Divertido ha estado el pinpón entre el Gobierno y la Concertación para establecer quién es el culpable de la aprobación de HidroAysén.
La vocera Ena von Baer responsabilizando a Bachelet por no rechazar el estudio en 2008 aplicando el artículo 24 del reglamento del SEIA, por carecer de información esencial y relevante para ser evaluado, e incluso por ser ilegal. Y los ex ministros de la Concertación retrucando que no hay que mirar atrás, que en concreto fue Piñera el que aprobó las cinco represas de Endesa y Colbún.
En resumen, nadie se quiere hacer cargo del mal nacido engendro ése que es HidroAysén.
Sobre la postura del Gobierno y la Coalición por el Cambio está claro ya lo que piensa la mayoría. Lo quieren, porque representa su forma de pensar.
Por ello es en la Concertación donde es preciso escuchar bien qué dicen las voces que quieren capitalizar el descontento popular. Cuál es su mirada de sociedad.
De la presidenta del PPD, Carolina Tohá y su par en los radicales, José Antonio Gómez, no hablaré. Ambos fueron críticos desde siempre de las represas en la Patagonia. Pero distinta es la situación del timonel DC Ignacio Walker y su colega PS Osvaldo Andrade.
Luego de la decisión de la Comisión de Evaluación Ambiental de Aysén de aprobar HidroAysén, el primero señaló que si le consultaran a título personal "entre agua y carbón", él prefería el agua. Se hizo eco, así, del país polarizado entre “represas en la Patagonia o el caos termoeléctrico” que ha pintado la empresa. En su matriz no entran otras energías limpias y sustentables de verdad, como las renovables no convencionales que hoy son competitivas.
Cuando al presidente PS le consultaron hace más de un año sobre los temas ambientales, dijo bien claro: “Si alguien quiere incorporar a la Alianza los temas de los ecologistas, me parece bien. Pero debe quedar claro que ellos quieren resolver problemas sociales de ‘segunda generación’, cuando en Chile aún tenemos problemas de primerísima generación”.
En concreto, para ambos líderes de la Concertación la preocupación socioambiental nunca ha sido tema. Creen aún que son materias propias de una elite, sin entender que impactan directamente en la calidad de vida de todos, y mayoritariamente de los más pobres.
Y eso queda refrendado a la luz del análisis que ambos hicieron sobre los resultados de la encuesta Adimark, minimizando el efecto de la aprobación de HidroAysén en el aumento del rechazo ciudadano al Gobierno de Sebastián Piñera.
Walker: “El gobierno cometería un grave error si cree que esta baja es imputable a HidroAysén. Es el conjunto de los temas y una situación política que no da para más”.
Andrade: “Queda en evidencia que la conducción política capotó. Este Gobierno no tiene conducción, carece de liderazgo, el equipo político es una frustración”.
Ambos líderes, hombres fuertes de la Concertación actual, obvian que HidroAysén sea hoy uno de los problemas más importantes de este Gobierno, proyecto símbolo de lo que no queremos como país, de lo que no queremos en la Patagonia pero tampoco en Iquique con termoeléctricas, Alto del Carmen con Pascua Lama, Caimanes con el Tranque de Relaves El Mauro, Santiago con Alto Maipo, Valdivia con Celco, Punta Arenas con Isla Riesco. Es el proyecto símbolo para los chilenos que estamos diciendo basta al saqueo ambiental, basta a proyectos que benefician y enriquecen a unos pocos, a costa de la calidad de vida, y la estabilidad social y ambiental de nuestra gente.
Estos líderes no comprenden que la preocupación por la sustentabilidad socioambiental está aquí y ahora, con las mayorías. Que no es bandera de lucha de unos pocos, que es necesidad de millones.
Por ello, ya no basta con que se sienten a conversar sobre el Chile que necesitamos la Coalición por el Cambio y la Concertación, porque la oferta que de ahí saldrá será más de lo mismo. La ciudadanía exige ser parte de la discusión.
Quien así no lo comprenda, será muestra de que en estos días no ha entendido nada.
Foto: El monstruo de Montauk (Notireal)
Comentarios
08 de junio
Una visión un tanto mas amplia se puede encontrar en este articulo, sin embargo seguimos en una especie de limbo y oscurantismo generado por ambas partes, quienes aún hoy cuando el tema esta totalmente instalado en la agenda ciudadana no se atreven a clarificar completamente cuales son los alcances para bien y para mal del tema HIDROAYSËN. Ni verdes son tan verdes, ni plomos son tan plomos, y los que esperamos una justa y oportuna ocasión de comprender en su totalidad todos los alcances de este tema que nos toca a todos, seguimos supeditados a escuetas y sesgadas explicaciones que… dependiendo de que sector de la vereda vengan, clarificaran lo que ellos quieran medianamente e interesadamente aclarar.
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29 de junio
El clamor ciudadano es «NO A HIDROAYSEN». Como contratema, se escucha «HIDROAYSEN O APAGON». Yo clamo «NO A ESTE HIDROAYSEN, SI A UN BUEN HIDROAYSEN». Desgraciadamente, no encuentro las manifestaciones públicas para apoyar un buen proyecto, o para asegurarse que los futuros proyectos sean pensados en un contexto integral.
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