamiento. Se estima que 96% de las ciudades utiliza una fuente de abastecimiento de agua comparado con un 82% en las áreas rurales.
Las aguas se dividen en marítimas y terrestres de acuerdo al Código de Aguas, donde las aguas superficiales son aquellas que se encuentran naturalmente a la vista del hombre. Las subterráneas, están ocultas en el seno de la tierra y no han sido alumbradas. El modelo de gestión hídrica fue implementado porque era necesario que los derechos de propiedad fueran claramente establecidos. La legislación al respecto viene desde el año 1981 donde existen múltiples debates principalmente ideológicos sobre el tema, lo que ha impedido ver la real interpretación en forma ambiental, social y cultural; pero no desde el concepto de recurso hídrico sino de agua. Cerca de 1990 se hicieron sentir los primeros problemas en las Regiones del Bio Bio y de la Araucania donde después de enviar un cambio al Código, sin embargo, la regulación de la asignación inicial y la acumulación de derechos de aguas sin uso fueron los problemas que quedaron para el futuro.
Entre las opciones para dar energía tenemos la hidráulica, la solar, la eólica, la mareomotriz y la undimotriz que permiten aumentar la matriz energética sin arrasar las bellezas naturales que tenemos en las regiones donde vivimos. En la vida no vamos a tener dos oportunidades de cuidar los ecosistemas y poder producir nuestra propia energía. Los nuevos cuestionamientos sobre las centrales hidroeléctricas y el día del agua nos hacen pensar que debemos tener una alternativa a la primera opción. Debemos empezar a crear una nueva forma de pensar y hacer conciencia sobre nuestras bellezas naturales y el derecho de nacionalización del agua.
Según la Ley N° 18450 el Estado, por intermedio de la Comisión Nacional de Riego, bonifica los costos de estudio, construcción y rehabilitación de obra de riego o drenaje y las inversiones en equipos y elementos de riego mecánico o de generación siempre que incremento el área de riego. Esto conlleva a que se pueden llevar a efecto nuevas áreas de riego bajo método de ERNC para extraer agua, por ejemplo, desde el océano o desde debajo de la tierra. No nos podemos quedar en el puro extraer aguas de los pozos o de las napas subterráneas.
El mundo de hoy es un oasis donde la desertificación está ganando terreno sin que se dé una alerta sobre lo que pasa entre las Regiones III a la VIII donde se han decretado áreas de emergencias sobre límites en los embalses, efectos que está influyendo el cambio climático y las menores pluviosidades.
Se puede ver en las protestas pacíficas el pensamiento del pueblo sobre temas emergentes como son el Derecho del Agua. Esto no sólo se aplica a las aguas superficiales sino también a las napas superficiales. Se debe cuidar el único bien que no vamos a tener en el futuro porque lo estamos desgastando en el presente. Se debe permitir que las fuerzas sociales se vean en las calles luchando por sus derechos por el agua y el NO a las centrales hidroeléctricas, tal como lo hicieron en los años 70 por el cobre.
En este siglo se debe apostar por las energías renovables no convencionales que están especialmente en regiones que no son mineras ni acuícolas. Hay que empezar hacer más imaginativos, más inovadores para globalizar nuevos negocios que por ahora no están promoviéndose, ya que dependemos del valor del cobre. En ese sentido, el agua y su vapor pueden nuevas formas de mirar los negocios y estar en nuevas mesas y adelantarnos a que el grafeno entre al mercado y anule al cobre, tal como lo hizo en el siglo pasado el salitre sintético con respecto al natural.
Se debe salir a las calles para hacer lo que nuestros antepasados hicieron por el cobre. Esta vez, es una pequeña marcha que comenzó en Puerto Montt que debe convertirse en una gran marcha por el Derecho del Agua y su nacionalización. Hay que pensar que nos queda muy poca agua dulce.
Comentarios