Hace unas pocas semanas escribí sobre la nueva industrialización de Chile. Y argumenté que la tecnología va de la mano con la manufactura y por tanto Chile debe repensar cómo avanza en industria, en consonancia con las exigencias del desarrollo sustentable. Precisamos en ese texto cuales son las características que tendría la nueva industrialización a nivel global, a la luz de algunos estudios europeos.
En estos días el Ministerio de Economía organizó un valioso seminario sobre la estrategia de desarrollo industrial de Corea, e invitó a connotados expertos de ese pais. Tres enseñanzas creo conveniente resaltar. La primera lección es que planifican, preparan un programa estratégico de largo alcance. Desde los años ‘70 se propusieron alcanzar metas ambiciosas.La tercera lección concierne al descomunal esfuerzo en ciencia y tecnología, junto con educación general y técnica. Veamos las cifras. En 1980 Corea destinó a ciencia y tecnología el equivalente a 0,54% del PIB, el nivel que Chile consigna en 2015.
Concibieron diversas etapas a medida que avanzaban, empezando por la industria ligera, y fueron capaces de acercarse a esas metas con planes, medidas, disciplina, y concitando el trabajo estado- privados, con un firme rol conductor del Estado. Transitar luego a la producción de bienes eléctricos y electrónicos, de bienes de capital y petroquímica. En los ‘90 invirtieron fuerte en infraestructura y tecnologías de la información y, a partir del 2000, ingresan a una fase que denominan innovadora y sustentable ( nano y biotecnología). Los desafíos actuales se han acrecentado, por cuanto además de carecer de recursos naturales deben competir con China y Japón, dos naciones que se concentran en tecnologías nuevas que ocupan los mismos espacios industriales que pretende Corea. Hoy se adentran en lo que denominan la economía creativa, con nuevos planes e instituciones para encarar la aceleración del cambio tecnológico, crear nuevos procesos, productos y servicios complejos y desarrollar capacidades educativas y técnicas.
La segunda lección es que crean instituciones que hacen posible disponer de las capacidades humanas y materiales para concretar programas coordinando empresas y universidades. En 1967 crearon el Ministerio de Ciencia y Tecnología. En Chile cerramos el Ministerio de Planificación en 2011. No contamos ni con un espacio de diálogo sistemático para convenir un plan estratégico 2030, ni menos con un Ministerio de Ciencia y Tecnología. En 1971 crearon el Instituto Coreano de Investigación Científica Avanzada. Ese esfuerzo se complementó con la creación progresiva de institutos de investigación del gobierno (GRI) en áreas prioritarias. Hoy cuentan con 26 y están en proceso de reordenamiento. Los centros nuestros son pequeños, sin masa crítica, ni coordinación suficiente, con escasa vocación tecnológica productiva. Hay que sustentarlos con mayor financiamiento basal.
En 2010 crearon la «Office of Strategic R&D Planning» y en 2013 están formulando un plan de investigación en energía para ser uno de los «top 5» en energía verde.
La tercera lección concierne al descomunal esfuerzo en ciencia y tecnología, junto con educación general y técnica. Veamos las cifras. En 1980 Corea destinó a ciencia y tecnología el equivalente a 0,54% del PIB, el nivel que Chile consigna en 2015. Hoy ese país destina sobre el 4% del PIB a ciencia y tecnología. Su meta en la etapa de la economía creativa es alcanzar el 5%. Al inicio el Estado financiaba el 80% de la investigación, hoy es el 30%, el resto en estrecha relación con las empresas. En 1970 poseían 3.000 investigadores, hoy 400.000. Chile hoy cuenta apenas con 3.000. Se puede apreciar que el salto ha sido rapidísimo y que simultáneamente han realizado una gran transformación educativa, alcanzando los más altos niveles en matemáticas y lenguaje registrados por la OCDE (PISA). Además, el 70% de las nuevas generaciones ingresa a la educación superior y buena parte de ellas a la formación técnica. Ahora abren paso a una reforma educacional para estimular la creatividad y alejarse de la memorización. Estas experiencias deben ser analizadas cuidadosamente por nosotros y extraer de ellas los métodos y medidas que puedan adaptarse a nuestra realidad, y proceder con la mayor celeridad para acortar distancias.
Comentarios
01 de enero
Partir desde tan atrás, con el ánimo de «acortar distancias», debiera, a cualquier planificador, ponerlo a dudar acerca de lo que hace, si acaso el objetivo fuera «alcanzar a los coreanos».
Se entiende que no debiera ser el fin, porque debiera ser mejorar respecto de lo que se hace, bajo la idea de producir un delta significativo, porque, como dicen los físicos, lo importante es el delta, o el cuánto cambia el resultado ante alguna unidad «de inversión en la materia», para el caso.
Un lugar donde el país podría aplicar un modelo de desarrollo técnico, es en las comunas con menos desarrollo. Con la operación de un Centro técnico adecuado, podría mejorarse la productividad de todo el territorio nacional, si se desarrollaran las tecnologías adecuadas que perfeccionen el rendimiento en distintas áreas. Para el caso, en agricultura.
Por ejemplo. La agricultura de supervivencia se diferencia de la industrial en que la última es altamente tóxica y cancerígena. La primera puede llegar a ser orgánica, pero, es atacada por todo aquello que combate la industrial para tener buenos resultados.
Es así como queda en evidencia que se requieren pequeñas máquinas que combatan pastos, bichos, sequía, insolación.
Sin embargo, como dice el Sr. Vitar, «No contamos ni con un espacio de diálogo sistemático para convenir un plan estratégico 2030».
Él menciona el 2030, sin embargo, no hay por qué hacer algo para servir a un número, ya que pueden haber más objetivos…
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03 de enero
Realmente en el Chile del 2016 existen las condiciones y capacidades tecnicas para que Chile se embarque en una verdadera revolucion industrial, cuyos resultados floreceran a mediano y largo plazo. Pero si el empresariado, inversionionistaso y quienes tiene la capacidad solo estan interesados en las ganancias inmediatas que otorga la industria de las finanzas y especulativas, jamas se lograra sacar provecho de ello a menos que sea el Estado el que se ponga firme y exiga que comienze a implementarse planes con ese fin. Sin ello, estaremos esperando que algo milagroso pase, como han sido las politicas de fronteras de nuestros gobiernos.
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