Hablar de economía y cambio de paradigma o modelo económico parece ser un gran monstruo, el dragón de los cuentos de princesas encantadas , que como en la edad media, solo los hombres son capaces de enfrentar y dominar, y esto a razón de qué no se ha visto la opinión de mujeres expertas en el tema decir algo al respecto.
Inmerso en una “gran” discusión sobre la reforma tributaria se encuentra el país hoy y una vez más Chile está polarizado, cada sector busca trinchera fijando posiciones a favor y en contra de dicho proyecto, una reforma que según sus precursores busca disminuir la brecha de desigualdad existente hoy en nuestro país, reflejada en distintos ámbitos esenciales para nuestro desarrollo como es la educación, por ejemplo. En cambio para otros expertos esta reforma no alcanza la profundidad requerida para lograr los cambios esperados por todos.
Hemos escuchado a especialistas hablando de las fallas o falencias de esta reforma, a los defensores del libre mercado augurando los horrores que le depara el futuro al país de proseguir con estos cambios, y a partidarios de la actual administración intentando demostrar que esta es una de las medidas fundamentales para lograr el cambio de modelo económico que llevara a nuestro país al desarrollo. Pero la intención acá no es discutir sobre quién tiene la razón o está errado en su postura, pues en eso están los expertos en economía ahora, tratando de vislumbrar, cuales mentalistas, los alcances de esta reforma y el impacto que tendrá en el futuro de nuestra nación.
Hablar de economía y cambio de paradigma o modelo económico parece ser un gran monstruo, el dragón de los cuentos de princesas encantadas , que como en la edad media, solo los hombres son capaces de enfrentar y dominar, y esto a razón de qué no se ha visto la opinión de mujeres expertas en el tema decir algo al respecto, porque, es de imaginar que a estas alturas, en el país existen mujeres expertas en economía, o de las mujeres de los distintos ministerios y servicios cuyos programas o políticas públicas se financian a partir de lo que el estado logra recaudar de los tributos de todos los chilenos, más cuando sus carteras se pueden ver afectadas o beneficiadas con esta reforma y, por ende, la población a la cual están orientadas o intervienen.
La poca participación de mujeres en este ámbito no es algo nuevo, si uno hace un recorrido por los distintos gobiernos, y sus autoridades en la historia de nuestro país, podemos encontrar que los ministerios de Economía o Hacienda, siempre han sido cargos ocupados por varones y sus asesores cercanos también lo han sido en su gran mayoría. Es así como en los ámbitos de las grandes decisiones salen a relucir los estereotipos tan enraizados en nuestra sociedad y cultura, los hombres son mejores tomando decisiones, asumiendo responsabilidades y están mejor preparados para las tareas intelectuales, y las mujeres están para cumplir labores de cuidado y servicios a los otros. Finalmente, pareciera ser que efectivamente la macroeconomía es cuestión de hombres.
Frente a esta cuestión de revalidación de estereotipos de género, cabe preguntarse dónde están las mujeres que han recibido cargos de confianza de la presidenta y aquellas en las cuales muchas hemos depositado nuestra confianza a través de nuestro voto: diputadas, senadoras, consejeras entre otras de distintas bancadas o movimientos. Esas mujeres que ejercen cargos públicos y dicen representarnos en un mundo que sigue siendo dominado por los hombres, ¿dónde está su voz, su opinión acerca de esta reforma? ¿como ven ellas que afecta el cambio de modelo económico a las mujeres? sobre todo a aquellas a las que el actual modelo económico les impone un mercado competitivo que las tiene relegadas a puestos de trabajo inferiores, a remuneraciones más bajas, a condiciones laborales desiguales con duplicidad de labores a nivel parental y laboral.
Existiendo una ley recién estrenada que crea el ministerio de la mujer y la paridad de género, frente a estos hechos cabe preguntarse cuánta relevancia tiene el tema para nuestras autoridades, en especial aquellas, las mujeres, si no han sido capaz de manifestar una postura frente a la actual reforma tributaria que es la base fundamental para construir los grandes cambios que este gobierno quiere lograr, si ni siquiera sabemos si está contempla o ha sido creada con una visión integradora con enfoque de género, por qué esta claro que hasta ahora no ha sido tema dentro de la discusiones y planteamiento de los expertos. Parece que todavía cuando se habla de economía las mujeres se quedan en la cocina.
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