Es necesario detenernos a reflexionar sobre nosotras, quienes siendo mamá primero, segundo y tercero nos atrevemos a entrar en el tradicional mundo jerárquico y patriarcal de la política.
Hoy nos «están dando espacios» para que la mujer pueda hacer política codo a codo con nuestros compañeros. Tenemos Presidenta, Ministras, Subsecretarias, Candidatas en los partidos políticos de todos los sectores porque la ley exige “respetar la cuota” de género, porque de lo contrario los partidos no pueden armar sus listas o porque no concedernos esos espacios implica poner en riesgo los diseños electorales. Pero nosotras luchamos con nuestros ovarios para ganarnos más que “un espacio» legal, luchamos por tener liderazgo y participación autónoma de prácticas y pensamientos, luchamos por disputar los espacios de poder de igual a igual, luchamos para que no nos clasifiquen ni discriminen por tener útero, sino por cómo hacemos funcionar nuestros cerebros y talentos, luchamos no para «recibir espacios» si no por sabernos tan dueñas como ellos por ese lugar que nos lo hemos ganado.
«En esta sociedad chilena machista del siglo XXI por ser mujeres nos cuesta el doble y si eres Mamá el triple, y es que cargamos el peso de la sanción social de “casi abandonar” a nuestros hijos por dedicarnos a hacer política»
En esta sociedad chilena machista del siglo XXI por ser mujeres nos cuesta el doble y si eres mamá el triple, y es que cargamos el peso de la sanción social de “casi abandonar” a nuestros hijos por dedicarnos a hacer política, como si a diario todas y todos no la hiciéramos y como si nuestro rol de madre no tuviera que ver con buscar un mundo mejor para nuestros pequeños. Llevamos con nosotras el peso de sentirnos culpables por el cansancio y a veces el de la poca paciencia, ya que no sólo somos mamá tiempo completo (lo que lleva en sí un trabajo arduo y constante) sino además necesitamos parar un hogar con jornadas laborales extensísimas y como si fuera poco, cuando ya agotamos nuestro 100% de batería diaria, queremos hacer política para la patria porque no nos resignamos a seguir recibiendo y heredando injusticias y desigualdades.
Como experiencia personal caminar en esta cruzada política junto a mi cuchipiento Salvador ha sido una montaña rusa de emociones, porque él ha sido testigo número uno de cuánto su mamá ha hecho para él en lo personal y para todes en lo político, porque no sólo nos acompañamos a todas las marchas y todos los territorios del distrito, compartiendo el calor de mami mono y bebé mono en el porta, sino que él ha sido protagonista de la lucha social que estamos estamos dando, de construir poder ciudadano para un mejor mañana, un mejor Chile.
A nosotras, quienes a diario entregamos lo mejor de sí, quienes nos maquillamos las ojeras, secamos lágrimas a escondidas y mudamos haciendo campaña, las invito a seguir luchando!!!, a no bajar los brazos!!!, a hacer oídos sordos!!! a vaciar poco a poco las mochilas inquisidoras del patriarcado, a sentirnos orgullosas de ser mujer, mamá y política, porque quién más que nosotras proactivas, resolutivas, holísticas, luchadoras e integrales para hacer de nuestro país lo que debe ser: JUSTO, IGUALITARIO Y PARA TODES!
Animo y ñecle compañeras.
Comentarios
15 de junio
Gracias. Lo necesitaba 🙂
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17 de junio
Excelente columna Javiera. Los y las comunes llegamos a disputarle el poder a aquellos que solo gobiernan para sus intereses. Eres tremenda guerrera y luchadora. Adelante, mucha fuerza para todo lo que viene.
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