La XVIII Conferencia Internacional sobre el Sida, infección que causa dos millones de muertes al año, fue inaugurada el domingo 17 en Viena con la presencia de miles de personas asistentes entre delegados, estudiantes y medios de comunicación del todo el mundo y con la exposición de diversas personalidades del mundo académico, la sociedad civil y autoridades de todos los continentes.
Durante estos 6 días de encuentro, se estima que más de 20.000 personas entre las que se encuentran investigadores, expertos, miembros de asociaciones, personas seropositivas y más de 2.000 periodistas participarán de esta cumbre, cuyos debates pretenden convertirse en un punto de inflexión en la lucha contra el VIH en torno a tres ejes esenciales de trabajo: derechos humanos, prevención y tratamiento.
Opiniones divergentes
Tal y como ha pasado en ediciones anteriores, también están presentes grupos detractores a las políticas de diversos países y agencias ante el incumplimiento de compromisos y la participación demasiado evidente de las industrias farmacéuticas en torno a la organización de este evento.
Para todos es sabido que prevención y tratamiento han de ir de la mano, aunque hubo quienes se esforzaron por reforzar la idea de que es el tratamiento el que debe potenciarse porque “treatment is prevention” (Julio Montaner, presidente de la conferencia Sida 2010). Este mensaje no fue compartido por muchas personas asistentes, sobre todo provenientes del sector social, donde se visualizan las necesidades de “prevenir antes que curar” ante los devastadores efectos de fundamentalismos religiosos o la vulneración de los Derechos Humanos: Esto es especialmente crítico en sectores vulnerables como las mujeres y las niñas en todo el mundo, situación que queda en evidencia ante los datos que enuncian la feminización de la epidemia.
“Cumplan con sus promesas, queremos vivir”
Muchos de quienes subieron al imponente escenario de inauguración del centro de eventos Messe, en el mítico parque Prater, señalaron que es indispensable comenzar los tratamientos antirretrovirales antes incluso de la aparición de los síntomas, una estrategia esencial para impedir la destrucción progresiva del sistema inmunitario. Se trata de una recomendación costosa, que se enfrenta a muchos problemas de financiación.
Un aspecto fue común, decisivo y claro para todas y todos los que se plantaron ante las miles de personas de la sesión inaugural: por cada 2 nuevas personas que acceden a los tratamientos ARV, otras 5 son infectadas por el VIH, lo que redunda en la idea de no sólo privilegiar el tratamiento, sino que se deben desarrollar, potenciar y apoyar los métodos de prevención pertinentes a cada comunidad, de acuerdo a sus propias idiosincrasias y necesidades.
La gran cita bianual de la Lucha contra el sida ha venido precedida de un simposio de investigación fundamental celebrado el viernes y el sábado últimos también en Viena, con el eje central dedicado a los reservorios del VIH y las estrategias para controlarlos. Una de las conclusiones a las que llegaron las instituciones y organismos asistentes a esta previa es que los denominados reservorios (como la linfa o la médula ósea), en donde se “esconden” las diversas cepas del VIH, constituyen un problema fundamental en la lucha contra el VIH y el sida, porque limitan los efectos de los antirretrovirales.
“El año pasado los países ricos no tuvieron problema alguno en encontrar miles de millones para salvar a los ávidos banqueros de Wall Street”, recordó Julio Montaner, presidente de la Sociedad Internacional del Sida (IAS). Unos minutos antes, unos sesenta militantes invadieron el escenario gritando consignas que exigían más financiación y respeto de los compromisos que hasta el día de hoy, ven muy lejana su realización. Quienes se manifestaban denunciaron que no se trata sólo un “estancamiento”, sino de un aumento preocupante incluso en sociedades donde la Pandemia se creía contenida. Ejemplo de esto es el informe publicado el domingo que pone de manifiesto que la financiación de los programas de lucha contra el sida en los países pobres retrocedió en 2009 hasta los 7 mil 600 millones de dólares contra 7 mil 700 millones en 2008.
“Ahora que vemos los primeros éxitos en la prevención y el tratamiento, hay que redoblar esfuerzos, no reducirlos”, recalcó Michel Sidibé, director ejecutivo del programa ONUSIDA.
Nuevas estrategias
Comenzar pronto con el tratamiento (incluso antes de la aparición de los síntomas), para impedir que el sistema inmunitario se destruya progresivamente, o la “triterapia” a las personas seropositivas divide entre dos el número de nuevos casos de infección de VIH, lo cual apoya la hipótesis de que el uso de las triterapias reducen la transmisión del virus.
Este 20 de julio, se darán los resultados estudio Caprisa, que serán publicados al mismo tiempo en Viena y en Durban (Sudáfrica). El estudio revelará los efectos de un gel microbicida con un antirretroviral, probado en Malaui, Sudáfrica, Uganda y Zimbabue.
* Fabiola Llanos es periodista de la Red Internacional de Periodistas con Visión de género. Responsable de comunicaciones de la Fundació Sida i Societat de Catalunya, ESPAÑA.
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