Hace poco más de una semana que la selección chilena ganó la Copa América Centenario, hace un año que ganaron la Copa América por primera vez y hace dos años tuvieron una presentación muy destacada en el mundial de Brasil 2014. El gran nivel mostrado por esta selección en los últimos años nos ha traído muchas alegrías, lo cual ha hecho que muchos sigamos fervientemente los partidos de La Roja.
Sin embargo, mientras la selección jugaba la Copa América Centenario, tanto en Santiago como en muchas ciudades del sur del país, teníamos días con altísima contaminación. Recientemente hemos escuchado hablar en los medios de comunicación que los asados y el “efecto partido” inciden en estos altos niveles de contaminación. Hace alrededor de un año escribí una columna al respecto en este mismo medio electrónico. Mediante un riguroso análisis estadístico de los datos que reportan las estaciones de monitoreo de la calidad del aire en Santiago durante el período del mundial de Brasil 2014, encontramos que el “efecto partido” en Santiago genera que: (a) la contaminación de material particulado fino (PM2.5) aumente en un 37% en las 24 horas alrededor de un partido de la selección, y (b) la contaminación de material particulado fino (PM2.5) aumente en un 83% en las 24 horas alrededor de un partido de fin de semana.En términos gruesos, producto del llamado “efecto partido” del Chile-Australia 2014, una de cada mil personas tuvo problemas respiratorios que requirieron de una atención de urgencia
Elaboración propia en base a datos oficiales del Ministerio de Salud
Más importante todavía es el hecho de que estos altísimos niveles de contaminación generan graves efectos en la salud de las personas. Para analizar en más detalle los efectos en la salud es que usamos datos del Ministerio respecto a atenciones de urgencia en la ciudad de Santiago (de acuerdo a lo registrado por los SAPUs y Hospitales). Los datos muestran que las atenciones de urgencia por enfermedades respiratorias aumentaron enormemente durante este mismo período (Ver Gráfico de arriba). Por ejemplo, en la semana siguiente al partido Chile-Australia (que se jugó en la noche del viernes 13 de Junio), las atenciones de urgencia por enfermedades respiratorias en Santiago aumentaron en un 35% respecto a la semana anterior.
Es factible que este gran aumento en atenciones respiratorias de urgencia no se deba completamente al aumento en la contaminación producto del llamado “efecto partido”. Es decir, es factible que en esos mismos días de invierno hayan aumentado las enfermedades producto de otros motivos, no necesariamente por del aumento en la contaminación. Para evaluar en qué medida este incremento en atenciones respiratorias de urgencia se debe a la contaminación en Santiago, contrastamos con los mismos datos pero para la zona urbana de Valparaiso, Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana, en donde la contaminación ambiental no se acumula como en el valle de Santiago y no tenemos altísimos aumentos en la contaminación de material particulado fino (PM2.5) producto del “efecto partido”. Los datos muestran que para esas mismas semanas, las atenciones de urgencia por enfermedades respiratorias aumentaron en un 21% en esta gran zona urbana de la V región.
Nuestro análisis permite afirmar que, de no ser por los altos niveles de contaminación producto del “efecto partido”, durante la semana siguiente al enfrentamiento entre Chile y Australia, hubiese habido un total de 4,831 menos atenciones de urgencia por enfermedades respiratorias en Santiago [este cálculo considera solo la semana inmediatamente después del partido Chile-Australia, es probable que producto del aumento de la contaminación por este hecho haya aumentado las enfermedades respiratorias de urgencia por un período aún más prolongado]. En términos gruesos, producto del llamado “efecto partido” del Chile-Australia 2014, una de cada mil personas tuvo problemas respiratorios que requirieron de una atención de urgencia.
Así como seguimos con pasión a la selección chilena, la contaminación que generamos en días de partido nos está enfermando a todos. Lamentablemente, estamos enfermos por La Roja.
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