No tenga miedo de criticar a Israel II

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Es hora que la comunidad judía, tanto en Chile como en el mundo, reflexione si estan dispuestos a pagar el costo que tiene seguir apoyando la senda iniciada por grupos terroristas como Irgun Zvai Leumi, Lohamei Herut Yisrael y Tnuat Hajeirut, que en más de 50 años no les ha dado ni paz ni seguridad.

Escribí hace unos días sobre el problema que tienen personas que critican los actos que comete el Estado de Israel, que va desde la manoseada acusación de antisemitismo, hasta incluso el despido de sus empleos o recibir amenazas de muerte. Lo hice porque me molesta la táctica de intimidación que tienen los que defienden a Israel, como si no tuviéramos más que dos alternativas: o estamos con Israel o somos unos criminales antisemitas pro-genocidas y pro-terrorismo, obligándonos a aceptar que Israel actúa bajo un “todo vale” justificado. Todo vale para defender a los judíos en Israel, todo vale para defender la existencia de Israel, todo vale en la lucha contra el terrorismo. Y todos aquellos que no lo creemos somos tontos o no comprendemos la dimensión de lo que está en juego.

Pues resulta que varios sí entendemos lo que está pasando. Israel existe porque ocupa una posición estratégica para potencias como Francia, Alemania o Estados Unidos, que son sus principales proveedores de armas y sostenedores económicos. Israel es el único aliado que tienen en la zona, una zona de alto interés no sólo por petróleo, sino por uranio, gas, y otros recursos. Sin ellos, el Estado de Israel no podría existir, empezando porque no tiene agua, sólo dispone de 1.700 hm3 anuales (aunque gasta más de 2000 hm3 anuales) que no está en el territorio marcado como frontera en 1967, que es la que la ONU le reconoce oficialmente: el agua está en Gaza, Cisjordania y los altos del Golán, o sea, en Palestina. Israel se ha apropiado ilegalmente de más del 80% de los recursos hídricos de los territorios palestinos ocupados . Sin agua ¿de qué le sirve tener petróleo? Ah, cierto, tampoco tiene petróleo, porque el pozo de Meged 5 está en Cisjordania, o sea, es palestino, como lo es el petróleo de la franja de Gaza descubierto en el año 2000, a lo que hay que sumar también el gas. Así que sí entendemos: los palestinos se han negado a darle a Israel territorios que son vitales para su supervivencia, así que Israel se los ha quitado, porque los políticos y halcones de guerra israelitas no son idiotas, saben que el apoyo de sus aliados es débil y basta que mayoritariamente las poblaciones de ellos se nieguen a cualquier trato con Israel para que se queden solos, sin ningún recurso natural que sirva como moneda de cambio. Por eso es vital que nuestra opinión sea favorable a Israel, hasta que el expolio a los palestinos se haya completado y no haya manera de restituirles el daño producido. No podemos forzar a nuestros gobiernos a hacer nada contrario a Israel, y tenemos que comprender que Israel recurra  a “todos los medios” para conseguir su fin, lo que incluye poner en riesgo la vida de los mismos judíos si es necesario.

Es el dilema que hay con respecto a los tres jóvenes judíos (Naftali Frenkel (16), Gilad Shaer (16) y Eyal Yifraj (19)) asesinados hace ya un mes y que son la causa de Israel para atacar a Palestina. La versión oficial es que los asesinaron palestinos ligados a Hamas. Sólo que la versión oficial tiene muchos agujeros, comenzando por el jefe del Mossad, Tamir Pardo, que una semana antes del secuestro dijo “¿Qué pasaría si, dentro de una semana, fuesen secuestrados 3 jóvenes de 14 años en una de las colonias?”. Esto ha hecho que otras versiones comiencen a tener más credibilidad, como la del periodista alemán, Christian Sievers dichas en el programa “Auslands Journal”, de la cadena de televisión alemana ZDF, o sea, que el asesinato de los tres jóvenes fue cometido por otro judío, y que el gobierno de Benjamin Netanyahu, sabiéndolo, se aprovechó de ello para atacar Palestina, e impedir que Hamas y Al- Fatah estuvieran a punto de firmar un acuerdo ya que justo aparecieron sus cuerpos el día que de firma.

¿Qué el gobierno de Israel no sería capaz de algo así? Por supuesto que sería capaz, si lo es para permitir que sus soldados usen a los palestinos como escudos humanos. ¿Qué eso lo hace Hamas? Sí, y también Israel, como dice una  sentencia del Tribunal Supremo de Jerusalén del año 2005: «El Ejército no tiene derecho a utilizar civiles como escudos humanos. Esto es cruel y bárbaro. No se puede utilizar a la población civil para las necesidades militares y tampoco se puede forzarla a colaborar con el Ejército”. ¿Algo excepcional? No. El 2010 volvemos a tener sentencia en tribunales, contra dos soldados judíos que usaron como escudo a un niño palestino. La ONU, a través del Comité de los Derechos del Niño, ha comprobado reiteradamente que las fuerzas israelíes usan como escudos a personas civiles palestinas, incluso ha torturado a niños. Según UNICEF, cada año, alrededor de 700 jóvenes palestinos entre 12 y 17 años son detenidos por fuerzas israelíes y sometidos a maltrato “sistemático”, debido a una directiva militar que lo ordena, como han denunciado reiteradamente los ex – militares de la organización israelí Breaking The Silence.

Ni la Comunidad Judía de Chile, ni las de otros países, alzan la voz con respecto a esta situación, sólo exigen que nos centremos en Hamas, porque son terroristas y malvados. ¿Qué hacemos entonces ante la inacción del gobierno de Israel con respecto a sus terroristas internos? Como los racistas extremistas judíos que mataron al joven palestino Mohammed Abu Khdeir, de 16 años, quemándolo vivo tras secuestrarlo y golpearlo.  Tres de sus asesinos, actualmente procesados, alegan que actuaron producto de la “locura” que les causó el dolor de sus compatriotas asesinados, y es probable que salgan libres, aunque habían intentado secuestrar a un niño palestino de siete años en Jerusalén Este, e incendiaron automóviles de palestinos. Los ataques ‘price tag’ (Tag Mejir, ataques ejecutados por israelíes y colonos contra la población palestina) rara vez son sancionados, aunque el mismo ministro de Defensa israelí Moshe Yaalon los calificó de «actos de terrorismo«, algo que han denunciado tanto palestinos, musulmanes, cristianos y judíos, porque todos han sido perjudicados y atacados por ellos.

La Comunidad Judía de Chile y el Estado de Israel nos exige que los apoyemos, o que hagamos la vista gorda a hechos como estos, lo mismo que le pidió Shepard Rifkin, líder sionista de Estados Unidos,  a Albert Einstein en 1948. Einstein fue durante muchos años un sionista dedicado a la causa de Israel, hasta el 10 de abril de 1948, tras la Masacre de Deir Yassin del 9 de abril de 1948. 600 palestinos fueron sometidos a las peores vejaciones (violaciones, asesinatos, saqueos) y más de 250 murieron a manos de 132 miembros de las bandas terroristas sionistas Irgun Zvai Leumi y el Stern Gang  (Lohamei Herut Yisrael), lo que provocó el éxodo masivo del pueblo palestino. Rifkin quería el apoyo explícito de Einstein. ¿Qué respondió éste?  “Cuando una catástrofe real y final recaiga sobre nosotros en Palestina, el primer responsable de ella serán los británicos y el segundo responsable serán las organizaciones terroristas nacidas de nuestras propias filas. No estoy dispuesto a ver a nadie asociarse con esta gente criminal y descarriada.”  El 2 de diciembre de 1948 Einstein firmó, junto con Isidore Abramowitz, Hannah Arendt, Abraham Brick, Rabbi Jessurun Cardozo, Herman Eisen, Sidney Hook, Fred Karush, Bruria Kaufman, Seymour Melman,  Samuel Pitlick, Irma Wolpe y otros una declaración contra el terrorismo del grupo Tnuat Hajeirut. Es inconcebible que aquellos que se oponen al fascismo en el mundo entero, perfectamente informados en cuanto al pasado y las perspectivas políticas de M. Begin, puedan agregar sus nombres y apoyar al movimiento que él representa. Antes de que perjuicios irreparables sean cometidos por las contribuciones financieras, por manifestaciones públicas en apoyo a Begin y antes de dar la impresión en Palestina que una gran parte de los Estados Unidos sostiene a elementos fascistas en Israel, el público estadounidense debe de ser informado sobre el pasado y los objetivos de M. Begin y de su movimiento.

Estas personas judías entendieron que oponerse al terrorismo es oponerse a cualquier terrorismo, sea quien sea el que lo ejecute, incluso aquellos que supuestamente hablaban en nombre de todos los judíos, como  Menajem Begin, que llegó a ser Primer Ministro de Israel. Es hora que la comunidad judía, tanto en Chile como en el mundo, reflexione si estan dispuestos a pagar el costo que tiene seguir apoyando la senda iniciada por grupos terroristas como Irgun Zvai Leumi, Lohamei Herut Yisrael y Tnuat Hajeirut, que en más de 50 años no les ha dado ni paz ni seguridad.